Correo
Astronomía y la sociedad chilena
Este 30 de junio se celebra el "Día Internacional de los Asteroides", conmemorando el impacto de un asteroide en el evento "Tunguska," en Rusia, ocurrido hace 114 años. ¿Tiene algo de importancia para Chile?
Chile es el país de la astronomía, grandes observatorios internacionales se han instalado en el norte del país y otros aún más grandes están en construcción. Sin embargo, para la gente común este hecho se limita a noticias ocasionales si hay un descubrimiento nuevo en el cosmos, presentado durante pocos instantes en la televisión, entre deportes y publicidad, o en una breve nota en las páginas interiores de un diario. En todo caso, es algo muy lejano a la vida cotidiana. ¿Debería ser así?
Cada persona tiene múltiples contactos con médicos, abogados y otros profesionales en su vida diaria, ¿pero astrónomos profesionales? Ellas y ellos son una "especie rara" y la mayoría de la gente común nunca ha visto o conocido uno o una en forma personal. Esto no sorprende: a nivel mundial, hay un promedio de solo tres astrónomos por un millón de personas. Además, hay grandes variaciones de esta cifra a nivel internacional. Así, Alemania tiene unos siete astrónomos profesionales por cada millón de habitantes. Una cifra parecida vale para astroprofesionales en las universidades chilenas (sin contar los grandes observatorios internacionales). En todo caso, son muy pocos comparados con otras profesiones y la profesión "astrónomo" no está presente en la percepción de una gran mayoría de personas.
¿Es esto la razón de una ignorancia generalizada acerca de todos los acontecimientos del cosmos? Una encuesta hecha en Estados Unidos reveló que menos del 15% de la población estadounidense entiende el término "molécula", y menos del 50% saben que la Tierra gira alrededor del sol una vez al año. ¡Y esto en la era de internet!, que ofrece un acceso fácil, barato y completo a casi todas las áreas del conocimiento para todos. Se debería hacer una encuesta parecida en Chile. ¿Cuál será su resultado?
Dr. Nikolaus Vogt Astrónomo y académico Instituto de Física y Astronomía, Universidad de Valparaíso
Democracia
Al finalizar la última votación del pleno de la Convención Constitucional, se logra escuchar con mucha algarabía a un grupo de convencionales gritando "el pueblo unido, avanza sin partidos". Esta es otra de las tantas alertas que debiese inquietar a quienes se consideran demócratas. Los partidos políticos constituyen un pilar fundamental en toda democracia, ya que son por excelencia los intermediarios entre la ciudadanía y la conducción del Estado.
Hoy, nuestra Constitución vigente (en su artículo 4) establece que somos una "República Democrática", y su contenido, como así también las normas específicas que en esta materia se regulan en la Constitución, suponen la existencia de un pluralismo político. Y esto es precisamente garantizado a través de los partidos políticos, que son asociaciones autónomas y voluntarias entorno a principios e ideologías y cuya finalidad es el funcionamiento del sistema democrático.
Pablo Aldunate Allegro Fundación para el Progreso
Rezago escolar
A pocos días de que comiencen las vacaciones de invierno -adelantadas y extendidas- por el Ministerio de Educación como respuesta al alza de la circulación de virus respiratorios, cabe preguntarse ¿cuántos días más pueden perder clases las niñas, niños y adolescentes?
Entendemos que se han tomado medidas para paliar un nuevo avance del rezago escolar como diferenciar el calendario del receso entre algunas regiones, mantener abiertos algunos establecimientos e instruir, desde la Dirección del Trabajo, que madres y padres con hijas e hijos en edad escolar puedan trabajar desde sus casas.
Sin embargo, es fundamental conocer los planes para recuperar esos aprendizajes que, inevitablemente, se perderán, ya que no habría una extensión al cierre del año escolar. Se deben hacer todos los esfuerzos para evitar que niñas, niños y adolescentes sigan perdiendo clases, no solo por la falta de herramientas formales, sino por y, quizás más preocupante aún, las brechas que se generan en sociabilidad y en ese fundamental desarrollo del concepto de comunidad.
Debemos, como país, tener un plan que permita todos los actores de la sociedad colaborar para fortalecer la educación que reciben las niñas, niños y adolescentes.
No podemos olvidar que, durante los primeros años de la pandemia, Chile fue uno de los países que mantuvo por mayor tiempo cerrados -total o parcialmente- los establecimientos educacionales, lo que ya ha mostrado consecuencias negativas en escolares, sobre todo en materia de rezago, pero también en desescolarización, con 186.000 estudiantes hasta 21 años, fuera del sistema escolar, según el propio Mineduc.
Arturo Celedón Director ejecutivo Fundación Colunga