Desalojo deja a 300 familias migrantes varadas en Iquique
CRISIS. Centenares de carpas fueron sacadas de campamento en una plaza.
En medio de enfrentamientos entre extranjeros indocumentados y el fuerte contingente policial que había, ayer se concretó el desalojo de más de 300 carpas que conformaban un improvisado campamento en la plaza Brasil de Iquique, en un operativo liderado por Carabineros.
Luego que en julio se declarara zona riesgo de sanitario el céntrico parque ubicado en la capital de la Región de Tarapacá, y el exgobernador provincial, René Muñoz, firmara una orden de desalojo, recién ayer se llevó a cabo la salida de enclave, donde desde hace meses migrantes -principalmente venezolanos- se habían instalado, viviendo en condiciones de poca salubridad y riesgo de transmisión, en plena pandemia.
El hecho dividió a autoridades y expertos, y suma un nuevo elemento a la compleja crisis migratoria que se vive en el norte del país, principalmente en el circuito que va desde la comuna fronteriza de Colchane -donde entre 150 y 200 extranjeros ilegales ingresan diariamente desde Bolivia- hasta Iquique, donde se estima unos 3.000 migrantes -más los que ayer fueron desalojados- deambulan por sus calles esperando juntar dinero para ir hacia otros destinos como Santiago y Valparaíso.
"Tenemos niños y pedimos a las autoridades pertinentes que se pueda habilitar un espacio durante un tiempo preciso para que podamos salir adelante", señaló María Teresa Martínez, una de las desalojadas.
Ayer el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, justificó el hecho e insistió en que continuará habiendo operativos de desalojos y expulsiones. "No está permitido utilizar los espacios públicos que tienen fines de esparcimiento, de recreación, para poder poner viviendas transitorias. Esto fue un trabajo que hizo la delegación presidencial con ellos durante mucho tiempo. Por lo tanto, el desalojo es algo que se había advertido y hoy se está cumpliendo", aseveró, señalando que espera trabajar con el gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal -quien interpuso un recurso de protección contra el Gobierno- en la solución de la crisis.
Desde el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), Carlos Figueroa, criticó ayer en CNN Chile la acción policial. "El desalojo de lugares públicos, sin tener una solución de llegada, finalmente lo que hace es perpetuar un círculo de pobreza y ocupación de lugares públicos sin una solución real", dijo.