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Cambio climático, ciencia, estado y democracia

"Hay que crear o adaptar toda la institucionalidad de forma transversal respecto a la amenaza del cambio climático". Rubén Moraga Mamani, Seremi de Ciencias
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En 2021 hubo más calor, menos viento y subió el nivel del mar. El Mediterráneo fue azotado por el calor y Alemania por fuertes lluvias, dice Estado del Clima Europeo 2021 de Copernicus, el que fue publicado hace poco en el contexto del Día de la Tierra.

Por otra parte, en nuestro país las condiciones climáticas durante los últimos años no responden a los fenómenos de El Niño o La Niña, sino a cómo éstos interactúan con los cambios climáticos que afectan al planeta. Es evidente que el aumento de temperaturas en el mundo son un claro síntoma de que estamos ad-portas a una nueva era de la humanidad.

Hoy, el actual proceso de calentamiento se ve empeorado y acelerado por el aumento del dióxido de carbono y otros gases invernadero, como resultados de la actividad humana y el uso excesivo de petróleo, carbón y gases para el funcionamiento de la infraestructura planetaria y la economía.

Lo anterior, tiene como consecuencia deshielos de las masas glaciares, inundaciones, huracanes devastadores, migración de especies, desertificación acelerada, impacto en la agricultura, propagación de nuevas enfermedades y pandemias, escasez de agua y alimentos, aumento del hambre y la pobreza.

En otras palabras, el pensamiento hegemónico, el sistema económico y su modelo de desarrollo extractivista, de generar riqueza inmediata, lo que hace, es generar pobreza y la muerte anticipada de seres vivos, entre ellos, los humanos.

Desde ya podemos realizar acciones que vayan en pos de morigerar, mitigar y retardar ese instante, pero seguirá siendo algo inevitable, por tanto, estamos obligados a pensar, diseñar e implementar nuevas formas de habitar en el futuro. Hoy se requiere por ejemplo capacidad de estudios aeroespaciales, contar con una institucionalidad más ágil para el estudio de los océanos y el clima acordes a la magnitud de los desafíos que enfrentamos.

Hay que crear o adaptar toda la institucionalidad de forma transversal respecto a la amenaza del cambio climático. Tanto nivel de la cultura como de la política. De la misma forma como ocurre con el enfoque de género o de plurinacionalidad.

Fomentar el uso de energías renovables, preferir el transporte público o la bicicleta, desincentivar el uso del vehículo particular de combustible fósil, fomentar la conciencia ecológica tanto en actores sociales como funcionarios del estado, apostar seriamente por el reciclaje y la economía circular, reducir el consumo de carnes, controlar el desperdicio de alimentos, fomentar y promover la producción agroecológica, modificar el estándar de explotación minera, cambiar nuestro modelo de desarrollo y patrón de acumulación de riqueza, etc. Sabemos que no es una tarea sencilla, pero antes que todo hay tener voluntad e inteligencia, la más básica de todas las voluntades e inteligencia de cualquier organismo vivo, la voluntad de vivir y reproducirse en condiciones óptimas de existencia.

Las palabras empiezan en todas partes

"Un secreto a voces es que, para cambiar la realidad, endosamos al gobierno o al presidente de turno el vértigo de nuestra existencia". Francisco Villegas, Profesor y escritor
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Alguna vez alguien escribió "Para cambiar cualquier cosa, empieza en todas partes". Si tuviéramos esa opción, aunque muchos le tienen temor a la libertad, podríamos comenzar por la pregunta "¿qué harías ahora mismo para cambiar?" Pero, usted "¿se imagina algo?", "¿pediría luchar por los cambios repensando todas las lógicas de esos mismos cambios?" O se preguntaría ¿qué es lo que nos limita para la autodeterminación?"

Un secreto a voces es que, para cambiar la realidad, endosamos al gobierno o al presidente de turno el vértigo de nuestra existencia. Algunos estudiosos señalan que, a lo largo de la historia, se ha hecho más daño por obediencia de corderos que por malicia. Entonces, si queremos aportar o queremos plantear la idea del cambio, el primer paso es reflexionar acerca de lo que vivimos así como de la información que recibimos. Ya lo dijo Byung-Chul Han: la información no tiene capacidad orientativa. Si fuéramos responsables de nuestras creencias y decisiones, tendríamos que comprometernos con los criterios de la existencia y de lo que sucede alrededor de nosotros. Asumir que tenemos un poder y que debiéramos actuar en eso para realizar de lleno el potencial que tenemos, casi como un don. ¿Cómo desarrollar capacidades para que aumente el sentido de la reflexión y de la libertad? Por esa razón, me pregunto si la sociedad ciudadana comprendió el mensaje de la cuenta pública realizada por el presidente de la república, hace un mes, entendiendo que el discurso no es solo texto, sino una forma de interacción humana.

La "explosión de los malestares", que aún existe, derivadas del estallido social, se transformó en una forma de hacer gobierno y de hacer política. Lo que da pie a llenarnos de asuntos institucionales. Porque más allá de las ciento dos medidas anunciadas a través del discurso, más allá del abordaje en temas como derechos sociales, mejor democracia, justicia y seguridad, crecimiento inclusivo y medio ambiente, se extrañó la necesidad de responder a las urgencias. Con prontitud y concreción. Aunque todos sabemos, en realidad, que las democracias comparten el mismo principio que las autocracias: la centralidad del poder y legitimidad en una estructura da como resultado que a mayor expansión de la democracia hay coincidencia con el aumento de la desigualdad.

¿Qué le podríamos decir al speechwriter del discurso del presidente? Que mantenga su propio negocio que, paradójicamente, no es el de escribir; sino, mantener el mutismo que es igual a la discreción obligada. Seguramente, por eso el propio Boric Font ha leído la mente de su escritor fantasma y le ha puesto las ideas en un papel blanco. Ya sabemos que el lenguaje de ese tipo de discursos no es de un publicista, sino de alguien humanista, al parecer, pero muy generalista. Abundante en intenciones hacia las medidas y las cosas. Y con un reconocimiento bien inspirado en las palabras, aunque, la postura ideológica se engulle a las esperanzas.

En la era de la transformación digital cada uno de nosotros es nuestra propia frontera y, a la vez, es el vuelo hacia otras aperturas. En cada aspecto de nuestra sociedad tendríamos que crear el nosotros; pero, al parecer, como dice Byung-Chul Han la democracia nos lleva a estar en una comunidad de oyentes, sin ámbitos discursivos o bien, de índole escasa, porque ya no nos escuchamos y en el contexto de lo digital, es probable que el escuchar sea anulado. Entonces, usted ¿se ha imaginado algo? ¿hará algo por transformar al país? ¿pediría luchar por los cambios repensando todas las lógicas de esos mismos cambios? O se ¿preguntaría por lo que nos limita para la autodeterminación como personas…?

Plebiscito de salida empieza a sentirse

La carta del expresidente Lagos abre espacios de debate respecto a que el texto final puede ser perfectible desde todos los ámbitos. Desde la derecha surgen voces que pronto entregarán una alternativa de cambio constitucional en la eventualidad que gane el Rechazo. Esta supuesta tercera vía será el botón para presionar si el Apruebo no gana.
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La carta pública del expresidente Ricardo Lagos Escobar con sus apreciaciones respecto a las opciones del plebiscito de salida representan el sentir de una parte no menor de la población. Ello, en el sentido que en este momento ninguna se puede arrogar una mayoría amplia del electorado, pese a que el sentir de cambio de Constitución en el referéndum de entrada llegó casi al 80%.

Lo que vino después fue lo que ha minado ese gran capital de entrada y que muchas veces se entendió no como un rechazo en el avance de una nueva Carta Magna sino como un disgusto con el modo de obrar en la Convencional Constituyente. A muchos ha molestado la forma, el camino tomado para llegar al texto final.

La carta de Lagos pone énfasis en los puntos en que se debe avanzar para transitar por los caminos de unidad, bajo la salvedad que las minorías no vuelvan a contar con la posibilidad de veto que signifique una traba para modernizar el país bajo un sistema de trato distinto.

Pensar en un triunfo del Rechazo, pese a las encuestas, es difícil no obstante igualmente se debe propender a contar con mecanismos de reformas. De allí surgió la propuesta "Aprobar para Reformar", que igualmente encuentra detractores en quienes creen que los 4/7, plebiscitos y consultas indígenas lo condicionan a niveles mínimos.

Lo cierto es que a propósito de lo vivido en el año de trabajo de la CC y su proyecto presentado hay que ponerse en escenarios improbables pero que se pueden dar.

Los mismos constituyentes del sector mayoritario han dicho que es un proyecto perfectible bajo su percepción de que el grueso y el corazón de lo entregado es lo correcto e intocable. No obstante, no se cierra a quienes pudieran llegar con proyectos reformistas.

Desde la derecha surgen voces que pronto entregarán una alternativa de cambio constitucional en la eventualidad que gane el Rechazo. Esta supuesta tercera vía será el botón para presionar si el Apruebo no gana.

Allí, obviamente, que deberán entregar más que buenos conceptos, respaldar algunos de los cambios que ya están en el borrador y morigerar algunos que causan ruidos en el sector. Tiene que existir apertura de otro modo no tendrán mucho éxito en lo planteado.

En el inicio oficial de la campaña binaria del Apruebo y el Rechazo tiene que existir una meridiana claridad que ya no es posible desconocer lo firmado o se respalda o se busca la alternativa en que todos los involucrados sientan que cedieron pero que al final ganaron.