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Comunidad de Ollagüe expresa su inquietud por alto flujo migratorio

CRISIS. El creciente ingreso de extranjeros ha alterado la apacible vida de esta pequeña localidad ubicada a 3.708 metros de altura.
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Claudio Cerda Santander

La puesta en marcha del proceso de reconducción de la nueva Ley de Migración, cuyo reglamento se publicó el fin de semana el Diario Oficial, surge como una de las herramientas que los escasos residentes del poblado de Ollagüe esperan contribuya a devolver la apacible calma que ha sido alterada por el alto flujo migratorio.

Entre otros aspectos, la norma establece que serán inmediatamente reembarcados o reconducidos a la frontera, según corresponda, el extranjero que sea sorprendido ingresando al territorio nacional eludiendo el control migratorio, ya sea o no por pasos habilitados; o por intentar ingresar al territorio nacional valiéndose de documentos falsificados, entre otras causas.

Thelma Ramos Mamami, presidenta de la comunidad quechua de Ollagüe, afirma que en el poblado enfrentan con inquietud el creciente flujo migratorio que ha sobrepasado el límite en infraestructura con el que cuenta esta localidad.

"Vemos en el último tiempo cómo ingresan 60 a 70 migrantes por día a nuestro poblado, por lo que hacemos un llamado al Gobierno para que tome medidas en esto. También solicitarle que, por favor, disponga un avión para que toda la gente que quiera regresar a su país de manera voluntaria se devuelvan, para que en sus países quizás puedan estar más tranquilos", dijo.

"Muchas personas llegan al poblado con hipotermia, deshidratadas, y como es una cultura diferente llegan personas con niños, de la tercera edad y también personas con discapacidad (…) Si se les deja entrar se debe correr también con la alimentación, porque los Carabineros, en la posta, también la municipalidad y muchas veces la misma comunidad debe correr con los alimentos. Muchos niños llegan con escasos signos vitales, por lo que pedimos al Gobierno que se haga responsable. No tenemos médico en el poblado, solo paramédicos. Y esos paramédicos van a registrar a las personas que llegan, y si lo hace una persona con covid contagiará a nuestros paramédicos, que luego van casa por casa en sus rondas.", agrega Ramos.

Desde el Ministerio del Interior informaron que hasta ayer se habían concretado 60 reconducciones en la Macro Zona Norte, 40 de estas correspondientes a Colchane. Una medida que también se aplicó el fin de semana en Ollagüe. "Ayer (domingo) tuvimos el ingreso de dos personas y fueron devueltas en forma inmediata al complejo de Bolivia. El proceso de reconducción se aplica a todo extranjero que no ingrese legalmente al país se le devuelva de forma de inmediata", explicó el teniente de Carabineros, Manuel Díaz Becerra, a cargo de la tenencia fronteriza (F) de Ollagüe.

El poblado, que habitan unas 270 personas, en 2021 registró unos 900 ingresos de extranjeros en condición migratoria irregular.

Temor en el poblado

Para Elena Achu, habitante de Ollagüe y también dirigenta vecinal de la comunidad quechua de la localidad, la implementación de la nueva Ley de Migración no ha representado hasta ahora un aumento en la dotación de control fronterizo.

"Cuando se habló de más militares y dotación carabineros, pensé que en Ollagüe iba a ser igual; pero hasta ahora entro y salgo y no veo ningún cambio. Esta es una frontera muy importante, y si se van a empezar a resguardar otras fronteras comenzarán a ingresar por acá" , explica.

"Este era un pueblo muy tranquilo, antes de que empezaran a llegar los migrantes de a poco a partir de 2020. Nos preocupa mucho, porque este es un pueblo muy apartado. Más de 300 habitantes no somos, y sobre todo adultos mayores", describe.

"Nos preocupa el tema del covid, y también la seguridad. Muchos pobladores tenemos vínculos con Bolivia y nos llevamos bien. Pero hoy la mayor cantidad de migrantes que entran son venezolanos. Hay gran desconfianza porque al ser un pueblo chico nos conocemos todos, y estamos acostumbrados a vivir apaciblemente. Últimamente esto ha cambiado. Algunos pobladores dicen que han escuchado ruidos a medianoche, los perros ladran, tocan puertas y ya no es el dormir tranquilamente como era antes. Tememos por nuestros adultos mayores. Además, en Ollagüe en distancias de hasta 10 a 12 kms hay lugares donde viven dos personas adultas, en otra viven una o en otras tres personas", añade Achu.

Cuidado de viviendas

Para Ramos, en tanto, la inquietud de los habitantes del poblado también surge por el resguardo de sus viviendas. " Los migrantes entran con tanta facilidad al pueblo, que no se puede controlar el número, porque además en Ollagüe son unos 12 carabineros, en una extensión amplia (…) Entre nosotros cuidamos las casas que están desocupadas. Hoy estamos casi como en Colchane", asevera.

Elena Achu, en tanto, agrega que en el poblado en materia de seguridad fronteriza se sienten abandonados por las autoridades. "Tenemos un bus rural también, que es para el pueblo. Pero en ese mismo bus bajan a los migrantes, por lo que ya no podemos viajar porque nos da miedo por el covid y por cuidar nuestras casas", expresa.

"Muchos niños llegan con escasos signos vitales, por lo que pedimos al Gobierno que se haga responsable. No tenemos médico en el poblado, solo paramédicos".

Thelma Ramos Mamani, Ollagüina