Derecha Social
El componente social debe ser inherente a toda actividad humana, entre ellas, la desarrollada por los partidos políticos. Las colectividades que prescinden de aquél, no tienen razón de ser, entendiendo que su fin último es promover proyectos de país que propendan al bien común, teniendo en su centro el desarrollo humano y considerando los determinantes sociales que influyen en la desigualdad.
Por ello, la derecha social constituye un proyecto político vigente, fundamentado en la esencia de lo que debe ser el bien común y en el monitoreo de las necesidades inmediatas de todos los chilenos y chilenas, con una mirada transversal, desapasionada y con capacidad de adaptación. Si aquello, para algunos, constituye populismo, significa no entender el espíritu de un partido político, el cual bajo ninguna circunstancia debe permanecer indiferente a lo que acontece en el entorno.
Múltiples son los argumentos que pueden ser utilizados para invalidar la vigencia de la derecha social, pero debemos considerar que en las recientes elecciones todos los partidos políticos tradicionales y sus líderes fueron castigados por un desencanto transversal de la ciudadanía, lo cual debe motivar profundas reflexiones; mas no el espíritu social que demandan los chilenos de sus representantes y partidos políticos.
La derecha social es un proyecto vigente y en ningún caso obsoleto. Apuesta por el desarrollo humano y cree en las capacidades de las personas para definir su propio destino.
Alberto Torres Belma Presidente Distrital RN
Asignaciones
Sorprende que sea la propia Convención la que fije las asignaciones de sus miembros. Hasta ahora no se avanza en el Reglamento, habiendo perdido tiempo en funciones que no le corresponden. Dado que la Convención se financia con dinero de todos los chilenos, apelamos a la austeridad, a la transparencia y a no replicar las malas prácticas en que incurre el Congreso. Solo una actuación digna confiere dignidad.
Juan Suárez Molina
Informe
El informe que reveló los requerimientos que ha sostenido la mesa directiva de la Convención Constitucional, como almuerzos, servicio de cafetería y transporte privado, pareciera que no causó tanta impresión en los sectores de Elisa Loncon y Jaime Bassa. Lo extraño es que por semanas algunos constituyentes se han quejado de la supuesta precariedad de las instalaciones y de la falta de comida, y que a raíz de eso algunos han bajado de peso. Me pregunto por qué, ante esta información, no existe el mismo énfasis para cuestionar los privilegios que ha tenido la mesa, ¿o será que el tema no involucra al Gobierno para criticarlo?
Alonso Salazar
JJ.OO. y patrimonio cultural
Estas semanas hemos vivido con intensidad la versión 2020 (pero en 2021) de los Juegos Olímpicos de Tokio que, en sí mismos, son unas de las grandes herencias de la antigüedad al mundo contemporáneo.
El vínculo entre patrimonio y los Juegos Olímpicos es de amplia data, ya que el lugar de nacimiento del máximo encuentro deportivo, el sitio arqueológico de Olimpia, hoy convertido en antiguas ruinas, es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1989.
Ya en el siglo XXI, el 28 de junio de 2007, el Estadio Olímpico Universitario (EOU) de la Universidad Autónoma de México, sede de los Juegos Olímpicos de 1968, alcanzaría también el estatus de Patrimonio Cultural de la Humanidad. Para completar el vínculo entre patrimonio, arte y deporte, en el costado oriental del estadio se ubicó un mural de Diego Rivera.
Fue en los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912, cuando Pierre de Coubertin, el llamado "Padre de los JJ.OO. modernos", incorporó a las artes como competencia olímpica en cinco categorías: arquitectura, música, pintura, escultura y literatura. Los trabajos se debían inspirar en los deportes y es año se presentaron 33 artistas.
En esta edición de los Juegos Olímpicos, marcada por la pandemia de covid-19, la cultura tampoco estuvo ausente. Es así que el entorno del Nuevo Estadio Nacional diseñado por Kengo Kuma, se situaron ocho estructuras e instalaciones creadas por seis arquitectos y dos artistas japoneses, entre ellos Yayoi Kusama, una de las artistas favoritas del mundo.
Los próximos Juegos Olímpicos de 2024 están ya a la vuelta de la esquina. Y aquí, París, la ciudad cultural europea por excelencia, será su sede. Sin duda que el contexto de la ciudad luz será una nueva oportunidad para relevar la faceta menos conocida de este encuentro deportivo: la artística, cultural y patrimonial.
José Albuccó Académico de la Universidad Católica Silva Henríquez y creador