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Desde Marie Curie a Greta Thunberg

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1¿Cómo surgió este libro? Surgió por la necesidad de mostrar no solo el talento, sino también la capacidad de las mujeres para transformar al mundo a lo largo de la historia. Sabemos poco sobre estas mujeres, no les hemos dado la importancia suficiente y las hemos dejado en el olvido. Ahora vivimos un momento de cambio y nos sumamos con este libro que recoge estas historias y les agrega un texto poético. Queremos visibilizarlas. Sentimos que la gente está más receptiva a querer saber sobre ellas, no solo como figuras de las historia, también nos tomamos la libertad de ponernos en sus pieles, en su contexto.

2¿Cómo eligieron a las 17 mujeres que cuentan su historia? Partimos de una lista bien larga que fuimos acotando hasta obtener un campo de acción amplio: hay inventoras, artistas, científicas, mujeres de diversos ámbitos y países, de contexto y épocas diferentes, que dan una panorámica de cómo han impactado las mujeres en la historia de la humanidad. La más antigua es la pintora Artemisa Gentileschi, de fines del siglo XVI. La más joven es Greta Thunberg. Por cierto, al hacer el listado, quedaron afuera muchas otras mujeres iguales de valiosas que de seguro darían material para unos cuantos libros más.

3Este libro, ¿tiene un lector ideal? Uno pensaría que este libro está enfocado a un público femenino, pero en realidad no es así. Me gustaría que también tuviera lectores hombres, para que conocieran estas historias. Encuentro maravilloso que las mujeres podamos tener referentes de peso. Este libro las muestra con sus hazañas increíbles, llegando a las metas que se trazaron a pesar de las dificultades. También pone en relieve que las mujeres pueden desempeñarse en cualquier ámbito: incluso en espacios altamente machistas como en las ciencias. Esa constatación da una inspiración increíble.


En resumen

Marta Mearin es una escritora y música española. Acaba de editar "Históricas: mujeres que cuentan" (Planeta Sostenible), un colorido volumen ilustrado por Joanna Styrylska-Galazyn al que concurren figuras como Marie Curie, Jane Goodall, María Montessori y Pina Bausch evocadas en poéticos textos escritos en primera persona.

En el libro de Marta Mearin se concentran distintos aspectos de las luchas feministas.

3 preguntas

Marta Mearin y su lista de mujeres históricas:

carla viviani

"No miren arriba": la sátira del cometa que cae en Chile

Netflix estrenó la última película del director Adam McKay, un festín protagonizado por DiCaprio, Jennifer Lawrence y Meryl Streep que busca alertarnos en tiempos de abulia, fake news y redes sociales.
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Un cometa caerá sobre Chile en menos de seis meses. Esto provocará tsunamis que arrasarán con el planeta entero. Lo descubre una sarcástica estudiante de Astronomía (Jennifer Lawrence) con problemas de autocontrol que es apoyada por un profesor nerd (Leonardo DiCaprio). El objetivo es alertar a la población y a las autoridades, quienes podrían frenar una colisión letal. El primer obstáculo es el mundo político. No les va bien en la Casablanca, donde son recibidos por una presidenta de extrema derecha (Meryl Streep) y su hijo (Johan Hill), el jefe de su gabinete, quienes están preocupados por la reelección y también en frenar un escándalo mediático. ¿Qué queda? Los medios. En el noticiero que los acoge, los conductores (entre ellos, Cate Blanchett) alivian la noticia con bromas y le dedican más tiempo a un escándalo que pareciera ser más relevante: la ruptura sentimental de una insufrible cantante pop, interpretada por Ariana Grande. En una radiografía sarcástica de nuestros tiempos como es "No mires arriba" (desde el viernes en Netflix) no podría faltar un tecnócrata, al estilo de Elon Musk, llevado a la caricatura por Mark Rylance.

Al director Adam McKay le gusta incomodar al poder desde el corazón de Hollywood. Ya lo hizo en "The Big Short", película centrada en la crisis económica de 2007, y más tarde en "Vice", sobre el cuestionado Dick Cheney. Toda su obra tiene, sin embargo, la poca peligrosidad de un discurso antisistema pronunciado en la entrega del Oscar. Esa comunidad progresista del cine estadounidense que atacaba Donald Trump busca ahora ironizar a través de una película que parece una fiesta de disfraces de millonarios. Lo que no es necesariamente un problema. La historia de Hollywood está repleta de directores, productores y guionistas que han deslizado críticas mordaces desde la comodidad. Sin ir tan lejos, Stanley Kubrick es responsable de una de las sátiras más brillantes del cine: "Dr. Insólito".

El problema de McKay es que su humor es demasiado estereotipado como para que nos atrape. Aunque no todo está perdido -hay un par de buenos gags y, en general, se puede ver. "No miren arriba" nos hace pensar en las complejidades de la sátira, un género que la escritora Molly Ivins definió como "un arma de los que no tienen poder en contra de los poderosos".

En toda obra satírica uno debería poder identificar rápidamente a los villanos, sin miedo a los estereotipos, pero la misión es, desde ahí, llevarnos a algún lugar inesperado. McKay no logra hacerlo del todo. Los temas preocupantes que busca valorar -especialmente después de las últimas alertas sobre el cambio climático- quedan enterrados en un show que no busca ir más allá. La buena sátira debe ser siempre cáustica y urgente, dejar un gusto amargo en el paladar a pesar de las risas, epatar a la sociedad en busca de acción.

Leonardo Di caprio interpreta a un profesor nerd que apoya a una estudiante de astronomía en busca de un cometa.


En resumen

Este largometraje dirigido por Adam McKay es una sátira que busca alertar sobre el cambio climático y las mentiras que vuelan.

Por Andrés Nazarala

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