Ricardo Pinto Neira
Fue el 7 de junio de este año, frente a Magallanes en el municipal de San Bernardo en donde David Escalande defendió por última vez la camiseta de Cobreloa, partido en donde anotó los dos goles de su equipo.
Desde allí, la cuarentena obligatoria que cumplió ese equipo parecía alejarlo por dos semanas. Pero no volvió a entrenar con el equipo ni apareció en futuras citaciones.
Su realidad se vino a conocer recién en la revancha con O'Higgins en Calama, cuando sus compañeros salieron a la cancha con un letrero y la leyanda "Fuerza David".
La dura enfermedad de uno de sus hijos lo obligó a trasladarse a Santiago para estar en el inicio de un delicado tratamiento médico contra la leucemia.
Desde ese momento comenzaron los trascendidos informales. Que se iba del club, que pediría su salida, que buscaban reemplazante. Pero el mismo ex atacante de Ñublense indicó que aunque no quiere referirse públicamente al tema, se mantenía entrenando por su cuenta y estaba agradecido de los incontables respaldos que recibió desde todos los estamentos del club.
Lo cierto es que a medida que pasan los días, desde Cobreloa han salido a tranquilizar a los hinchas que lo piden de vuelta y explican cuál es la postura institucional sobre el tema.
Primero fue el presidente naranja, Duncan Araya, quien puntualizó que "este directorio trabaja con personas, a nosotros nos preocupa que la gente que trabaje en el club lo haga estando bien, compenetrada. David vive un momento en donde necesita estar con su familia y nosotros queremos que siga con ellos, que esté tranquilo y que cuando pueda retornar, lo haga con algo más de tranquilidad. Así también puede ser un aporte para sus compañeros. Hay apoyo total".
Plazos
El espaldarazo del timonel se replicó en quien toma las decisiones deportivas del club, el director Patricio Galaz. "Estamos en permanente contacto, estamos preocupados de la situación de David y él también está siempre pendiente de cómo le está yendo al equipo y a sus compañeros. Nos dijo que se está entrenando pese a todo lo que le ha tocado vivir y que cuando sea el momento de volver a entrenar con el plantel no estará fuera de forma como para integrarse rápido".
Galaz descarta que exusta la posibilidad de que deje la institución y entrega luces acerca del plazo que falta para que el ariete trasandino vuelva a Calama para sumarse a la plantilla.
"Según nos dijo, son 60 días que se dan desde el inicio del tratamiento, las primeras sesiones y luego de ese tiempo, su hijo puede ser tratado en Antofagasta, por lo cual david y su familia podrían volver a Calama y él a sumarse a los entrenamientos presenciales con el equipo". Esto es, en la segunda semana de agosto, "Chiquito" podría estar a disposición del cuerpo técnico que dirige Rodrigo Meléndez. En resumen, será pieza fija durante toda la segunda rueda.
Empatía
Quien también salió a aclarar su postura es el jefe directo del jugador, el entrenador Rodrigo Meléndez.
"Hoy, lo único que me interesa y es uns entimiento que sus compañeros de equipo comparten es que esté bien, que ojalá con los buenos resultados que se han obtenido le hayamos dado alguna alegría. Estamos todos con él, esperando que todo salga bien, respaldándolo a distancia y esperando que el día que vuelva venga bien, con ganas de aportar como lo hizo cuando estuvo en cancha".
El adiestrador no pone plazos para su vuelta a las canchas. "En este club importan más las personas que los números. Todos somos papás, hijos, tíos o hermanos y sabemos que la familia es lo importante y el fútbol viene después. David va a tener el tiempo que necesite y después de eso veremos cómo llega para pensar en que vuelva a jugar. Hoy nos preocupa que esté bien y con su familia".
