Interpretaciones
Dos posibles interpretaciones a las declaraciones del Presidente Boric respecto a que el plebiscito que se desarrollará el 4 de septiembre "no es ni debe ser un juicio al Gobierno": o está reconociendo su mala gestión de Gobierno y no quiere opacar el trabajo de la Convención o está reconociendo el mal trabajo de la Convención y se quiere desmarcar.
Anthony Covarrubias Castro
Anhelo presidencial
En su mensaje al país, el Presidente de la República expresó su deseo de que "a partir del 4 de septiembre, se inicie un camino de cambios y reformas que permitan no solo el reencuentro entre los chilenos y chilenas, sino que además instale los pilares de un Chile con más justicia, más equidad, más dignidad y con una mejor y más amplia democracia".
Pienso que nadie podría estar en desacuerdo con este anhelo presidencial; el problema es que el texto constitucional propuesto no reúne las características para encaminar a la sociedad chilena en esa dirección. Es un texto que divide en lugar de propiciar el reencuentro y la unidad; desvirtúa la identidad nacional, introduciendo nociones ajenas a nuestra realidad, e inocula en nuestro ordenamiento el germen del separatismo.
Además, sus disposiciones violentan el principio de la igualdad ante la ley, creando estatutos de privilegio para grupos determinados; colocan en entredicho las prerrogativas de la mayoría exaltando a las minorías, concentran el poder político sin suficientes contrapesos y desdibujan la independencia del Poder Judicial.
La propuesta descarta la idea de que el Estado debe estar al servicio de la persona y del bien común, y en cambio describe un modelo en que lo estatal invade y acapara ingentes ámbitos de acción, amagando la iniciativa de las personas, grupos y organizaciones. Es un texto, en suma, que delinea un sistema sociopolítico y cultural precariamente democrático, que no favorecerá ese reencuentro e integración entre los chilenos, que buenamente ambiciona el Mandatario.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Modificaciones sustanciales
Jaime Bassa, exvicepresidente de la Convención Constitucional, dijo en un noticiario de televisión que el proyecto político autoritario de la dictadura aún era parte de la actual Constitución. Cuesta creer que lo diga con tanta soltura.El proyecto político de carácter autoritario bajo el concepto de "democracia protegida" fue modificado sustancialmente en las reformas constitucionales que llevó adelante el gobierno del expresidente Lagos en 2005: con ella se acabaron los senadores designados, las Fuerzas Armadas como garantes de la institucionalidad, la inamovilidad de los comandantes en jefe, el Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) como órgano deliberativo y tutelador, entre otros.
El mismo Presidente Ricardo Lagos dijo en su promulgación: "Tenemos hoy por fin una Constitución democrática, acorde con el espíritu de Chile, del alma de Chile, es nuestro mejor homenaje a la independencia, a las glorias patrias, a la gloria y a la fuerza de nuestro entendimiento nacional".
Pablo Aldunate Allegro Fundación para el Progreso
Inquietud
Supongo que la imagen con círculos y otras figuras de colores que aparece en la portada de la propuesta de Constitución Política de la República de Chile 2022 simboliza a la bandera de Chile ¿o representa la disgregación de la nación?
Adolfo Paúl Latorre
El eslogan de la participación
Los conflictos ambientales de Ventanas y Las Salinas, lamentablemente, son símbolos de unilateralidad y poca participación ciudadana.
En el caso de Ventanas, la oposición de alcaldes y comunidades locales al cierre de la planta dan cuenta de decisiones centralizadas que no involucran a quienes están entre la espada de la contaminación y la pared de la pobreza y el abandono.
Con respecto a Las Salinas, diversos concejales y agrupaciones han solicitado que la alcaldesa Ripamonti se siente a conversar con toda la comunidad para decidir el futuro de un terreno que puede terminar contaminado y abandonado en pleno centro de la ciudad.
En ambos casos, la inconsistencia entre promoción electoral y la toma de decisiones al momento de gobernar hacen pensar que la participación ciudadana era más un eslogan de campaña que una meta a lograr realmente.
Da lo mismo el número de sesiones y participantes que haya, pero si no se negocia con quien piensa distinto, entonces la construcción de ciudad solo perpetuará la falta de comunicación y de encuentro entre sus habitantes.
Ignacio Aravena
