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Abastecimiento con agua desalada

En menos de dos años la capital regional dependerá del tratamiento desalinizador. Una tecnología que da tranquilidad a futuro. Esta buena nueva nos hace privilegiados en el país, pero no nos hace olvidar las décadas de estrechez hídrica que soportaron los habitantes de esta zona durante décadas.
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El anuncio de la sanitaria Aguas Antofagasta de invertir en la ampliación de la planta norte que permitirá abastecer en un 100% con agua desalada a Antofagasta, posicionará a la capital regional como una de las pioneras en utilizar la desalinización como única fuente de suministro para su población. Según informes, una vez concluido el proyecto, será la primera ciudad de Latinoamérica, de más de 360 mil habitantes, en lograr que el mar sea la fuente que asegure el consumo diario.

Hace un tiempo que la región había avanzado en un tema tan sensible para la comunidad como lo es contar con agua potable. La escasez del recurso continental y la alta presencia de metales en los afluentes locales obligaron a migrar a una modalidad que ha sido exitosa en gran parte del mundo y también en la comuna.

La tecnología permitió que se avanzara rápido y ya en la actualidad el abastecimiento es cercano al 80% y en menos de dos años será de un 100%.

Mientras en otras zonas del país y el mundo se debate sobre racionamiento y escasez del vital líquido para el consumo humano, en la región avanzamos en sentido contrario. El objetivo, no depender de los ciclos hidrológicos para evitar la incertidumbre de saber si contaremos con esa provisión tan necesaria para nuestras vidas.

Esta buena nueva nos hace privilegiados en el país, pero no nos hace olvidar las décadas de estrechez hídrica que soportamos los habitantes de esta zona con aguas altas en arsénico y con un suministro que se caracterizaba por sus constantes interrupciones por efectos climáticos que nos obligaba al almacenamiento. Aún podemos ver los estanques en casas y departamentos que constatan aquella difícil época.

Fu e precisamente ello que aceleró el proceso de desalación que hoy conocemos y nos hace abrigar esperanzas que en el futuro no volveremos a pasar estrecheces como la comentada.

La desalinización es el futuro para abastecer a las ciudades y así como Antofagasta, Mejillones y Tocopilla otras comunas de la región debieran sumarse a esta tecnología y asegurar el consumo humano. Iniciativas existen incluso para llegar a zonas del interior como Calama, por ende es necesario impulsar con decisión este tipo de proyectos.

El cambio climático y la sequía seguirán acentuándose y los deshielos y ríos no serán suficientes. La experiencia obliga a que nos preparemos y apoyemos proyectos que garanticen que todos tendremos agua de buena calidad para el futuro.

¿Por quién doblan las campanas? ¡Doblan por ti!

"Cuando algunos se complacen que al gobierno le vaya mal y otros se alegran de que esto le ocurra a las empresas, a las organizaciones, a la política, la economía no están conscientes que todo nos afecta".
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Cuando te preguntes por quién doblan las campanas, muy probablemente doblan por ti, por tu familia, ciudad, país y la humanidad toda. En 1624, el poeta metafísico John Donne, publicaba una serie de reflexiones, reunidas en su libro: "Meditaciones en tiempos de crisis", el nombre lo dice todo. En 1940, Ernest Hemingway, escritor y corresponsal de guerra, fuertemente influido por los horrores de la guerra civil española y cuando nuevamente se desataba la tragedia de la Segunda Guerra Mundial (s. XX), publicó la novela "Por quién doblan las campanas".

Uno de los magistrales párrafos en la obra de Donne, (que inspiró a Hemingway) comienza de la siguiente manera: "Quizá aquél por el que doblan esas campanas está tan enfermo que no sabe que doblan por él; y quizá yo creo que me encuentro mucho mejor de lo que estoy, de manera que los que me rodean y ven mi estado han hecho que doblen por mí, y yo no lo sé". Me hace coherencia con la pandemética, esa pandemia de degradación ética, que como un mal nos aqueja.

Mis reflexiones actuales tienen sincronía con los eventos de los siglos XVI al XVIII: el término de la Edad Media, el debilitamiento del enfoque teocéntrico y la primacía del clero, la apertura hacia las ciencias, los avances en la navegación, el expansionismo territorial consecuente, la preeminencia de Europa y su colonialismo, la emergencia de la edad moderna, el cambio en la estructura del trabajo y los gremios, el nacimiento de la monarquía constitucional, el parlamentarismo que dio lugar a la democracia, las migraciones campo ciudad, hacia los burgos en torno a castillos y ciudadelas fortificadas, el nacimiento de la burguesía por el comercio y el ejercicio de oficios y profesiones, la emergencia de la sociedad de masas, entre otros eventos relevantes que aún nos alcanzan.

Donne, en la meditación XVII de su libro, bajo el título "Devociones en ocasiones emergentes", escribió un párrafo magistral: "Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la masa. Si el mar se lleva un terrón, toda Europa queda disminuida, tanto como si fuera un promontorio, o la casa señorial de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti".

Me parece increíble la vigencia, resiliencia, pertinencia y aplicabilidad de estas palabras en los tiempos que corren. Su coherencia y sentido práctico con el Principio Monista que señala: "Todos somos uno. Y, uno es todo". El enfoque sistémico-relacional de ese pensamiento, que cobra plena vigencia frente al exacerbado materialismo, el individualismo ego-ista, el desdén eco-lógico, la negligente crisis climática, las masivas migraciones forzadas, la crisis valórica, el debilitamiento de la gobernanza, un neo-barbarismo en un sector de la juventud, el predominio de la narco-cultura y sus atrocidades, el belicismo, la ineptitud del multilateralismo global (NNUU, OEA, etc).

Cuando algunos se complacen que al gobierno le vaya mal y otros se alegran de que esto le ocurra a las empresas, a las organizaciones, a la política, la economía, la cultura, a la institucionalidad, no están conscientes que todo nos afecta. Nos impacta la degradación ética, nos afectan tanto las grandezas como las miserias de nuestro entorno y de la humanidad. Me viene a la cabeza la reflexión del desdén y banalidad que nos embarga como sociedad. La ingenua estupidez de quienes preguntan: ¿Por quién doblan las campanas?

¿Qué nos enseñó el SARS- Cov-2?

"Las medidas de autocuidado han demostrado su eficacia para prevenir su contagio y son ya parte de nuestra rutina diaria".
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Desde el inicio de la pandemia de covid-19, se estima que a nivel global más de 610 millones de personas se han infectado y cerca de 6.5 millones han fallecido a consecuencia de esta infección respiratoria. En Chile, se han notificado alrededor de 4.6 millones de casos y 61.000 fallecimientos producto de complicaciones de la enfermedad.

Luego de más de 2 años de pandemia, hemos aprendido que el SARS-CoV-2, al igual que otros virus respiratorios, se transmite principalmente por contacto estrecho con gotitas de saliva y secreciones respiratorias de infectados y, por lo tanto, el aislamiento de los casos, el uso de mascarillas y el aseo frecuente de manos son las medidas no farmacológicas mas efectivas para prevenir los contagios.

La transmisión aérea no cercana, al igual que el contacto con superficies inanimadas potencialmente contaminadas con el virus, tienen mucho menor relevancia como vías de transmisión de este microorganismo.

Las cuarentenas, la búsqueda activa de casos y sus contactos, el aislamiento de éstos y el uso de mascarillas fueron esenciales para contener la expansión del virus y evitar infecciones y muertes, especialmente antes de que las vacunas estuvieran ampliamente disponibles para toda la población. Todas estas medidas, junto con el manejo especializado de los casos graves, evitaron muchos millones de muertes en todo el mundo.

Durante esta pandemia, fuimos también testigos de la aparición de nuevas variantes del virus, que explican las sucesivas olas de contagios y que resultaron en avances y retrocesos en el curso de la pandemia, que pareciera estar llegando a su fin.

En este nuevo escenario, con la mayor parte de la población vacunada, con un menor número de nuevos casos y fallecimientos, es posible avanzar e ir flexibilizando y eliminando algunas de las exitosas medidas que se implementaron durante este tiempo.

Sin embargo, el virus SARS-CoV-2 seguirá circulando y aunque reforzaremos periódicamente la inmunidad con vacunas para combatirlo, las medidas de autocuidado han demostrado su eficacia para prevenir su contagio y son ya parte de nuestra rutina diaria.

Por eso es importante recalcar que el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatoria en los centros de salud y altamente recomendable en situaciones de mayor riesgo de contagios como en medios de transporte y otros lugares cerrados con escasa ventilación.

Carlos Pérez Cortés

Decano Facultad Medicina U. San Sebastián