Falta de compromiso
Otra vez ocurre, y no han sido pocas y de no haber cambios, seguirá ocurriendo.
El que un senador o un diputado, de un rato para otro (aunque ellos dicen que lo pensaron bastante), decide dejar el partido político bajo el cual fue elegido y mandatado por los electores para que los representara y se cambia a otro partido político, como que no ha pasado nada.
¿Qué debería ocurrir?
Muy simple, el senador o diputado que renuncia a su partido político, debería dejar el Congreso, irse para su casa y en la próxima elección, postular al cargo y hacer campaña bajo el nuevo partido político al que se cambia, por respeto a sus electores, que podrían no sentirse representados por su cambio de color político, y además estos sorpresivos cambios, sin ningún aviso a quienes los votaron, simplemente demuestra una vez más, que los electores solo existen para La Familia Política & Asociados antes de todas las elecciones, porque después, que son elegidos, si te he visto, no me acuerdo.
Y después se preocupan, porque la gente no va a votar y lo primero que hacen, es acordarse del voto obligatorio, en vez de analizar sus desafinaciones y faltas de compromisos con las personas que los votaron.
Luis Enrique Soler Milla
Las universidades frente a los desafíos de Chile
Las chilenas y chilenos hemos debido incorporar en nuestras vidas cotidianas un grado sin precedentes de complejidad e incertidumbre.
Los desafíos con que conviven habitualmente la mayoría de nuestros compatriotas, han sido acompañados por un debate constitucional que nos sumió en interrogantes tan diversas como la relación con los pueblos originarios, las características de nuestro sistema político, la definición de los derechos fundamentales, y de cómo enfrentar el acelerado cambio climático, entre otras materias.
Hoy, luego de los resultados del plebiscito de salida, vemos que la discusión se centra en el cómo, y no el porqué. Así, se revalorizan los temas llamados "ciudadanos", los temas que la ciudadanía espera se resuelvan con prontitud, como tener una mejor salud, pensiones adecuadas y educación de calidad. Estos temas parecen ser los medulares, pero ni siquiera están en el debate de quienes nos representan ni en el ejecutivo ni en el legislativo, esto es particularmente complejo ya que la contracción económica y la crisis de seguridad ciudadana, no harán más que amplificar la complejidad del momento de cambios que sigue enfrentando nuestro país.
Frente a esta realidad, las universidades estamos llamadas a jugar un rol significativo. Habituadas al diálogo reflexivo, a la diversidad y a la argumentación serena y respetuosa, nuestra tarea es contribuir a crear las condiciones adecuadas para que los procesos que se desarrollan, y que están siendo evaluados por la ciudadanía, puedan comprender el entorno en que estamos viviendo, y facilitar así los acuerdos y la construcción de un proyecto compartido.
En lo que se refiere al perfeccionamiento de nuestra educación superior, si se proyecta en la profundización de derechos en una próxima carta fundamental, creemos que este texto debe proteger y proyectar la larga tradición de complementariedad estatal y privada que ha hecho de nuestras universidades una de las principales riquezas de Chile, junto con garantizar un acceso en igualdad de condiciones para todos los jóvenes del país.
Rafael Rosell Rector Universidad del Alba
Violencia en los estadios
El 29 de septiembre tuve la oportunidad de ver por televisión el partido entre Cobreloa y Magallanes, que ganó este último mediante lanzamientos penales. Mientras los jugadores magallánicos celebraban el triunfo, uno de ellos se dirigió al público haciendo gestos obscenos. Es de esperar que los panelistas y comentaristas de los diversos programas deportivos hagan notar esta situación y que las autoridades, además de identificar al jugador, tomen cartas en el asunto sancionándolo de manera ejemplarizadora. Estos actos por parte de quienes deben demostrar su profesionalismo y compromiso con el espectáculo, solamente consiguen agregar más leña al fuego, más aún cuando está fresquito el suspendido y accidentado clásico universitario en Valparaíso.
Jorge Valenzuela Araya
Urgencias actuales
Los chilenos no queremos otras constituciones, ni convencionales, ni expertos, ni plebiscitos. Queremos que nos resuelvan nuestro diario calvario de precariedad y seguridad y que el Presidente, sus ministros, parlamentarios y políticos trabajen para aliviar nuestros sufrimientos. No nos interesa que la actual Constitución sea la de Pinochet o la de Lagos. Y si algo beneficioso hay que hacer y choca con esa Constitución, pues son los parlamentarios los llamados a modificarla.
Renzo Follegati Ghio