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Nueva Constitución, territorios y personas

"Espero un reforzamiento del principio que las personas son los principales objetos y sujetos de desarrollo".
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A mi entender, el objeto de desarrollo en su sentido integral, son los individuos que habitan las diferentes entidades territoriales, quienes, a su vez, junto a los órganos del Estado son sujetos del desarrollo por medio de la participación en las diversas entidades territoriales. A partir de este principio, paso a reflexionar respecto a los artículos 2, 9 y relacionados, de la propuesta constitucional aprobados por el pleno de la Convención Constituyente toda vez que se podría entender que el objeto de desarrollo son los territorios.

A saber, el artículo 2.- de las Entidades Territoriales, define que "El Estado se organiza territorialmente en regiones autónomas, comunas autónomas, autonomías territoriales indígenas y territorios especiales. La creación, modificación, delimitación y supresión de las entidades territoriales deberá considerar criterios objetivos en función de antecedentes históricos, geográficos, sociales, culturales, ecosistémicos y económicos, garantizando la participación popular, democrática y vinculante de sus habitantes, de acuerdo con la Constitución y la ley."

A su vez el artículo 9.- de la Equidad, Solidaridad y justicia territorial, señala que "El Estado garantiza un tratamiento equitativo y un desarrollo armónico y solidario entre las diversas entidades territoriales, propendiendo al interés general, no pudiendo establecer diferencias arbitrarias entre ellas, asegurando a su vez, las mismas condiciones de acceso a los servicios públicos, al empleo y a todas las prestaciones estatales, sin perjuicio del lugar que habiten en el territorio, estableciendo de ser necesario, acciones afirmativas en favor de los grupos empobrecidos e históricamente vulnerados. El Estado de Chile promoverá un desarrollo territorial equitativo, armónico y solidario que permita una integración efectiva de las distintas localidades, tanto urbanas como rurales, promoviendo la equidad horizontal en la provisión de bienes y servicios."

La redacción aprobada podría llevar a entender que una comuna como Ollagüe tendría el derecho de contar con un hospital de primera categoría o bien una universidad con todas las especialidades que sus jóvenes quisieran estudiar, lo cual, a mi juicio, es inviable y crea falsas expectativas.

En consecuencia, siendo que a quien queremos desarrollar son a las personas, es decir, ellas son el objeto por desarrollar, el señalado artículo o sus relacionados debieran aclarar e incorporar el principio que en democracia los individuos son los principales objetos y sujetos de desarrollo, evitando con ello futuros conflictos derivados de interpretaciones basadas en una falta de jerarquía de los principios fundacionales de la Constitución.

En el ejemplo, los habitantes de Ollagüe si bien deben tener garantizado un acceso a hospitales de primera categoría como sus jóvenes capaces, a una buena educación universitaria, estos servicios o entidades públicas no necesariamente podrán estar localizadas en esa comuna, salvo que el territorio que cubre Ollagüe pase a formar parte de una nueva Comuna acorde al artículo 2.

En el curso de estas reflexiones puedo concluir que se tiene a la vista una redefinición geográfica de las entidades territoriales y espero un reforzamiento del principio que las personas son los principales objetos y sujetos de desarrollo.

Sentido del humor y sentido de respeto

Las sociedades van evolucionando y si bien el buen ánimo, el reírse de lo cotidiano tiene límites que debemos aprender y aplicar más si se hace en público. Lo acontecido en la entrega de los premios Oscar entre Will Smith y el comediante Chris Rock, es un estado límite. Familiares que reaccionan, tal vez de modo destemplado o inapropiado o injustificable.
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Aunque algunos apelen a que no se debe perder el buen humor, sabemos que hay límites y ya los conocemos. No hace mucho nos parecía gracioso reírse de los defectos de las personas, de los falsos estereotipos de las esposas y suegras, de las minorías sexuales y étnicas, de los borrachitos o de quienes padecían alguna enfermedad , inmersos en una sociedad con cero empatía hacia quienes viven una condición determinada, sufren de alguna enfermedad o son parte de los sectores marginados.

Eso hoy no tiene cabida y quienes trabajan con el humor lo han entendido. Comentan que Chile cambió y reconocen que han debido adaptarse y actualizar sus rutinas a esta nueva sociedad. No todos están de acuerdo porque creen que el sentido del humor es sano, reírse de uno mismo también, pero tras abucheos y pifias coinciden en que la sonrisa o la risa a carcajada deben buscarse en otro ámbito.

Tras muchas de las bromas o chistes que surgen sobre los temas antes mencionados hay situaciones particulares de dolor, tristeza y amargura que embargan a familias completas. Adultos y niños que han luchado para salir adelante ante la adversidad de una sociedad perversa, maltratadora y selectiva.

Las han pasado mal y verse incluidos en rutinas humorísticas acentúa la sensación de soledad y discriminación. No todos han logrado zafar de este aislamiento y vulnerabilidad que solo encuentra acogida en la familia y cercanos que realmente entienden el valor de las personas sin distingos.

Han luchado para no ser víctimas y salir del enclaustramiento. A veces asumen sus discapacidades o sus enfermedades en tono de broma, no obstante, siguen golpeados por una mayoría que se ensaña con ellos desde las etapas más precoces.

Lo acontecido en la entrega de los premios Oscar entre Will Smith y el comediante Chris Rock, es un estado límite. Familiares que reaccionan, tal vez de modo destemplado o inapropiado o injustificable, pero que no hace más que reiterar que hay situaciones que no pueden ser motivo de burlas o insumos para el humor, no en un mundo que necesita mirarse hacia adentro y activar los valores humanizadores de solidaridad, bondad, empatía, entre otros.

Violencia escolar

"Con el esfuerzo por atender el rezago curricular, el trabajo socioemocional debe tener un énfasis de primer orden".
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¿Cuáles son las causas de las manifestaciones actuales de violencia en las escuelas? Estos comportamientos en el mundo escolar no son excepcionales. En la vida de las comunidades educativas, en algunas épocas, con mayor extensión y gravedad, esos fenómenos ocurren. A veces toman notoriedad por los medios de comunicación. En muchos casos aparecen ignorados hasta que la situación escala y se suceden hechos lamentables, a veces fatales.

El fenómeno actual encuentra su explicación en los largos confinamientos, la ausencia de presencialidad escolar, la alteración de los vínculos naturales, propios de la vida colegial. Las escuelas se nutren del quehacer diario, de ritos, actividades comunes, que durante casi dos años se vieron alterados. Los hábitos, son la esencia del comportamiento humano. Se dejan de vivir y es natural que se produzca una distorsión en la convivencia escolar. Por otra parte, la normalización de la violencia, donde a través del grito, la fuerza física, la prepotencia, a veces interactúan las personas en ambientes familiares y sociales. O para alcanzar diversas demandas, conseguir los fines a cualquier precio. Tienen una carga de imitación en niños y jóvenes.

En los retornos de las vacaciones del verano y las interrupciones de los recesos durante el año, los escolares presentan desorientación, que necesita tiempo de reinmersión. Entonces, no es de extrañar que bajo las condiciones en que han estado los estudiantes, más los fenómenos ambientales, de la contingencia actual, hasta la guerra en Europa Oriental, su retorno actual no esté exento de dificultades, y que ahora sean mayores, más complejas. Además, al estado de confinamiento, se agregan horas de exposición a las pantallas, falta de actividad deportiva, pérdida de hábitos de trabajo. En estas condiciones el resultado no puede ser otro.

Lo interesante es la oportunidad formativa que este desafío nos presenta. Con el esfuerzo por atender el rezago curricular, el trabajo socioemocional debe tener un énfasis de primer orden. Partiendo por los profesores y las familias. El retomar las rutinas y hábitos con los alumnos. Desde lo más básico, practicando juntos. Disponer de tiempo para escuchar. Hacerse cargo de lo que les preocupa a los alumnos. Oír, es atender. Escuchar es hacerlo desde lo que al otro le importa. Respondiendo todas las dudas, de la mano de reglas y exigencias claras, que toda sociedad debe tener. Necesarias para su organización y supervivencia. En un ambiente que cuide y cultive el respeto, base de la dignidad propia y de los demás.

Siempre sobrevendrán tensiones en toda organización. Lo importante es no perder el rumbo para recuperar la paz, cada vez. Ante estados de convulsión, la serenidad y la comunicación de los integrantes de la comunidad educativa llevan a buen puerto, porque ejercitan la unidad y la contención. La evidencia muestra que la presencialidad es el ecosistema para lograrlo. No dejemos de cuidarla, desde la autonomía de cada colegio.

Manuel Dannemann Correa

Master en Psicología Positiva