Agencias
El gobierno francés moviliza hoy a 3.000 policías en París ante la previsión de 10.000 manifestantes contra del pase sanitario, a los que se pueden sumar "chalecos amarillos", que amenazan con acudir a los Campos Elíseos.
En toda Francia, se espera que, al igual que el pasado sábado, 160.000 personas participen en estas manifestaciones convocadas en una jornada que "preocupa" a las autoridades, según reconocieron fuentes policiales a la cadena pública Franceinfo.
Las protestas se escucharán también en Montpellier, Burdeos, Niza, Marsella, Estrasburgo, Nantes o Dijon, entre otras ciudades, y en algunas de ellas se ha preparado una vigilancia especial por parte del dispositivo policial.
En la capital gala están previstas cuatro marchas, una de ellas convocada por el líder del partido ultraderechista Los Patriotas, Florian Philippot, exnúmero dos de Marine Le Pen.
También se han lanzado mensajes en las redes sociales para marchar por los Campos Elíseos, lo que hace temer el regreso del núcleo duro de los "chalecos amarillos", ante lo cual el Ministerio del Interior responderá con más recursos en esa avenida de París.
El detonante de las protestas es el nuevo proyecto de ley del Ejecutivo de Emmanuel Macron, con el que se pretende obligar a presentar un certificado para acceder a la mayor parte de los establecimientos públicos, como bares, restaurantes, cines y teatros.
Aprobado el lunes por el Parlamento, el pase sanitario comenzará a ser exigido el próximo lunes 9, si es ratificado por el Consejo Constitucional, que tiene previsto pronunciarse el jueves.
Amplio rebrote
Mientras tanto, China reconoció el actual rebrote como "el más amplio" desde el registrado en la ciudad de Wuhan a fines de 2019, que aglutinó los primeros casos detectados a nivel mundial de covid-19.
Desde los casos del pasado martes 20 hasta ayer por la mañana, se detectaron unos 200 contagios. A diferencia de otras ocasiones, afectaron a diversas zonas del país, según el diario Global Times.
El rebrote comenzó en el aeropuerto internacional de la ciudad oriental de Nankín, capital de la provincia de Jiangsu, y ya se ha propagado a otras cinco provincias y a la comuna capitalina de Beijing.
Tras investigar los contagios, las autoridades de Nankín llegaron a la conclusión de que su origen es un trabajador que, el pasado 10 de julio, limpió sin la protección adecuada un avión de Air China procedente de Rusia, en el que viajaba una persona infectada.
Expertos citados por el mismo medio apuntan a que la rápida propagación se debe a la alta capacidad de contagio de la variante delta, y apuestan por "reforzar" la gestión de los puntos de entrada al país debido a que, tanto el rebrote de Nankín como otro registrado recientemente en la provincia de Yunnan, "están relacionados con los casos importados".
Shao Yiming, inmunólogo del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, aseguró que el rebrote de Nankín es "pequeño" y que las tasas de contagio "no están al mismo nivel" que en otros países, en parte gracias a que "se detectó en una etapa temprana y se tomaron medidas potentes".
Según el artículo, expertos médicos apuntaron que la mayoría de los contagiados en esa ciudad estaban vacunados, lo que provocó dudas sobre su eficacia, dado que siete de ellos pasaron a estado grave.
Apoyo militar
En Australia, en tanto, unos 300 soldados se unirán, a partir del lunes, a las tareas de vigilancia de la policía para garantizar el cumplimiento de las restricciones impuestas por un brote con la variante delta en la ciudad de Sydney, confinada hasta el 27 de agosto.
Los soldados, que recibirán un adiestramiento especial, formarán pareja con los policías para ayudar en el rastreo de contactos y verificar que los infectados o los contactos estrechos permanezcan aislados, entre otras tareas.
160 mil manifestantes calculan que habrá hoy en Francia contra el pase sanitario aprobado el lunes por el Parlamento.
300 soldados saldrán a las calles de Sydney, Australia.
