El alcalde de Antofagasta, Jonathan Velásquez, acusó ayer -mediante una transmisión en vivo desde su cuenta de Facebook- que nadie del Club de Deportes Antofagasta ni de Colo Colo se había comunicado con el municipio, tras los serios incidentes en el partido disputado el sábado en el estadio Calvo y Bascuñán.

Durante varios episodios del encuentro, en el que los albos terminaron perdiendo 1 a 0 y con ello alejándose de la posibilidad de alcanzar el título del Campeonato Nacional, barristas visitantes intentaron ingresar a la cancha. Pero además, una parte de barra colocolina provocó -de forma vergonzosa- la destrucción de rejas, baños, implementos de protección y de más de 300 butacas del recinto.

"Cada butaca debe tener un valor de $500 mil. Es mucho el gasto económico quizá tengamos que subir el valor de las boletas de garantía", explicó el edil, quien agregó que se siguen haciendo estimaciones de los destrozos, pero "hablamos de daños millonarios".

La mayor molestia del jefe comunal antofagastino, quien dijo que "no se pueden hacer más este tipo de partidos", estaba con las instituciones convocantes. Con los locales, aseguró que no se habían hecho cargo de limpiar los destrozos ni catastrar los daños, y que además la boleta de garantía no alcanzará a cubrir los daños. Sobre los albos reclamó que "ni siquiera hemos recibido, aunque sea, un llamado". Agregó que esperan tener una cita con ambos clubes y Estadio Seguro, para determinar las acciones a seguir.

HABLÓ AMOR

En lo deportivo, uno de los referentes del cuadro blanco, Emiliano Amor, habló en sus redes sobre el golpazo que significó perder el título ante la UC. "Hay muchas emociones juntas, mucha tristeza, pero sumamente orgulloso de este grupo, del equipo, nos defendimos como hermanos siempre y hasta el final peleamos juntos y fuimos para adelante. El año que viene volveremos más fuertes y ganando el campeonato como este club se merece", manifestó.

Posterior a los festejos que hasta altas horas de la madrugada tuvieron la jornada anterior, y previo al viaje que varios miembros del equipo harán como parte de la nómina de la Selección Chilena que irá a jugar amistosos contra México y El Salvador, el plantel íntegro de Universidad Católica llegó ayer domingo hasta el estadio San Carlos de Apoquindo.

El reducto precordillerano, que próximamente será cerrado para su esperada remodelación, recibió a los jugadores del flamante monarca del fútbol chileno, para la tradicional fotografía oficial, en la que aprovecharon de posar con los cuatro trofeos que acreditan su condición de tetracampeones vigentes, y el logro de ser el primer equipo nacional en conseguir cuatro estrellas consecutivas en modalidad larga -dos ruedas-, llegando a 16 títulos.

BALANCE CRUZADO

Uno de los pilares de la buena campaña franjeada fue el mediocampista Ignacio Saavedra, uno de los nominados por Martín Lasarte a la gira amistosa de La Roja. El "Nacho" confesó que en el día después del título, "estamos más tranquilos después un año que fue muy duro. Fue un torneo súper difícil, partimos con algo de irregularidad pero nos supimos sobreponer a todas las adversidades que hubo sobre todo en el primer semestre. Sacamos a relucir ya el hecho de no solo ser los primeros, sino que venir desde atrás para alcanzar el objetivo. Eso le da otro toque a este título", sostuvo el regular volante.

Según Saavedra, uno de los grandes desafíos para 2022 será obtener una buena actuación en las copas internacionales. "A este plantel le falta en el plano internacional lograr algo como lo que consiguió Jorge Sampaoli en la U. Creo que estuvimos cerca de eso con Ariel (Holan) en Copa Sudamericana y tampoco se debe pasar por alto el hecho de que este año hayamos clasificado a octavos de final de la Libertadores después de tanto tiempo", sostuvo.

Otro que habló fue el delantero -también nominado a la Selección- Diego Valencia, de gran temporada en la UC. "Fuimos campeones con diferencia siendo que muchos nos dieron por muertos. Son cuatro torneos seguidos que hemos logrado y eso no se había visto antes jugando campeonatos largos; pasan las horas, pero todavía uno no le toma el peso a esto", describió el "Pollo", segundo goleador de los cruzados con 13 dianas.

Lo que ocurrió ayer domingo en la definición del segundo descendido y del equipo que iría a jugar la promoción fue sencillamente infartante y ofreció quizás los momentos más sabrosos de todo el Campeonato Nacional, cuya parte alta ya se había definido -casi- completamente el sábado.

En especial fue impresionante lo que ocurrió en el césped del Estadio El Teniente de Rancagua, donde la Universidad de Chile -castigada sin público en las tribunas- llegaba llena de dudas, sin concentración voluntaria y con la carga a cuestas de completar doce partidos sin victorias. Un equipo que estuvo prácticamente descendido a pocos minutos de cerrar el partido y que, a puro corazón, terminó dando vuelta de manera increíble las cosas.

EN LA AGONÍA

A falta de seis minutos para el término del Torneo, los azules eran el segundo equipo descendido, acompañando a Wanderers a la Primera B. En un partido increíble, desde el inicio fueron los laicos los que controlaron las acciones y donde solo faltaba mayor claridad frente al arco contrario.

Los cementeros fijaron un puzzle complejo para el juego de los estudiantiles, donde Pablo Aránguiz no pudo nunca llevar la batuta. Tras el 0 a 0 del primer tiempo, sin embargo, en el complemento fueron los caleranos los que abrieron la cuenta. A los 48' un fuerte remate de Pedro Sánchez batió la resistencia del joven Cristóbal Campos y puso el 0-1 para la visita.

El gol despertó los fantasmas y desmoralizó a los azules, que -más tarde- a los 75' se vinieron al suelo con el gol del "Sacha" Sáez, que puso un 0-2 casi irremontable. Para colmo, en el Estadio CAP de Talcahuano, y tras comenzar perdiendo, Huachipato se ponía 3-1 sobre Deportes Melipilla, condenando con ello a los leones al descenso.

Pero de la desesperación, inesperadamente, vino la llave que permitió abrir la defensa de la visita. Y fue el a veces criticado defensor uruguayo Ramón Arias quien halló la manija que condujo a la remontada histórica. "Cachila" encontró el descuento a los 84' y entusiasmó a la U.

Metiendo centros varios, probando desde distancia, ensayando centros… todo servía para los dirigidos por Cristián Romero, hasta que a los 93' -otra vez en los pies Arias- llegó el empate, que permitía alejarse del descenso, aunque los mantenía en zona de promoción. No contaban con que en el último minuto de descuento -como si fuese el guión de una película de suspenso-, llegaría el acabose azul: el ingresado Junior Fernandes encontraba un rebote en plena área cementera y anotaba el triunfo 3 a 2.

Hace años que un gol azul no se festejaba tanto como el del ex seleccionado nacional. Y es que, claro, no sólo era un triunfo -al fin- luego de doce duelos sin victorias: era el fin de una agonía que tuvo a la U rozando el infierno, para salvarse con total épica.

11º puesto en el Campeonato alcanzó la U tras el triunfo ante U. La Calera, quedando con 39 puntos y lejos de todo peligro de bajar.

37 puntos consiguieron Huachipato y Curicó: por diferencia de gol son los acereros los que bajaron directamente a Primera B.