Felipe Berríos suma dos nuevas denuncias tras investigación por 'hechos de connotación sexual'
SACERDOTE JESUITA. Se agregaron testimonios de mujeres que tenían 14 y 17 años al momento de los actos que acusan.
Una semana después de hacerse público el inicio de una investigación previa canónica al sacerdote Felipe Berríos, por "hechos de connotación sexual" contra una mujer que era menor de edad al momento de ocurrir las situaciones acusadas, ayer se dieron a conocer dos nuevas denuncias contra el jesuita.
Anteriormente, la congregación de la Compañía de Jesús había informado a través de un documento que "con fecha 2 de mayo decretó la apertura de una investigación previa canónica, nombrando a la abogada laica María Elena Santibáñez a cargo de esta investigación".
"La Compañía de Jesús dispondrá de todos los medios que sean necesarios para que esta investigación se efectúe con la mayor rigurosidad y celeridad, a fin de esclarecer los hechos denunciados y las eventuales responsabilidades. El Provincial dispuso la suspensión del ejercicio público del ministerio sacerdotal de Felipe Berríos", detalló el comunicado.
De acuerdo a una publicación del vespertino La Segunda, tras esta denuncia han aparecido dos acusaciones más contra el religioso de 65 años, además de testimonios en favor de la primera denunciante.
El periódico detalla que las nuevas posibles víctimas tenían entre 14 y 17 años cuando ocurrieron los hechos que generan las acusaciones.
También se detalla que la primera denunciante, que en la actualidad tiene 32 años, ya declaró ante Santibáñez.
Según el vespertino, la mujer declaró la semana pasada frente a la abogada y reveló que pertenece a una familia que generó lazos con Berríos tras vivir una tragedia familiar, lo que tranformó al sacerdote en un puntal para esta familia.
Se indicó que los hechos habrían sucedido cuando la presunta víctima, aún siendo menor de edad, visitó a Berríos junto a su madre, pero ella habría quedado fuera del lugar en donde el cura conversó con la niña.
El diario precisó que fue la mujer denunciante quien solicitó abrir esta investigación de forma canónica, ya que afirmó que es la Iglesia Católica la que debe responder, posición similar a la que tuvo Marcela Aranda, primera denunciante contra el fallecido sacerdote Renato Poblete, también jesuita, quien finalmente acumuló 40 víctimas, 20 por acción directa del religioso y 20 por acción indirecta.