Amarillos por Chile inicia el proceso para convertirse en partido político
AGRUPACIÓN. Entre los primeros 100, firmaron figuras de la exConcertación.
La agrupación creada durante el proceso constitucional que finalizó con el plebiscito del 4 de septiembre y partidaria del Rechazo, Amarillos por Chile, comenzó ayer el camino para convertirse en partido político.
Con la inscripción de las 100 primeras firmas dieron inicio al trámite legal para tener la escritura de constitución como colectividad, que deberían tener la próxima semana.
Así, este documento tendrán que entregarlo al Servicio Electoral, que revisará si se cumplen con los requisitos necesario para la conformación de un partido político.
Según las estipulaciones previas de Amarillos por Chile dentro de la primera mitad de octubre ya deberían tener todo aprobado para oficializarse.
A través de una declaración de diez páginas, los 100 primeros firmantes definieron los "principios del Partido Movimiento Amarillos por Chile", donde señalan que "es un partido democrático y reformador que aspira a contribuir a que Chile sea una República organizada en base a los principios y mecanismos del sistema democrático representativo".
"Para avanzar de manera persistente hacia una sociedad más justa, libre, igualitaria y fraterna, propia de una democracia más exigente, el camino que propone el Movimiento Amarillos por Chile es el de la Reforma", reza el texto en uno de sus párrafos.
Así, ponen su foco en los países que "han logrado mayores éxitos", los que aseguran que "se han desarrollado a través de reformas graduales y no a través de procesos revolucionarios".
Si bien asumen "la importancia del mercado como una herramienta indispensable para el desarrollo", se definen "críticos de las visiones mercado-céntricas de corte ultraliberal".
"Surge como un partido nuevo, producto de un movimiento ciudadano que se opuso a una propuesta constitucional que carecía de las características necesarias para unir a los chilenos y chilenas", manifiestan.
Por último, plantean que el primer objetivo es "proveer a Chile de una nueva y buena Constitución".
Hasta el momento el rostro más visible del movimiento era Cristian Warnken, pero entre los primeros firmantes aparecen figuras de la Democracia Cristiana como Soledad Alvear, José Pablo Arellano, Clemente Pérez, René Cortázar, José de Gregorio, Zarko Luksic, Jorge Burgos, también algunos exconcertacionistas como Fulvio Rossi y Eugenio Tuma; y algunos reconocidos cercanos al exPresidente Ricardo Lagos, como Óscar Guillermo Garretón.