Preámbulo
El preámbulo del texto constitucional acordado por la Convención, ya contiene indicios que anticipan el talante pesadamente ideológico y nítidamente programático que tendrá estapropuesta de Carta Fundamental. En esa exacta medida, este introito precederá un cuerpo normativo que no une a los chilenos, sino que los divide; que no integra a los diferentes sectores de la sociedad, sino que los fragmenta y crea privilegios injustificados para algunas minorías; que no protege a las personas, grupos y asociaciones de la sedicente voracidad estatal y querelativiza algunos derechos fundamentales, banaliza la dignidad de las personas y restringe las libertades.La idea de que el Estado debe estar al servicio de las personas y de su desarrollo integral, presente en el inicio de la Constitución que nos rige, ha sido reemplazada por un modelo en que el Estado concentra desmedidamente el poder, se infiltra peligrosamente en la vida de los ciudadanos y obstaculiza el ejercicio de la libertad en diversas esferas.
Además, esta propuesta introduce normas que violentan la continuidad histórica del país, nos quitan rasgos de identidad como comunidad nacional, dejan a la sociedad chilena embretada en una especie de limbo histórico cultural y crean las condiciones jurídicas y los incentivos políticos para el surgimiento de futuros conatos separatistas. Será un texto que solo recoge e interpreta los anhelos de un sector del país y que, en su frondosa y argótica urdimbre de disposiciones, dificultosamente estará a la altura de los estándares de una democracia normal. Una Constitución fraguada en el espeso magma de la ideología, vástago del voluntarismo, resultado del revanchismo y tributaria de la imaginación política; un marco normativo que estará muy lejos de ser el factor de unidad, adhesión e integración que una abrumadora mayoría ciudadana ambicionaba.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Cuestionado resultado
Palabras más, palabras menos, el borrador de la propuesta constitucional incluye temas que sí formaban parte de las propuestas previamente demandadas, pero hay otros que nunca estuvieron en los planteamientos originales de la señora Juanita en los otrora cabildos, nunca.
Entonces, ¿la señora Juanita tendrá que aceptar, sí o sí, el texto completo de lo que se propone? ¿No le parece a usted que quienes fueron mandatados para redactar la nueva Constitución como que se pasaron de listos y sacaron de "sus adentros" todo lo que por años tenían "atragantado", algo así como si no es ahora, nunca, olvidándose por completo de lo que le prometieron a la ciudadanía en los llamados cabildos?
Luis Enrique Soler Milla
En igualdad de derechos
No sé cuál es la intención de la izquierda alabando hasta el cansancio a los mapuches: que son víctimas, que son desposeídos, que tienen un idioma fantástico, que son muy valientes, que cuidan la naturaleza, que está sumidos en un ambiente natural que los hace campeones en eso o que les alaban hasta el cansancio su cultura, creencias y cosmovisión.
La realidad no es esa: son seres igual que todos y que gozan de derechos al igual que todos los demás, pero que pretenden más de lo que les corresponde como habitantes y que, a pesar de lo que dicen, usufructúan de ciertas ventajas que no podrían lograr en forma independiente. Desean tierras porque sus ancestros vivían allí, desean separarse de Chile y cortar lazos con los huincas, pero eso es un error tremendo. Ellos mismos son representados idílicamente como gente de paz, pero tienen una historia de ferocidad muy fuerte.
Para ellos en mucho mejor aprovechar las ventajas de ser chilenos plenos, transar mejoras económicas y cortar relaciones con los que les cantan músicas de sirenas precisamente para posicionarse en esos territorios sin importar lo que les pase a los nativos.
Guillermo Díaz Orellana
Delincuencia
Es realmente una burla a nuestra sociedad. El sistema judicial que nos rige solo se sustenta en tecnicismos jurídicos que dan muy buenos recursos a los abogados que no hacen otra cosa que justificar los delitos en base a los errores que puedan haber incurrido las víctimas para dejar en libertad a los delincuentes, que se burlan de las policías que hacen la investigación, porque los encargados de ejercer justicia solo se ajustan a derecho, como ellos dicen.
Si los defensores de los delincuentes tuvieran que ser castigados por justificar los daños cometidos, creo que lo pensarían varias veces antes de defender tantas veces lo indefendible.
Es habitual escuchar en las noticias que las personas detenidas tenían varias órdenes de detención por incumplir castigos ya penalizados y por los mismos delitos ya sentenciados.
Ya es tiempo que despertemos y desarrollemos un sistema judicial que esté a la altura de poder garantizar la vida y la tranquilidad de las personas, en síntesis, vivir en paz.
Carlos Ubilla O.