2022: el año del fin de la pandemia
La OMS estima que gracias al proceso global de vacunación y a la menor agresividad de las últimas variantes, el año entrante debiera darse por superada la emergencia. Un 10% de la población regional no ha recibido ninguna dosis contra el covid y el desafío es que ese porcentaje disminuya y no haya que lamentar casos graves por algún tipo de contagio.
Las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están optimistas y creen que el próximo año la humanidad logrará superar la pandemia por covid-19 que ha afectado por más de dos años al hemisferio sur y casi dos a las latitudes donde se encuentra nuestro país.
La aseveración se basa principalmente en que el proceso de vacunación a nivel global ha sido exitoso y las nuevas variantes, como la ómicron, están presentándose con menos agresividad en los síntomas y secuelas que las anteriores mutaciones. Esto producto de la reacción humana de crear anticuerpos que sean capaces de combatir el virus y obligar su retirada.
En Chile el Minsal habla de una cuarta dosis, pero en realidad los especialistas prefieren referirse como la vacunación anual para combatir a un virus que ya se transformará en endémico. Es decir, será como la influenza estacional y otras enfermedades en las que se recomienda un proceso de inmunización a las poblaciones vulnerables.
De aquí en más tendremos que convivir con este nuevo mal respiratorio que al igual que otros que están presentes en la actualidad pueden transformarse en afecciones graves e incluso provocar la muerte si es que no se toman las medidas de precaución.
Uno de los puntos clave es la vacunación lograda y el fin de semana se informó que del total de la población regional hay un 10 por ciento que no tiene ninguna dosis anticovid. Es un rango que se maneja en la normalidad dentro de este tipo de procesos, pero la intención es aumentar el porcentaje de vacunados para controlar la circulación viral y evitar cuadros graves.
Esa es la campaña en lo inmediato, pero más futuro habrá que empezar a convivir con esta enfermedad que será una más de las respiratorias que año a año se presentan con distintas variantes y afectan a la población.
La humanidad ya ha vivido muchas veces este tipo de ataques virales y ha sabido reponerse. En el camino son muchas las vidas que se pierden y el daño sicológico en los sobrevivientes cuesta que se supere. No obstante, tiene que pasar y servir para fortalecer a las personas y saber que pese a todos los avances y a la tecnología que tengamos, como especie seguimos siendo vulnerables a nuevos ataques virales o bacteriales que se desencadenen en el mundo.