Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Contraportada

Armonía

"Las experiencias que vivimos, y que nos generan algún tipo de trauma, llevan a nuestro cuerpo a perder su armonía".
E-mail Compartir

Llegamos a la etapa clave de armonización de la Constitución. Esta palabra que comenzamos a escuchar reiteradamente en los últimos días apunta a un proceso que constantemente estamos realizando en nuestro quehacer diario. Lo vemos en equipos de trabajo, en nuestra familia, en organismos gubernamentales y en todos los ámbitos de la sociedad. Nuestro cuerpo, muy sabio, está todo el tiempo buscando estar en equilibrio con las necesidades y acontecimientos que nos rodean. Tanto así que el impacto que muchos han experimentado en la salud mental durante el último tiempo es el resultado de un agotamiento corporal y mental, por buscar el equilibrio en un contexto de altos niveles de incertidumbre.

Dado esto me pregunto, ¿es posible lograr la armonía en estos tiempos?, ¿es posible que la propuesta de nueva Constitución logre tal armonía? Volviendo a cómo nos comportamos los seres humanos, y particularmente cómo funciona nuestro cuerpo, lo cierto es que las experiencias que vivimos, y que nos generan algún tipo de trauma, llevan a nuestro cuerpo a perder su armonía, lo que genera que este funcione desarticuladamente. En otras palabras, algunos órganos trabajan más que otros para lograr cierta armonía de forma individual, sin embargo, no logran una sinergia apropiada en general.

Otro de los síntomas de la pérdida de armonía es el comenzar a sentir con mayor frecuencia emociones más restrictivas, como el miedo, la frustración, el resentimiento, la rabia, la ansiedad, entre otras. Todas estas emociones biológicamente nos disponen al ataque o la huida y limitan nuestra capacidad de escuchar, de conversar y de confiar. Por lo que estos dos síntomas, individualismo y emociones restrictivas, son el resultado de la pérdida de armonía.

Nuestro país perdió su armonía. No me cabe duda de que todos la queremos recuperar. Sin embargo, esto es imposible si no nos hacernos cargo del estado emocional y del individualismo. Lo principal para comenzar a reencontrarnos es cambiar el actual estado emocional restrictivo hacia emociones expansivas, y la acción que permite este cambio es escuchar genuinamente al otro, con el afán real de comprenderlo. La clave para salir del individualismo es colaborar.

Y en esto las empresas tienen mucho que aportar, puesto que en el contexto organizacional entrenamos nuestra forma de trabajar con otros, y es ahí donde podemos comenzar a hacer la diferencia. Si estamos realmente comprometidos con lograr una armonía que trascienda, necesitamos impulsar una nueva forma de hacer empresa, donde la persona esté al centro y trabajemos en armonía entre todos.

Atajo a la violencia en los colegios

Amenazas de bombas, balaceras, riñas y otros episodios ponen la alerta para que se busquen soluciones concretas y a largo plazo. Se creyó que en un país de libertades no habría restricciones y bajo el manto del derecho a la manifestación se podían exceder las normas de convivencia y caer en delitos.
E-mail Compartir

Dos adolescentes investigados por amenazas de bombas en establecimientos educacionales, otro por ingresar con un arma de fuego a su colegio, amenazas de balaceras y otros con sanciones internas por agresiones entre compañeros son parte de los hechos de violencia que se han registrado con el retorno a clases presenciales en la Región tras los confinamientos por pandemia. Si bien son hechos aislados, tanto los docentes como las autoridades coinciden en que las relaciones en los colegios se ha vuelto más complicada, porque los rangos de violencia han aumentado y la tolerancia ha disminuido drásticamente entre los más jóvenes.

Si bien bullying siempre ha estado presente en la etapa escolar, hay aspectos que se han exacerbado en el último tiempo y requieren de especial atención.

Los expertos identifican la conducta de los menores como una consecuencia de lo que ocurre en su entorno, su núcleo familiar y sus barrios. Si en esos círculos están frente a casos violentos habrá una clara tendencia a repetirlos como forma de solución de conflicto o de ocupar espacios.

Y, lamentablemente, en el último tiempo la delincuencia y la violencia de todo tipo se ha enquistado en nuestra vida diaria. Vivimos en una sociedad con mucha violencia a la que no se le ha tratado y mucho menos puesto atajo.

Este tipo de conducta vivió un proceso de incubación y la vimos expresarse durante el estallido social, donde la injusticia, la postergación, la frustración y la indiferencia se convirtió en rabia, en ira la que fue canalizada en destrozos a la propiedad pública y privada.

Ese momento de inflexión fue entendido como tal, pero hubo poco esfuerzo para condenar lo que luego se transformó en vandalismo y por ello este tipo de hechos duraron meses.

De ese problema debemos hacernos cargo porque desde ese instante la violencia empezó a normalizarse y todos quienes la tenían como una forma de vida la desarrollaron aún más, como los anarquistas y los más radicalizados en sus ideologías.

Se creyó que en un país de libertades no habría restricciones y bajo el manto del derecho a la manifestación se podían exceder las normas de convivencia y caer en delitos.

Entonces ese clima de violencia es el que se vive en las escuelas y que debe ser enfrentado para evitar episodios más críticos. Tiene que haber sanciones, tiene que haber atención especializada y protocolos para mejorar la convivencia.

Es urgente que se enfrente esta realidad con la altura de mira correspondiente.

Cirugías estéticas clandestinas

"Entregar a las personas posibilidades de cirugía seguras y responsables debiera ser el foco a futuro. Solo así evitaremos el aumento excesivo de los costos".
E-mail Compartir

Querer verse bien y aceptarse físicamente se han convertido en aspectos fundamentales para muchísimas personas en la actualidad, y es por eso que la cirugía estética ha tenido un notorio crecimiento en las últimas décadas, tanto en Chile como en el mundo. Botox, rellenos dérmicos, aumentos o reducciones mamarias, liposucciones, rinoplastias y abdominoplastias, encabezan la lista de las intervenciones más demandadas según datos de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS).

El problema es que abunda también el ejercicio ilegal de la profesión, con un alza en los casos de complicaciones y muertes de pacientes a manos de inescrupulosos que realizan procedimientos y cirugías ilegales en clínicas clandestinas o en domicilios particulares. La ciudad de Tacna por ejemplo, se caracteriza por la fuerte presencia de este tipo de establecimientos que no cumplen con los requisitos mínimos de funcionamiento y generan cada cierto tiempo trágicos eventos y personas fallecidas. Del año 2015 a la fecha, la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) de Perú, ha impuesto 329 amonestaciones escritas y 281 multas a establecimientos de salud e instituciones administradoras en distintas ciudades del país, entre ellas Tacna.

Al igual que en Perú, en nuestro país muchas clínicas clandestinas siguen operando y esto constituye un grave problema de salud pública que hay que resolver cuanto antes con una adecuada regulación y "más y mejor fiscalización", la que debe acompañarse de mayores penas al ejercicio ilegal de la profesión, especialmente si existe resultado de muerte.

Como sociedad científica SOCHIMCE trabaja para contribuir al desarrollo, especialización y perfeccionamiento de profesionales de la medicina y la cirugía estética o cosmética, y consideramos fundamental que la legislación chilena se enfoque en detener las prácticas de aquellos que no cuentan con título profesional, al contrario de lo que hoy se propone, que es regular en beneficio de un grupo reducido de médicos.

Nuestra propuesta no tiene que ver con limitar la oferta profesional disponible, pues eso es algo que perjudicaría gravemente a los pacientes, ya que los procedimientos estéticos se volverán inaccesibles para una parte importante de la población y así, las personas más vulnerables optarán por centros que no tengan regulación, como sucede en Tacna, que cuenta con una legislación restrictiva. Lo que planteamos se trata más bien de dar las herramientas tas para que los pacientes se convierten en los "Fiscalizadores primarios", incluyendo a todos los profesionales que desde hace mucho tiempo vienen haciendo un gran trabajo en pos de una medicina y cirugía estética segura y profesional, en un Registro Nacional de competencias en el área y un Registro de Clínicas, ambos de fácil acceso para que los pacientes estén informados de quién y dónde serán realizados los procedimientos.

Creemos firmemente que la estética es un área transversal de la medicina donde tienen cabida profesionales competentes con distintas formaciones y experiencia. Reconozcamos con claridad que los verdaderos enemigos de la Salud Pública son el ejercicio ilegal de la profesión y las clínicas clandestinas, el llamado es a actuar para combatir estos problemas.

Entregar a las personas posibilidades de cirugía seguras y responsables debiera ser el foco a futuro. Sólo así evitaremos el aumento excesivo de los costos, la reducción en el acceso y los incentivos perversos para que personas sin título profesional sigan realizando estos procedimientos, causando graves consecuencias para la salud pública y la vida de las personas.