
Halloween: hora de hablar de dulce
"Las celebraciones son familiares y son la ocasión perfecta para concientizar, racionar y disfrutar los dulces. Por lo mismo, la educación es la base para establecer salud bucal y general".
Cada año son más los niños que esperan ansiosamente la fiesta de Halloween, animados por la decoración, los disfraces, el salir con los amigos y, sin lugar a duda, disfrutar de la enorme cantidad de dulces que logran recolectar por las casas con ese "dulce o truco".
Es por esta razón considero importante reforzar algunos puntos sobre el consumo de azúcar en los niños, para que evitemos que esta celebración se transforme en una verdadera noche de miedo.
La caries es la enfermedad con más prevalencia en Chile y de origen multifactorial. Muy a menudo, a la hora de consultar al odontopediatra, los papás se sorprenden al enterarse que sus hijos tienen caries y suelen preguntar: ¿Por qué, si mi hijo no come dulces?
La razón a esta pregunta es que cuando hablamos de azúcar, no sólo son dulces y chocolates; si no que nos referimos a todo lo que contiene carbohidratos fermentables (pan, cereales, jugos de fruta, etc.) que son considerados alimentos cariogénicos o formadores de caries.
Inicialmente, las caries aparecen como manchas blancas, en algunos casos, el diente se remineraliza y se "recupera" y en otros, la caries sigue creciendo y se forma una cavidad.
La visita periódica al odontopediatra, el uso de pasta con flúor, el uso de seda dental, la dieta balanceada con consumos moderados de carbohidratos fermentables, máximo 3 diarios, el comerlos con las comidas, son medidas de prevención básica que debemos considerar para cuidar la salud oral de nuestros hijos.
Si tu hijo(a) es menor a 2 años, evita los dulces, siempre es conveniente retrasar su consumo. Puedes utilizar otras alternativas para celebrar Halloween como stickers, premios, chocolate con alto contenido en cacao, preparaciones caseras o frutas que sean entretenidas.
Las celebraciones son familiares y son la ocasión perfecta para concientizar, racionar y disfrutar los dulces. Por lo mismo, la educación es la base para establecer salud bucal y general. Si al otro día, después de recoger dulces, podemos compartirlos con otros que no tuvieron la posibilidad de celebrar ¡hagámoslo!
Prefiere gomitas blandas por sobre alimentos pegajosos, calugas o pastillas duras, por riesgo de atragantamiento o desalojo de restauraciones, sellantes, aparatos de ortodoncia, entre otros. Además, recordar que para un buen dormir, evita consumirlos en la noche. El exceso de azúcar produce sueño profundo más corto, menos reparador y despertar precoz. El balance en la dieta diaria, es la clave para una buena higiene del sueño.
El mejor momento para consumir alimentos azucarados, en este caso las golosinas, es con las comidas; el cepillado de dientes, uso de seda dental y la ingesta en estos horarios ayudará a prevenir la aparición de caries.
Por último, quisiera recalcar que no podemos prohibir el consumo de dulces, a los niños. Debemos educar y valorar el consumo responsable de estos alimentos, con el fin de establecer límites y enseñarles que sí se puede tener una vida saludable, con mínimo de caries, respetando estos consejos.
Recuperación de espacios públicos
Las autoridades han entendido que es urgente ejecutar acciones para que los lugares destinados a la familia dejen de estar en poder de personas equivocadas. La delincuencia no puede dominar nuestros hábitos y costumbres, no hay que cederle espacios, hay que recobrarlos para tener paz en nuestras comunas.
Lo dijo el Presidente Boric, uno de los aspectos fundamentales para ir mejorando en seguridad pública, es recuperar los espacios comunitarios destinados para la actividad familiar. Gran parte de ellos, en los último meses, han estado en poder de antisociales o migrantes quienes levantan carpas o "rucos" para pernoctar.
Y así la comunidad se siente intimidada y va cediendo los espacios que en el corto tiempo se transforman en foco de incivilidades y comisión de delitos, principalmente los robos con intimidación.
Y este fenómeno que recorre el país también está presente en nuestras comunas, donde las principales plazas y paseos sirven de refugio para el comercio ambulantes y personas que se dedican al narcotráfico. Por ello, es grato ver que las autoridades se han tomado en serio el problema y hoy con la ayuda de carabineros se nota un mayor ordenamiento y la gente vuelve a salir con tranquilidad a disfrutar de un paseo al aire libre.
Los paseos Matta y Prat en Antofagasta, otrora plagados de comercio informal con sus toldos azules, hoy están despejados y la gente puede transitar libremente. Lo mismo ocurre en Calama, donde la presencia de la asistencia comunal ha podido controlar a microtraficantes y personas en situación calle que tenían tomados varios sectores de la plaza 23 de Marzo.
La vista es más agradable pero costará mantenerla. El comercio ambulante es difícil de erradicar debido a que -según denuncian los establecidos- son verdaderas mafias las que surten con productos a los necesitados de vender en la calle para contar con sustento diario.
Mientras exista esa necesidad y el abuso del proveedor ilegal veremos el ir y venir de los ambulantes. Hasta que puedan ser ubicados en lugares que no interrumpan el normal tránsito de peatones y cuenten con los requisitos mínimos para desempeñar su labor.
Hay tareas de corto y otras de largo aliento. En lo inmediato la mayor presencia policial y de funcionarios municipales ha logrado controlar a ambulantes, migrantes y personas en situación de calle y los pobladores pueden disfrutar de paseos familiares.
Es necesario continuar con ésta y otras tareas relativas a la seguridad que hoy presenta índices preocupantes, como los conocidos en sensación de temor y revictimización. La delincuencia no puede dominar nuestros hábitos y costumbres, no hay que cederle espacios, hay que recobrarlos para tener paz en nuestras comunas.