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El incalculable valor patrimonial

No conocemos la tremenda riqueza material e inmaterial que existe en la Región y la tarea es recuperarla, ponerla en valor y al servicio de la comunidad. Hay harto camino que transitar en el tema patrimonial, pero se ve un trazado por el que se debe seguir y con rapidez. Educación, poner en valor y al servicio de la comunidad los espacios en una alianza público-privada.
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Justo, el mismo día que se realizaba el Seminario "Ciudad y Patrimonio" , donde se entregaron los resultados de la encuesta Barómetro sobre el tema, nos sorprendíamos con el rayado al mural de Luis Núñez en una cara del costado sur del Hotel Antofagasta. Un hermosa creación que fue intervenida, lo que molestó a la comunidad antofagastina y las autoridades de cultura y patrimonio, las que han constatado en el último tiempo una creciente destrucción.

Y eso lo reflejaba la encuesta entregada en la que los entrevistados reconocían su existencia pero que sabían poco de la materia. Es decir, ocurre lo que no debe suceder y es que desconocemos nuestra memoria tangible e intangible y ello nos lleva a que no nos preocupemos de preservarlos.

Y cómo se dijo en la ocasión "nadie cuida lo que no conoce". Nos falta educación, nos falta conocer el valor de nuestro patrimonio que es rico y que no le damos la importancia que merece.

Esa es una de las tareas que deben implementarse con urgencia a fin de que generemos en nuestra comuna y región el respeto por lo nuestro, por la historia, por el acervo cultural y por nuestras raíces, aspecto fundamental para forjar nuestra identidad de nortino y de antofagastinos.

Junto con reflejar falta de conocimiento la encuesta Barómetro entregó nuevas luces sobre esta temática y que debiéramos incluirlas para avanzar en lo que es conservación y puesta en valor del patrimonio.

Interesante fue conocer que un alto porcentaje de los entrevistados coincidieron en que la tarea del cuidado debe repartirse entre el Estado y los privados (50%). Una alianza que para quienes trabajan en el sector saben que es lo mejor porque se logra la sinergia necesaria para conservar y poner en valor los distintos inmuebles.

Sí, porque otro de los aspectos a los que apela la ciudadanía es que esos sitios sean integrados a los espacios urbanos que están al servicio de la comunidad (47%).

Hay harto camino que transitar en el tema patrimonial, pero se ve un trazado por el que se debe seguir y con rapidez. Educación, poner en valor y al servicio de la comunidad los espacios en una alianza público-privada.

Esperanza reconstructiva. (Una actitud correcta)

"Dios necesita corazones con la actitud correcta".
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Me senté, lloré, ayuné y oré a Dios. Actitud nacida desde el corazón de Nehemías al escuchar de Jerusalén, ciudad en ruinas y destruida. La noticia lo llevó a días de compungimiento, zozobra y aflicción. No lloró ni ayunó por la leche derramada. En su agonía de alma inquieta, no podía tolerar la noticia recibida. Nehemías miró el potencial de Dios, no su propia condición de cautivo, de copero del rey.

Pudo pensar: "¿Qué puedo hacer yo un simple copero, si soy un cautivo que prueba lo que ha de beber el rey? Cada día mi vida está en riesgo, si el vino estuviese envenenado… yo muero." Nehemías vio Jerusalén restaurada y Dios le escuchó, nació del corazón, rectitud y fidelidad, una de las obras restauradoras más sorprendentes que refleja la unidad de un hombre de actitud correcta con el Santo Espíritu de Dios. Terminó la obra, y regresó a su antiguo oficio. Nehemías no se compungió en lo destruido, se centró en buscar el rostro genuino de Dios, la restauración de lo devastado.

Dios necesita corazones con la actitud correcta. Con Abraham, Dios introdujo el soplo de la fe inspirada desde su Espíritu a este mundo. Por ella debemos caminar, con esa fe creadora, esperanzadora, no mirando la realidad de nuestros ojos. La obra de Dios se inició con una tenue chispa de esperanza reconstructiva que nació con la actitud correcta de un cautivo. Hoy vemos un mundo, países, ciudades, instituciones y estamentos cada vez más en decadencia, los valores y principios que rigen la vida, la familia, la justicia, etc. son cada vez más saqueados, más vilipendiados por la sociedad y por la transgresión de multitudes por la ausencia de líderes de actitud correcta.

La Iglesia debe tomar el liderazgo espiritual, ejerzamos el evangelio restaurando vidas, no mirando la vida destruida de las viejas criaturas. Recordemos lo aprendido en la epístola a los hebreos: "Lo que se ve fue hecho de lo que no se veía" Cómo Nehemías, viendo las vidas restauradas de la mano de Dios. El Apóstol San Pablo, nos enseña en sus cartas: "Más Cristo vive en mí…Ya no vivo yo" caminemos bajo esta premisa, en armonía con quien vive en nosotros, a sus principios de vida, de familia, educación, economía, finanzas y un gran etcétera.

Si decimos lo que somos y creemos que todas las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas, caminemos en reciprocidad, con nuestro espíritu alma y cuerpo, de renovación en renovación en nuestra mente y entendimiento, unidos al cuerpo, sujetos a su Espíritu Santo. Aprendamos unidos en obediencia de quienes nos preceden, y caminemos esforzados en comunión perseverante, y sentémonos juntos como Iglesia, lloremos, oremos y ayunemos, pues ya no vivimos nosotros, Cristo vive con su Iglesia, y nosotros con Él, en actitud correcta.

Sergio Lagos Luciano,

Pastor Evangélico