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Buscan coordinar acciones para que joven no vuelva a la calle tras inminente alta desde centro psiquiátrico

SALUD MENTAL. Organizaciones sociales, junto a la familia, están realizando gestiones para evitar que la joven recaiga en el consumo de drogas y se exponga a situaciones de extrema vulneración.
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Karen Elena Cereceda Ramos

El 17 de septiembre de 2020, J. A. fue trasladada desde Calama a una clínica psiquiátrica de Santiago y posteriormente, al Hospital Psiquiátrico que se ubica en Putaendo, Región de Valparaíso, lugar donde comenzaría a recibir tratamiento por su esquizofrenia, la que se agudizó por su adicción a la pasta base.

Para ella y su familia, esta internación era el final de una triste etapa en la vida de la joven, quien durante años estuvo viviendo en las calles y expuesta a situaciones de extrema vulneración.

También pensaban que era el inicio de un tratamiento médico permanente, el que estuvieron esperando por años, tras golpear muchas puertas sin obtener respuestas concretas. Lamentablemente esta internación, contrariamente a lo que se estimaba, no era de forma permanente y más aún finalizará en las próximas semanas.

Según comentó Carmen, una de sus hermanas, el anuncio de que le darán de alta a la joven, generó una gran preocupación debido a la complejidad de su trastorno y, particularmente, al miedo de que ella vuelva a las calles de Calama y se repitan los hechos.

"Nos dijeron que no podían estar más con ella, porque no hay cupo, porque tienen que tener camas libres para los próximos pacientes. Entonces, eso nos preocupa mucho, porque yo sé que -si que la dan de alta - ella va a volver a las calles", explica Carmen.

Generar redes

Desde que, a través de este Diario se dieron a conocer las condiciones en las que vivía Jenny antes de ser internada en Putaendo, hubo varias organizaciones y profesionales que decidieron prestar ayuda y contención tanto a ella como a sus familiares, entre ellas la Colectiva Feminista y la Agrupación de Abogadas Feministas (Abofem).

Son estas mismas organizaciones que, en la actualidad, están buscando generar redes de apoyo e informando a las autoridades de la región, a fin de evitar que la joven recaiga en el consumo de drogas y vuelva a las calles a exponerse.

Tania Saavedra, encargada comunal de Abofem, que lidera esta cruzada y además prestan asesoría a la familia de Jenny, comentó que, "después de un año y fracción acaban de notificar a la familia que la tienen que dar de alta porque ella está estabilizada médicamente, sin embargo, el alta implica devolverla a la ciudad de Calama, su familia no está en condiciones de ser apoyo consistente a los requerimientos de J. A." , explica.

En este sentido y dada la gravedad de esta situación, señala que ya han sostenido reuniones con la seremi de Salud, Jéssica Bravo y que además han hecho entrega de los antecedentes al alcalde Calama, Eliecer Chamorro, al delegado provincial, Miguel Ballesteros y también a la diputada por la región, Catalina Pérez.

"Nosotros lo que buscamos es que podamos hallar entre todos, autoridades y nosotros como organizaciones civiles, la posibilidad de encontrarle un lugar establecido porque, una mujer en situación calle, está sumamente vulnerable", dijo Saavedra quien añadió que, "volver a la calle, es volver a perjudicar su propia dignidad y eso es lo que nos preocupa".

Destacó la recepción que obtuvieron desde la seremi de Salud, quien se comprometió a generar redes y nexos para encontrar alguna solución y además les explicó que, para optar a una internación en uno de los dos centros psiquiátricos permanentes que hay en el país se deben cumplir algunos requisitos específicos, como por ejemplo, el estar postrados. "J.A. es, en ese sentido, una mujer autovalente, camina por ejemplo, sin embargo, sus patologías y además su policonsumo le hace sumamente vulnerable", dijo la abogada.

En tanto, Liliana González, encargada de comunicaciones de Abofem- Calama, dijo que el objetivo es hacer todo lo que sea posible para evitar que vuelva a tener el mismo destino que tenía antes de su internación.

" Si no tenemos resultados que nos satisfagan, de alguna manera vamos a llegar hasta donde sea, porque la situación en sí es bastante grave porque este caso lo que hace es retratar, de forma muy perversa, las vulneraciones a lo que las mujeres nos vemos envueltas día a día, sumando la condición de que poseen enfermedades de salud mental, que viven en situación de calle, lo que además la deja especialmente expuesta, la idea es poder agrupar y crear la mayor cantidad de conexiones con tal de ayudar a ella y su familia.

Situación familiar

Situaciones como la de J.A. y de otras personas que pueden estar en una condición similar, lamentablemente no sólo los afecta a ellos sino que también a todo el entorno familiar.

En la actualidad tanto la madre como la hermana de la joven están con tratamiento psicológico, debido a toda la carga que ha significado cuidar a una persona con esa enfermedad, sumado al prejuicio de la sociedad que, habitualmente las culpa a ellas por su situación.

Carolina Briceño, psicóloga y psicoterapeuta, quien atiende a la familia explica que este caso demuestra cómo abarcan las situaciones mentales en Chile donde dice se tiende a ver a la persona de forma parcelada, sin tomar en cuenta el entorno familiar.

"Puede ser que ella esté estable, que ella se pueda valer por sí misma, que no esté postrada, pero el contexto, ni la familia acompaña", expresa la psicóloga.

Explica que al decir que la familia no la acompaña, "no me refiero a una cosa de voluntad, si no que ya no se puede. Yo, como psicóloga de Carmen, hermana, ella es una mujer joven, tiene 33 años, yo he trabajado mucho ese sentimiento de culpa, de no poder hacer más y de estar cansada y ella también tiene derecho a vivir su vida, cosa que no lo ha podido hacer (...) Carmen ha perdido trabajos en este último tiempo por crisis angustiosas, crisis de pánico, también afecta mucho a todos los familiares de Jenny".

Todas las profesionales e incluso la hermana de J.A. coinciden en un punto y es que la red de salud mental en el país es muy precaria y que se debiese reforzar. "Deberían reforzar las redes de salud, es muy precaria. Nosotros, desde que iniciamos la búsqueda de ayuda por esto, estuvimos cinco años luchando por este cupo logramos en Putaendo y ahora nos salen con esa noticia, yo me doy cuenta que hace falta fortalecer la redes de salud mental", puntualizó su hermana.

"El alta implica devolverla a la ciudad de Calama, su familia no está en condiciones de ser apoyo consistente a los requerimientos de Jenny".

Tania Saavedra, Coordinadora Abofem

"Es un caso demuestra cómo abarcan las situaciones mentales en Chile, se tiende ver a la persona de una manera muy parcelada".

Carolina Briceño, Psicóloga familia de Jenny

17 de septiembre de 2020 Jenny fue derivada a Santiago a un hospital psiquiátrico y posteriormente a Putaendo.

28 años tiene la joven quien en las próximas semanas será dad de alta, situación que preocupa a su familia.