Karen Elena Cereceda Ramos
Ayer, 8 de septiembre, se celebró el cumpleaños de la Virgen María, pero también se celebró una de las fiestas religiosas marianas más importantes del norte de Chile y la más importante de la región: la fiesta de la Virgen Guadalupe de Ayquina.
Una fiesta que, por segundo año consecutivo, se realizó de manera virtual y sólo con la presencia de los habitantes del poblado debido a las medidas sanitarias que buscan evitar contagios de covid, especialmente porque la mayoría de los residentes son adultos mayores.
Una de las celebraciones centrales de esta Fiesta es la misa la que se realizó en la plaza del poblado y que fue presidida por el obispo de la Diócesis San Juan Bautista de Calama, monseñor Óscar Blanco quien comentó que "ha sido una fiesta muy especial donde la alegría ha estado presente a lo mejor un poco más dispersa, pero no hemos dejado de celebrar a nuestra Madre Santísima porque es alegría, consuelo y esperanza", dijo.
Agregó que esta fiesta, que nuevamente se realiza de manera virtual, "la hemos llevado a las casas a los hogares a los colegios a las oficinas para juntos celebrar el cumpleaños de nuestra madre la 'Chinita'".
Recordó a todos quienes han participado de esta fiesta comenzando por los adultos mayores, los pueblos originarios, los niños y niñas , religiosas y sacerdotes, a los voluntarios y a la gente que vive en el poblado.
También destacó a los integrantes de los bailes religiosos quienes, "por segundo año se las arreglaron para ofrecer su danza y el sonido de sus tambores, para homenajear a la "Chinita y manifestar su devoción y amor a la flor mas hermosa del desierto".
Homilía
Monseñor Blanco durante su homilía puso énfasis en el respeto a las comunidades originarias, pero también en la familia, "hoy ponemos delante de ti (Virgen María) una preocupación y pedimos que con corazón de madre cuides con ternura y consueles a nuestras familias que viven atormentadas por los males de este mundo".
En este sentido ,el obispo dijo que no sólo se trataba del coronavirus sino que "sufren las consecuencias también del virus de la violencia, del virus de los abusos, de la corrupción y de las ideologías que no la reconocen como la mayor riqueza de la sociedad, como la cuna donde se gesta nace y se desarrollar la vida de los ciudadanos y la escuela donde se aprende a hacer el bien y a evitar el mal que no nos deja ser felices, todo ello está poniendo en peligro a la familia, la mayor riqueza y senda principal de la sociedad", puntualizó.
Perdón
El rector del Santuario de Ayquina, padre David Vargas junto con agradecer a todos quienes hicieron posible concretar esta Fiesta de Ayquina, ofreció disculpas.
"Yo sé que muchos quisieran estar aquí presente, hay muchos que se les pidió que retornasen, hay otros que hubiesen querido tener una participación activa en los mismos equipos de Rectoría, en los mismos bailes religiosos, en las comisiones. Yo sé que todos hubiésemos querido tener una participación activa, disculpen, pero también hay compromisos asumidos y esos compromisos asumidos va especialmente para con la comunidad y para con aquello que se refiere al cuidado de la vida", dijo.
Agregó que han tratado de, "cumplir todo lo que hemos acordado, por eso disculpen si tuvimos que decirle ahora no, de verdad, uno como sacerdote quisiera que estuviera todo ya, pero no se puede, espero que entiendan, espero que comprendan".
Finalmente dijo que reiteraba lo manifestado por la autoridad sanitaria , "Ayquina nunca estuvo preparada sanitariamente para tener una fiesta presencial, menos ahora en esta etapa de contingencia estaríamos preparados".
En tanto, el presidente de la Comunidad Ayquina-Turi-Panire, Mario Berna Ayavire destacó que esta fiesta se coordinó con la Iglesia y para permitir el encuentro de los devotos con la Virgen se programó la visita a Calama, lamentando que por razones sanitarias esta fiesta debió realizarse de manera virtual.
Dijo que en la medida que las condiciones sanitarias lo indiquen, se permitirá que los fines de semana, puedan asistir los fieles y peregrinos a visitar a la virgen en el poblado, lo que se informará oportunamente.
"Ha sido una fiesta muy especial donde la alegría ha estado presente a lo mejor un poco más dispersa, pero no hemos dejado de celebrar a nuestra Madre Santísima".
Óscar Blanco, Obispo de Calama