Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Cartelera y Tv
  • Deportes

IFE y Red de Protección Social

"Más de 477 mil personas están recibiendo el beneficio correspondiente a julio, por más de 66 mil millones de pesos". Patricio Martínez Q., Seremi de Desarrollo Social y Familia
E-mail Compartir

Los efectos de la pandemia han dejado durante estos últimos meses una estela de múltiples consecuencias, desde el ámbito económico, pasando por el confinamiento, hasta llegar a los problemas de salud mental, entre otros.

En el primer caso, la pérdida de empleos, el cierre de locales y una caída generalizada de los indicadores económicos han golpeado con fuerza a millones de familias en el país. A raíz de ello, la Red de Protección Social del Gobierno puso en marcha un potente plan de ayudas para llegar a un vasto sector de la población debido al covid 19.

En este sentido, una de las estrategias más robustas es el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en sus diferentes versiones, un verdadero salvavidas que comenzó en mayo de 2020 y que ahora se prolongará hasta noviembre en un 100%, llegando así a más familias.

A nivel nacional, el IFE Universal ya beneficia a cerca de 15 millones 800 mil personas y esperamos que este número siga creciendo con la postulación de agosto, llegando a un alto porcentaje de chilenos y chilenas. Para acceder a este beneficio, aquí juega un rol clave estar inscrito en el Registro Social de Hogares (RSH), que es la puerta de entrada a este tipo de aportes.

Las cifras son elocuentes en la Región de Antofagasta. Hasta el momento, este bono llegó en julio a más de 477 mil personas (de un total de 504 mil inscritos en el RSH, según las cifras del INE 2021), lo que demuestra su importancia y alcance.

En cuanto al ámbito monetario, el total de ayudas del IFE del mes pasado ascendió a más de $66 mil millones, casi 14 veces más en comparación a la primera entrega de mayo de 2020, con $4.700 millones. Esto último demuestra cómo creció esta ayuda y cómo ahora abarcó a un mayor número de familias.

Otro dato interesante es que el IFE Universal, tal como lo dice su nombre, incorporó a un importante segmento de la población que en las primeras entregas quedó excluido. Esto gracias a una serie de correcciones que fueron realizándose en el camino y que, con la ayuda de todos los sectores políticos, nos permitió llegar a un mayor número de personas.

Sólo como dato adicional, Chile es uno de los países que lidera el ranking de ayudas sociales a nivel mundial durante la pandemia, en un esfuerzo sin precedentes y que vale la pena reconocer, al igual que el exitoso proceso de vacunación.

En este sentido, la extensión del IFE no hace más que dejar en claro la potente Red de Protección Social del Gobierno para ayudar a millones de familias durante la pandemia.

Nueva Percepción Empresarial Regional

"Sin embargo, me gustaría llamar a la cautela, estos indicadores tienen una base de comparación bajísima".
E-mail Compartir

En su versión número 20 el Iper, Índice de Percepción Empresarial Regional, que elaboran UNAB, CPC Biobío y EY vuelve a tomar ribetes positivos, luego de registrar en julio 2020 el peor índice en los 10 años de historia que cumple esta semana el indicador.

Destaca en esta edición aniversario que la variable "Disponibilidad de capital humano" aparece como una de las principales dificultades de las empresas para generar valor en materia social, ambiental y gobiernos corporativos. Además, se prevé que los principales focos serán la continuidad operacional, la transformación digital y la innovación y desarrollo. Un 80% de las empresas señala que al menos tendrán un día laboral semanal en formato teletrabajo post pandemia.

Cuando se les pregunta qué pasará con el empleo en su empresa, un 29% de los encuestados responden que aumentara, la mejor percepción desde diciembre 2018, superando inclusive a la encuesta de junio 2019 que marcó un 27%, sin shocks asociados a crisis social ni pandemia.

Respecto al desempleo, los resultados también son positivos, 1/3 de los representantes de las empresas creen que va a disminuir, cifra que va en la línea del último estudio de diciembre 2020 con un 35%, ambos muy superiores al promedio de los últimos 5 años, de un 19% en este nivel de optimismo con el desempleo regional.

En remuneraciones, un 3% cree que estas se verán afectadas con una disminución, a la misma fecha del año pasado una de cada cinco empresas creía que bajarían, lo que detona un fuerte optimismo por las empresas encuestadas.

Estamos abrazando la tan ansiada recuperación, pues nuestro IPER conversa con otros índices nacionales del último tiempo en que las señales son tremendamente alentadoras. La Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) del Banco Central señala que el PIB crecerá a un ritmo de 8,5% en 2021, cinco décimas sobre el pronóstico presentado en julio. En inversión, se espera que la formación bruta de capital fijo se expanda un 8,7% este año y que el Imacec seguirá mostrando tasas de crecimiento de dos dígitos con un salto de 16,3% previsto para julio.

Sin embargo, me gustaría llamar a la cautela, estos indicadores tienen una base de comparación bajísima. Nos estamos recuperando, pero debemos saber ponderar las cifras. En julio de 2020 tocamos fondo. Hoy tenemos aprendizajes de cómo convivir con esta nueva realidad, una liquidez robusta, dado los retiros y las ayudas del gobierno con los distintos bonos, pero son temporales.

La verdadera recuperación será cuando nuestra economía crezca sin estos incentivos. Para 2022 se pronostica un crecimiento del 3% y para 2023 de 2,6%, tasas similares a las pre pandémicas. Seguir cuidándonos, mantener las bajas tasas de contagio y que las cuarentenas sean un mal recuerdo permitirá llegar a cifras de crecimiento efectivas comparativamente hablando.

Ricardo Fuentes Lama

Académico de la Universidad Andrés Bello

Nuevo horario del toque de queda

El comercio y rubro gastronómico esperaban con ansias el recorte en el horario de aislamiento nocturno para reactivar sus negocios. Sin duda, se avanza en el sentido que una población golpeada espera se resuelva, pero que requerirá de los últimos esfuerzos en el autocuidado para no retroceder a situaciones vividas en junio del año pasado.
E-mail Compartir

El sábado se conoció la esperada noticia que la Región de Antofagasta había logrado completar el 80% de vacunación con el esquema completo de la población objetivo. Esta meta junto con ayudar en el control de la pandemia por coronavirus, otorga nuevas libertades a sus habitantes y una de las más esperadas era el retraso en el inicio del toque de queda, el que pasará de las 22 a las 00 horas.

Quizás mucho se habían percatado que el tránsito vehicular y peatonal no decaía totalmente en el también llamado aislamiento nocturno. No obstante, el comercio no podía soslayar esa restricción, principalmente los del rubro gastronómico que debían anticipar el ingreso de clientes para que pudieran ser atendidos en los horarios estipulados.

A partir de mañana, con el arranque del toque de queda a la medianoche es posible lograr una mayor reactivación de ese rubro y otros ligados al comercio. Con ello ayudar a los sectores golpeados con ferocidad por la pandemia, que soportaron cierre obligados, que debieron incursionar en la modalidad de delivery, a veces sin mucho éxito, y que con el avance de fase hoy reabren sus puertas con terrazas y espacios interiores para la atención de quienes completaron el esquema de vacunación.

La reactivación ha sido lenta, pero hoy ven desde otra perspectiva el proceso de adaptación a las nuevas condiciones propias de la exigencia sanitaria. Les falta personal, porque muchos de sus trabajadores migraron a sus propios emprendimientos o a la informalidad para subsistir, pero están conscientes que requieren del doble de esfuerzo para levantar sus negocios y sostener su inversión.

Aunque es prematuro decirlo, poco a poco se está retomando la ansiada normalidad. De modo distinto, porque la mascarilla seguirá por otras semanas. Lo mismo con el distanciamiento social, el lavado de manos, el uso de alcohol gel, las mediciones de temperatura y una de las que más cuesta asimilar respecto a los aforos.

Sin duda, se avanza en el sentido que una población golpeada espera se resuelva, pero que requerirá de los últimos esfuerzos en el autocuidado para no retroceder a situaciones vividas en junio del año pasado donde se vivieron episodios caóticos.