El respeto a las primarias
En el pacto oficialista no todos han acatado el triunfo de las primarias y ello terminó con un quiebre y con la "libertad de acción", entregada por Sebastián Sichel. Ese sector político es el que queda en tela de juicio, porque no pocos no cumplieron con una premisa básica de una elección democrática y que es respetar al ganador.
Una de las grandes disputas en la clase política y, principalmente, del electorado era promover el fin de la elección de los candidatos entre cuatro paredes. Se criticaba que esa potestad recayera solo en las cúpulas y se exigía un procedimiento más democrático.
De allí surgieron las primarias vinculantes, que era precisamente lo que se pedía. Una votación reglada en la que los postulantes tuvieran la posibilidad de hacer campaña, presentar sus propuestas y que finalmente los electores fueran los que decidieran en las urnas.
La solución surgió y en el camino ha tenido varios ejemplos y se ha ido consolidando en el tiempo. Hubo falencias al inicio pero hoy son realmente un aporte a la democracia y logran una importante participación.
La muestra más reciente son las primarias presidenciales de la centroizquierda y centroderecha que fueron ganadas por los candidatos Gabriel Boric y Sebastián Sichel, respectivamente. En cada una de ellas votaron más de un millón de electores y eso fue un espaldarazo y un respaldo al sistema de elección y, por supuesto, a quienes ganaron.
Con menos participación, pero igualmente importante, la candidata DC Yasna Provoste, fue la ganadora en la primaria de la Unidad Constituyente.
Pero, como bien lo presentó el analista político Osvaldo Villalobos, hoy vale la pena preguntarse si se cumple con la premisa de que el ganador de las primarias recibe el apoyo de sus contendores electorales y de los dirigentes de los partidos vencidos.
Aquí nos referimos al caso de Sebastián Sichel, que a poco andar de su campaña presidencial empezó a tener problemas dentro de su mismo bloque, al ver que bajaba en las encuestas. Rápidamente los apoyos fueron escapando del ganador de la primaria hacia un ex UDI, José Antonio Kast, que con su partido Republicano levantó su propia candidatura presidencial y las encuestas lo tenían mejor posicionado.
La situación llegó al límite y Sichel decidió dejar en libertad de acción a Chile Podemos + y reenfocar su carrera hacia La Moneda.
Y es allí que surge otra interrogante, para que destinar recursos y tiempo a una primaria que al final queda en nada.
En este caso, es ese sector político es el que queda en tela de juicio, porque no pocos no cumplieron con una premisa básica de una elección democrática y que es respetar al ganador.