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Ana Lya Uriarte, ministra secretaria general de la Presidencia

"Nunca, nunca un ministro Segpres debe decir tenemos los votos"

La jefa de cartera que lleva la relación con el Congreso cumple hoy dos meses en el cargo. Dice que puede ser complejo lidiar con minorías en ambas cámaras, reitera que el Gobierno valora el "sacrificio" que hizo el PC con Karol Cariola y afirma que la reforma de pensiones "supera la ideología y se sitúa en el plano del realismo político".
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Todos los ministerios son importantes, pero el de secretaría general de la Presidencia (Segpres) es clave: es la cartera que debe sacar adelante la agenda legislativa del Gobierno, priorizando y procurando convertir en leyes las políticas públicas que el mandatario de turno comprometió en campaña. Es, además, el encargado de llevar la relación entre el Ejecutivo y el Congreso.

Ese es el trabajo de Ana Lya Uriarte (PS), la exjefa de gabinete de Michelle Bachelet en su segundo Gobierno que llegó en mayo pasado a ocupar el mismo cargo, pero en el ministerio del Interior que lideraba Izkia Siches.

Dos días después del triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida del 4 de septiembre pasado, el Presidente Gabriel Boric la nombró en la Segpres para reemplazar a Giorgio Jackson y para integrarse, junto a Carolina Tohá, a un gabinete aturdido aún por la derrota inapelable del Apruebo en las urnas.

Hoy Uriarte cumple dos meses en el cargo y ha tenido llevar adelante la discusión de las llamadas "grandes transformaciones" a la sociedad chilena que busca implementar la actual administración, entre ellas, las reformas de pensiones y la tributaria.

-Su trabajo es conversar, dialogar, negociar, convencer. ¿Es muy difícil conseguir acuerdos en el Congreso con la polarización que muchos reconocen?

-No es tan complejo. Uno parte primero de una base que es conocer a las distintas bancadas de todos los partidos. Eso es central, porque una va a hacer un trabajo con el Congreso Nacional. El conocimiento personal hace que uno pueda ir configurando más o menos los temas de interés de cada parlamentario, sus sensibilidades, estilos, etcétera, y que los proyectos que el Gobierno presente se entiendan, que se asimilen. Ahora, igual puede ser más o menos complejo dependiendo del tipo de proyecto, pero, además, para nosotros como Gobierno, esto tiene una complejidad adicional y es que tenemos minoría tanto en el Senado como en la Cámara.

-Pero habrá algunos con los cuales ni siquiera vale la pena gastar energía, porque uno sabe que no están dispuestos a conversar.

-Le digo sinceramente que desde luego que se puede conversar con todos. Es efectivo que hay un ánimo distinto en ocasiones por la contingencia política, pero siempre se puede conversar. Yo siempre trato de ir generando una relación, diría que de cercanía, de empatía, independientemente de las orientaciones ideológicas o políticas que existan. Porque yo he conversado con el senador Rojo Edwards. No me une nada a él en lo ideológico y en lo político, pero tenemos un trato donde en ocasiones incluso hacemos alguna broma; pero convivimos trabajando y ambos trabajamos para Chile. El punto es que lo hacemos desde miradas y visiones distintas. Así que no veo la razón por la que no podríamos conversar.

-Al ser minoría, para avanzar, necesita de los votos del centro y de la oposición. Pero asegurar los votos de los mismos socios del Gobierno ya es complejo, porque hay posiciones muy distintas que han sido evidentes y públicas en varios temas.

-Hay un espacio de conversación generado entre ambas coaliciones, Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad. Pero yo rescato por sobre todo el hecho de que, en el inicio de las conversaciones, en este espacio

"No me cabe duda de que en nuestro país habita fuertemente un anticomunismo (...) En muchas ocasiones se pregunta de una persona en su condición de comunista antes que sus méritos o trayectoria. Karol Cariola tiene una trayectoria impecable. Sin embargo, en las redes sociales han aparecido imágenes y comentarios que solo confirman que hay mucho anticomunismo".