Derechos fundamentales
La medida del éxito de una propuesta constitucional sobre derechos fundamentales consiste en generar una identificación y familiarización de los ciudadanos con estos y crear acciones judiciales que permitan hacerlos exigibles. Cuando los ciudadanos lleven la norma debajo del brazo, se molesten cuando esta se viole por el gobierno y exijan su cumplimiento ante tribunales, ella será verdaderamente legítima y eficaz.
En este contexto, la Comisión de Derechos Fundamentales ya aprobó en particular una lista de 25 derechos sociales, entre los cuales incluyen derechos lingüísticos, la producción social del hábitat, el derecho a la verdad, a la memoria, entre otros "nuevos derechos".
Para esto es significativo reflexionar sobre la capacidad que tenemos como sociedad de convertir anhelos populares o identitarios en una ley suprema, porque si todo anhelo es derecho fundamental, en la práctica, ya nada lo es.
Entonces, ¿vale la pena todavía tener derechos fundamentales? Sin duda, pero está en las manos de nuestros constituyentes separar la paja del trigo, deliberando cuáles son aquellos derechos básicos, dignos de una categoría especial, y aquellos que son propios de la legislación ordinaria de un país.
Cristián Stewart y Jorge Hagedorn IdeaPaís
Incertidumbre
Finalmente, la Comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional decidió incluir la libertad de enseñanza y el derecho preferente de los padres a elegir la educación de sus hijos. A pesar de este importante paso, se mantiene la incertidumbre y la incerteza jurídica. Lo primero que falta es su ratificación en el pleno de la Convención y algo no menos importante, es que el texto solo menciona los derechos, pero no los asegura ni los garantiza.
Estamos muy preocupados que la Convención prefiera no garantizar estos derechos en la nueva Constitución, ya que decidieron que fuera regulado por una ley, que incluso podría ser modificada por una votación simple del Poder Legislativo.
Si se aprueba de la manera en que salió de la Comisión de Derechos Fundamentales, miles de niños y adolescentes que hoy se educan en colegios particulares subvencionados estarán desprotegidos, ya que futuras leyes podrían restringir el aporte estatal a estas familias, en desmedro de su legítimo derecho a elegir y a la calidad de educación que ya reciben.
Esperamos que la Convención Constitucional tome conciencia de esto y que se ingresen modificaciones a la altura de lo que el país necesita, para que cuando llegue al pleno se apruebe un borrador que no quede en deuda con nuestros estudiantes.
Rafael Mundaca Martínez Director de la Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados (CCPS)
Constitución
El inciso final del artículo 142 de la Carta Fundamental establece: "Si la cuestión planteada a la ciudadanía en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución". Ello significa, en estricto rigor jurídico, que continuaría rigiendo la Constitución de 1980.
Sin embargo, en realidad la que continuaría vigente sería la Constitución de 2005 de Ricardo Lagos, una Constitución que -según las palabras que pronunciara el 17 de septiembre de 2005, durante la ceremonia de promulgación del Decreto Supremo que estableció el texto de la Constitución de 1980 refundido, coordinado y sistematizado- "ya no nos divide, sino que es un piso institucional compartido. Iniciamos nuestras celebraciones nacionales con una patria más grande, más unida, más prestigiosa, reconocida en el mundo; una patria que recuerda con orgullo su pasado y construye entusiasta su porvenir; una patria que termina de reencontrarse con su tradición histórica. Tener esta Constitución nos liga a un pasado del cual todos estamos orgullosos. Este es un día muy grande para Chile, tenemos razones para celebrar, tenemos hoy, por fin, una Constitución democrática, acorde con el espíritu de Chile, del alma permanente de Chile".
Finalmente, cabría destacar que la opción "Rechazo" en el plebiscito ratificatorio es tan democrática como la opción "Apruebo".
Adolfo Paúl Latorre
Quinto retiro
Esto del quinto retiro acotado que se está discutiendo ahora, es una burla más hacia el pobre pueblo chileno que está desesperado por la falta de dinero.
Todos los que deciden el asunto reciben, por lo bajo, 5 millones de pesos mensuales. Se hacen los dadivosos con el dinero ajeno. Gobierno, despierte de una vez, lo que realmente necesita la gente es tener más trabajo, aumentar los salarios, no romper sus chanchitos.
Renato Norero V.