Vacunación y adultos mayores
Todas las informaciones sobre la dosis de refuerzo a adultos mayores se refieren a que hubo desinformación y aglomeraciones en el proceso. Mi pregunta es sincera: ¿pensaba alguien que los adultos mayores no iban a asistir a vacunarse, tal como lo hicieron con las dos primeras dosis?
Qué triste es ver de nuevo cómo tratan a los golpeados adultos mayores de forma tan ignorante y desinteresada. ¿En qué país viven que todavía no conocen cómo respondemos y cómo cumplimos, siempre a primera hora de la mañana? Esperamos un pronto ordenamiento y una mejor respuesta profesional y humana.
Patricio Cañete Toro
Reglamento de la Convención
En la subcomisión de Estructura y Funcionamiento de la Convención Constitucional se aprobó un artículo del reglamento que establece que la Convención "es una asamblea representativa, paritaria y plurinacional, de carácter autónomo, convocada por los pueblos de Chile para ejercer el poder constituyente".
Sin perjuicio de otras consideraciones, un primer análisis del texto aprobado sugiere las siguientes aclaraciones: a) Chile no es un país plurinacional, somos una sola nación conformada a lo largo de casi quinientos años de historia; b) la autonomía de la Convención está restringida por los acuerdos que le dieron origen, las normas constitucionales vigentes y los tratados internacionales suscritos por nuestro país; c) la Convención no fue convocada "por los pueblos de Chile", sino por mandato constitucional ratificado en un plebiscito, y d) la Convención no ejerce el poder constituyente, ya que su mandato se reduce a redactar una propuesta de texto constitucional que deberá ser aprobado por la ciudadanía, que sí ejerce dicho poder.
Resulta sugerente apreciar cómo en la Convención, por medio de su reglamento, se pretende imponer un lenguaje y afirmaciones que resultan ajenas a la exacta verdad, pero sí resultan muy convenientes a los fines que sectores radicalizados persiguen. Partimos mal.
Francisco Bartolucci Johnston Abogado y profesor de Derecho
Asignaciones
Cuando las personas postulan a un trabajo deben preguntarse lo siguiente: ¿Estoy capacitado para ello? ¿La remuneración ofrecida me alcanza para movilizarme, alimentarme y desarrollarme? ¿Requiero de asesores y puedo pagarles con mi remuneración?
Si cualquier respuesta a las preguntas anteriores fuese negativa, debo rechazar mi postulación al cargo. Pero si deseamos autoengañarnos y engañar a los que nos llaman a hacer el trabajo, aceptamos y comenzamos con un amplio pliego de peticiones, como por ejemplo, unos $4 millones de asignación extra para suplir nuestras incapacidades.
¿Hasta cuándo desfalcamos al erario nacional? Señores constituyentes, no se demoraron mucho en aumentarse las asignaciones, por lo tanto, son fieles seguidores de nuestros congresales.
Mario Oneto Godoy
Lenguaje
Está de moda hablar de "todas y todos" o de "todos y todas". Podemos jugar ese juego con gran éxito por muy machistas o feministas que seamos, pero ello no nos hace diferentes ni nos hace mejores personas. Es solo una pérdida de tiempo y alargar más un lenguaje que de por sí usa demasiadas palabras. Usemos, sin que nadie se ofenda, solo una forma y dejémonos de payasadas.
José Luis Hernández Vidal
Lengua de señas
Esta semana, la Corte Suprema dictaminó que los canales de TV abierta, con alta sintonía a nivel nacional, deberán subtitular y poner lengua de señas a las noticias relacionadas con el covid-19 y la pandemia en general.
Esta medida es un avance que contribuye a disminuir la brecha entre los canales informativos y la comunidad de personas sordas o con pérdida auditiva; sin embargo, aún existen algunos desafíos para avanzar en esta materia.
Un antecedente importante en esta línea es que en enero de 2021 fue publicada la Ley N° 21.303, texto que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social, reconociendo a la lengua de señas como el lenguaje oficial de las personas sordas. ¿Qué oportunidades nos abre esto? A mi juicio, como profesional del área fonoaudiológica, muchas y muy valiosas en materia de inclusión e integración.
El dictamen del máximo tribunal es la antesala de una escalera con varios peldaños, muchos de ellos aún por construir. Uno obvio tras esta resolución es ¿por qué no extender la lengua de señas a las noticias de toda la franja informativa? Asimismo, ¿por qué no incorporarla también a programas de entretención y culturales?
Juan López Sanhueza Académico de Fonoaudiología Universidad San Sebastián