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Los días clave que vive la Convención

En la recta final, sus integrantes coinciden que es el momento de comunicar con claridad y sin ambages los acuerdos logrados luego de meses de ardua labor. Lo plasmado en las centenares de normas no es de fácil conocimiento y por ello es vital que los constituyentes destinen tiempo para la divulgación y explicación.
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Mañana en el anfiteatro natural de las Ruinas de Huanchaca se realizará una histórica ceremonia cuando el pleno de la Convención Constitucional entregue el borrador de la nueva Carta Magna. Y esto va más allá de que si estamos o no de acuerdo con su contenido, porque lo ocurrido es que se realizó un proceso inédito con constituyentes elegidos en votación popular y con plenas atribuciones de cambiar el marco de principios por los que deberá transitar el Chile del futuro y se presentará en la Región.

Simbólico momento que dará paso a la recta final de la labor de este órgano democrático a la espera de las importantes labores que realizarán los integrantes de las comisiones de Armonización, Normas Transitorias y de Preámbulo. Principalmente la primera que resolverá inconsistencias, contradicciones, repeticiones, omisiones, concordancia y que velará por la buena técnica legislativa y ordenamiento.

Luego de ello se viene el despliegue territorial en el que los constituyentes buscarán el mejor modo de comunicar a la ciudadanía lo aprobado y su impacto en los distintos sectores de la actividad social. Puntos sobre los cuales la comunidad depositó especial confianza en el sentido de construir los pilares de una nueva sociedad menos discriminadora, más equitativo y con oportunidades para que las nuevas generaciones puedan aspirar a una mejor calidad de vida.

Todo ello con una mirada distinta, de mayor respeto a la diversidad, a los ecosistemas y conscientes del cambio climático que estamos viviendo y que si no le ponemos atención en estos momentos más adelante puede ser demasiado tarde.

Lo plasmado en las centenares de normas no es de fácil conocimiento y por ello es vital que los constituyentes destinen tiempo para la divulgación y explicación al ciudadano común. Es sabido que un porcentaje inferior de personas será el que podrá leer las normas y el articulado, el resto tendrá que recoger lo que hagan la Convención y los constituyentes a través de sus equipos de comunicación, junto al siempre valioso aporte de los medios que cumplen con la importante labor de informar.

El tiempo apremia y cómo no habrá terceras vías o alternativas anexas todo se circunscribe al apruebo o al rechazo en el plebiscito de salida de septiembre. Allí será el todo o nada para la evaluación del trabajo de la inédita Convención Constitucional.

Importancia de educar en la fe

"No perdamos la oportunidad de acompañar a nuestros hijos en su tránsito a una vida plena en Dios". Óscar Blanco Martínez, Obispo de Calama
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Próximos a celebrar el Día del Catequista y junto con saludar y agradecer a todos los catequistas de nuestra diócesis que con vocación de amor y entrega generosa trabajan en las capillas, parroquias y colegios cumpliendo la hermosa tarea de educar en la fe. Hombres, mujeres y jóvenes elegidos y enviados del mismo Jesús, por lo tanto, hijos predilectos y responsables de un ministerio divino al servicio de los hombres.

Sin embargo, entendemos que esta misión y tarea que en estos dos últimos años también ha sido afectada por la pandemia, nos recuerda que no es exclusiva de los catequistas, sino es necesario hacer hincapié en el rol fundamental e ineludible que nos asiste a todos los bautizados como educadores de la fe.

Cuántos niños y jóvenes nacen, crecen y se desarrollan en nuestra humanidad, sin haber jamás oído de Dios y lo que es peor, pasan por la vida sin saber que son hijos de Dios, sin conocer el plan de salvación, sin saber por qué están en esta tierra, sin saber quiénes son y cómo conducirse.

Si llegan a ser conscientes del plan de Dios, podrán soportar todas las pruebas de la vida, desviar todos los males a los que se enfrentan, perseverar hasta el fin y ganar la recompensa final del plan de felicidad.

En tal sentido debemos reconocer que los padres de familia son los principales educadores de la fe de sus hijos. El testimonio de la vida cristiana ofrecido por los padres en el seno de la familia llega cubierto del amor y esta primera experiencia cristiana deja en los hijos, una huella decisiva que los marcará para toda la vida. -De hecho-, la fe de nuestros hijos dependerá del modo en que perciban la presencia de Dios, no solo como un ingrediente añadido a su educación, sino como algo esencial para la vida a la cual la educación les introduce.

Nuestros hijos se están enfrentando lamentablemente a un ambiente de lenguaje donde ha desaparecido o se quiere hacer desaparecer la palabra "Dios". Es necesario por lo tanto educarles en la tradición católica, donde la palabra "Dios" existe y tiene sentido. Por medio de la educación buscamos transmitirles la capacidad de entender los distintos puntos de vista, donde el objetivo es, por un lado, un sentido fuerte de pertenencia a la propia tradición católica y, a la vez, que esa tradición no se entienda como particularidad cerrada, sino como lugar de apertura máxima a la realidad. Nuestra rica tradición ha mostrado, ante todo, su confianza en Dios como palabra y razón que, al haberse encarnado y asumido la realidad, puede recoger todo lo que hay de verdadero en los demás modos de habitar el mundo.

No perdamos la oportunidad de acompañar a nuestros hijos en su tránsito a una vida plena en Dios y en el que desde su concepción les llama a ser parte de la misión que tenemos los cristianos y que consiste en transformar nuestro mundo egoísta e injusto, en un mundo donde el amor hacia Dios y las personas, esté presente en todos los acontecimientos cotidianos. Así, este mundo se convertirá en un adelanto de lo que Dios ha querido desde siempre para los hombres y las mujeres.

La Convención Constitucional en la Región

"En Colombia, se habla de "choque de trenes" entre las normas socio ambientales y la minería, un desafío para el Congreso" Cristián Rodríguez, Director del Instituto de Políticas Públicas UCN
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Durante la semana la Convención Constitucional (CC) estará en Antofagasta, su extenuante trabajo en las comisiones y el Pleno estará concluido, el borrador de los artículos aprobados estará en manos de la Comisión de Armonización. La visita será un positivo ejercicio de educación cívica, que permitirá a las y los ciudadanos de la región acceder a una síntesis del trabajo realizado, que el 4 de septiembre será sometido a plebiscito.

Gran interés capturan materias como derechos sociales, sistema político, formas de Estado, y un tema de particular interés regional, dadas su vocación minera como es el articulado ambiental y modelo económico. Este último capítulo ha despertado un importante debate a nivel regional, nacional y al interior de la CC, el cual se relaciona con la configuración de una nueva institucionalidad para la gobernanza del medio ambiente y los recursos naturales. En la actualidad, el capítulo se compone de aproximadamente 29 artículos, divididos en materias como derechos de la naturaleza, recursos naturales, agua y el papel del Estado en la economía.

Una pregunta importante, ¿cuánto cambia de como lo conocemos, el gobierno del medio ambiente y de los recursos naturales? En primer lugar, lo propuesto en la temática socio ambiental incorporó un conjunto de principios, derechos y garantías reconocidos en la esfera internacional, y asimilados en numerosas constituciones nacionales para hacer frente a la emergencia del cambio climático, como son el reconocimiento de los derechos de la naturaleza, el cuidado y la conservación de las aguas, la participación ciudadana y el acceso a la justicia ambiental entre los principales.

En segundo lugar, en el caso de los recursos naturales no renovables, la institucionalidad que se propone vuelve sobre un legado histórico, se integró una traducción patrimonialista, esto es que el Estado/Nación es el propietario de recursos que son inapropiables como propiedad privada, como son los minerales. Una norma que actualmente está inscrita en el artículo 24 de la Constitución, y que fue reinterpretada por la Ley de concesiones mineras y el Código de Minería dictados en los años 80, que transfirió este derecho a la iniciativa privada. En adelante, será un derecho que de acuerdo a como lo traduzca el legislador quedará bajo la administración del Estado, ya sea para explotar directamente o para transferir su uso vía concesiones administrativas a particulares.

Un tercer aspecto, vinculado a lo señalado, es la transferencia de competencias al Estado. De ahí la importancia que la CC le mande al Estado elaborar por primera vez una política pública, la cual incorpora principios sobre gobernanza de los recursos naturales, una política que deberá ser discutida democráticamente en la sociedad, la cual definirá lo que el país y la región espera en el futuro de la minería.

¿Dónde está la incertidumbre que provoca la nueva institucionalidad? De acuerdo con la experiencia comparada de países que integraron en sus constituciones un enfoque relativamente similar de lo que se propone para Chile, la complejidad ha estado en los déficits de desarrollo de una gobernanza que logre armonizar la protección del medio ambiente y las comunidades con la necesidad de desarrollo y crecimiento económico. En Colombia, se habla de "choque de trenes" entre las normas socio ambientales y la minería, un desafío que deberá despejar la segunda etapa de este proceso, que se jugará en el Congreso.