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ENTREVISTA. Eliecer Chamorro, alcalde de Calama:

"Se avecinan tiempos complejos para la ciudad y tenemos que ser prudentes"

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Pablo Orellana González

A modo de balance el alcalde analizó sus seis primeros meses tras asumir en su cargo. Eliecer Chamorro, alcalde de Calama, evaluó como "positiva y en crecimiento" su actual gestión.

Dijo también que para 2022 la administración municipal será muy "responsable en el gasto consistorial, porque se avecinan tiempos complejos para la ciudad y tenemos que ser prudentes".

-En retrospectiva a los últimos seis meses, cómo ha sentido el rigor de ser el jefe comunal.

-Hacemos una evaluación positiva, y lo digo porque llegamos con ciertas dificultades administrativas, financieras, institucionales y con confianzas quebradas en cuanto al recurso humano de la municipalidad. Entonces ha sido un trabajo de muchos desafíos y muy paralelo, pero a pesar de estas complejidades hemos logrado salir adelante.

De a poco hemos recuperado la institucionalidad a través de los simbolismos del municipio de Calama, como lo son nuestras banderas, la de la ciudad y de la Wiphala. Así también recuperamos la confianza institucional en la municipalidad, en las corporaciones, en estas últimas funcionarios han recuperado estabilidad laboral y van a seguir teniéndola en su grado de compromiso con el servicio público más allá de las diferencias políticas o de otra índole. Además y en cuanto a gestión un sólo dato. Hemos apalancado cerca de 32 mil millones de pesos de inversión sectorial y del Consejo Regional; sólo en gestión.

-Siente que le favoreció su experiencia previa en el municipio.

- Puede ser. Tengo veinte años de experiencia el trabajo consistorial. Durante ese período estuve en distintos cargos de menor a mayor responsabilidad. Ayudó creo a descomprimir el ambiente dejado en la administración anterior, la que al parecer fue bastante compleja.

Pero según me han manifestado muchos funcionarios ha habido una mejor interacción, ya no hay miedo y menos incertidumbre porque ellos han visto que he renovado contratos por un año, no como antes que se hacía a tres o cuatro meses. A muchos funcionarios les he devuelto el beneficio de las licencias médicas, porque antes se les descontaba ese beneficio por parte del municipio y el trabajador debía ir con su liquidación a la isapre por ejemplo a cobrarlo. Restituimos el permiso a los trabajadores de cuadrillas operativas a días administrativos. Devolvimos los beneficios de pre y post natal a nuestras trabajadoras cosa que también había sido cambiada.

Soy el primer alcalde en generar contratos indefinidos a los funcionarios de la educación municipalizada que lo hacía bajo la Ley de Subvención Escolar Preferencial, profesionales, docentes, asistentes de la educaciones y otros que no lo tenían y que son cerca de 170 al 60 por ciento de ellos que estaban en esa modalidad. Hace pocos días también hicimos contratos indefinidos a través de la Ley Alivio, y que no se hacía desde el año 2015, la reactivación de este a 149 funcionarios de la Atención Primaria de Salud, y restableciendo un derecho que sí corresponde y es obligación en este caso la Municipalidad de Calama -empleador- a cumplirlo.

-Y en materia urbana, la proyección de la ciudad, el Plan Comunal de Desarrollo y tener la certeza que se avanzará en Plan Regulador.

-Con el equipo de trabajo ya hemos tomado la iniciativa de aplicar dos líneas de trabajo en cuanto al Plan Regulador. Que se implemente bajo dos conceptos, uno urbano y otro del valle, un seccional de regulación de nuestros valles y zonas rurales urbanas e indígenas, por qué, porque nos enfrentamos a dos cosmovisiones, una urbana y otra ancestral de nuestros pueblos originarios y su elemento patrimonial andino.

La experiencia me ayudó a entender que el Plan Regulador no lo podemos entender como un todo, porque las necesidades urbanas son muy distintas a la del mundo indígena de nuestros valles y zonas rurales urbanas. Y en vez de enfrentarlos, decidimos con el equipo es generar un Plan Regulador por etapas, uno de ciudad y un seccional del valle de Calama.

Y es muy probable que durante mi gestión este plan esté aprobado, y que al menos en los tres años que tengo se apruebe el de ciudad, pero lo que es el valle de Calama y nuestros pueblos originarios tendrá un tratamiento de seccional y que me faculta a través de la Ley General de Urbanismo y Construcción para justamente definir un plan territorial y que tiene las mismas características de un Plan Regulador, y que estará enfocado a la cosmovisión andina, y que implica el respeto y a nuestras comunidades originarias y también el desarrollo urbano consensuado en estas dos herramientas.

En cuanto al Plan de Desarrollo Comunal este será actualizado a los tres años del período de mi gestión y que tenga en su contenido un diagnóstico ciudadano a dos años. Es decir, el día de mañana y cuando se tenga un gobierno comunal de cuatro años será evaluado a dos años, y para que vaya manteniendo su vigencia. Y eso creo dará un orden en esta materia.

-Y cómo evalúa al cuerpo de concejales en estos primeros seis meses

-A pesar de las opiniones diversas que hemos tenido en algunos temas, creo que la altura de miras que hemos tenido como equipo institucional ha sido bien interesante, y hemos tenido un buen camino de acción, y eso se valora.

Como alcalde yo valoro al cuerpo de concejales porque hemos logrado comprender que la única forma de avanzar en hacer y mejorar la ciudad es que nos podamos poner de acuerdo, llegar a puntos de consenso para poder trabajar. Y si no lo hacemos va pasar exactamente lo mismo que en la administración anterior, donde Calama no creció, se estancó y con una serie de problemas.

Esa comprensión se notó cuando todos, todos, fuimos al ministerio del Interior y Seguridad Pública a entrevistarnos con las autoridades para resolver y comenzara trabajar en la seguridad pública. Fuimos un equipo y le doy ese valor. Creo también que estamos en un trabajo bastante definido. Sí nos podemos equivocar porque tenemos roles y situaciones muy dinámicas. No digo que en tres año haremos todo, sino que vamos a generar un proceso escalonado de construcción, de orden para la ciudad, y lo haremos con una visión más clara, y que permitirá que las autoridades regionales y nacionales entiendan que Calama está disciplinada en lo que quiere para su progreso.

¿Qué tan austera o controlada va a ser la inversión municipal para el 2022, dónde quiere enfocar esos recursos?

-El plan de trabajo que tenemos nosotros y cuando uno recibe una municipalidad con tantos problemas, es poder apalancar más recursos para el desarrollo de proyectos que generen empleabilidad. Calama tiene problemas de cesantía, no de desempleo, y esa es nuestra preocupación. Tiene una de las tasas de cesantía más altas del país.

Entonces cuando se proyecten obras de infraestructura por concepto de pavimentaciones, del nuevo edificio consistorial y otros más es justamente para entrar en ese problema con proyectos que ayuden a lograr avanzar en esa materia. Además, reactivar el polo de inversiones en la ciudad, sobre todo pymes y emprendedores donde se requiere movimiento circulante. Pero no ese estacional de la gran minería, del circulante doméstico, que la ciudad también se dinamice. Vamos a ser responsables en el gasto y muy prudentes conforme a los recursos que tengamos pero también con los que logremos sumar sobre todo a refortalecer la educación municipalizada y nuestra Atención Primaria de Salud. También vamos a trabajar bastante en la seguridad pública, la delincuencia está peligrosamente por sobre de aquellos que tenemos la responsabilidad de resguardar nuestra seguridad.

¿Siente que ha habido un elemento ausente, que los encargados de la seguridad pública no han afrontado bien los sucesos de violencia y la inseguridad en Calama?

-Yo creo que ha faltado liderazgo. Y en ello están las delegaciones, la Delegación Presidencial Regional y de la provincia de El Loa. Mi responsabilidad como alcalde es poder desarrollar planes y programas desde la prevención, pero no la situacional, ello sería combatir el delito. Aún así hemos llegado más allá de nuestras fronteras y ahí hemos dispuesto recursos importantes en la recuperación y ampliación de cámaras de televigilancia y en alarmas comunitarias. Se van a instalar 16 cámaras más de vigilancia por un orden de inversión a los 80 millones de pesos, llegaremos a tener 43 dispositivos de apoyo a las policías; contamos con 120 millones para luminarias en distintos sitios eriazos para mejorar la sensación de inseguridad en algunos de esos puntos, pero siento que ha faltado liderazgo, porque la inteligencia policial la tenemos, hay que apoyarla y creo faltó más liderazgo de las delegaciones en esta materia.

¿Cuál fue su primer diagnóstico de ciudad tras asumir como alcalde?

-Lo primero que vi fue un desorden administrativo y financiero en el municipio, con toda su institucionalidad quebrada pro la falta de certezas. Pero también me encontré con una Calama que está sufriendo, y no lo digo sólo por la pandemia y los terribles efectos que nos trajo. Lo digo porque los calameños lo están pasando mal desde hace bastante tiempo. Y entiendo también que los concejales también se dieron cuenta de ello. Por eso mi compromiso de trabajar por devolverle a Calama un mayor dinamismo, una mayor importancia en su contexto regional y nacional. Lo vamos a hacer con la gente y la comunidad organizada a quienes siempre vamos a escuchar y que sea la ciudadanía la que también participe en las grandes decisiones de ciudad.