Fármacos para adelgazar
Estamos en el tiempo en que muchos compatriotas, post culpa del 18 de septiembre y el invierno, intentan llegar a un verano "sin polera". Para llegar a esta meta se puede llegar de dos maneras: de manera constante, a través de una vida sana, deporte, alimentación y constancia; y por otro lado, una medida apresurada.
Esta última, incluye en múltiples casos el uso de medicamentos, los cuales pueden tener complicaciones si se utilizan sin la necesaria supervisión.
En estos tiempos, el acceso a estos medicamentos se obtiene a través de la vía tradicional, con la debida supervisión, pero también a través de tráfico y narcotráfico, en redes sociales e incluso vendiendo recetas de manera poco éticas.
Debemos recordar siempre que la diferencia entre un medicamento y un veneno es la dosis, por ende, si los utilizamos mal, en este paso para adelgazar, podríamos llegar a poner en riesgo nuestra vida, alejándonos de la meta inicial que es bajar de peso.
Los medicamentos para bajar de peso no solo pueden abordar eso, sino que también pueden afectar al corazón, al sistema nervioso central y entre otros. El peligro de utilizarlos sin supervisión es que pueden llevar a consecuencias graves, incluso mortales, sin incluir los riesgos intrínsecos de obtenerlos en establecimientos no autorizados, como intoxicaciones o en casos menos graves, su ineficacia.
Jorge Cienfuegos, académico UNAB
Paro de guardaparques
Más de 40 parques nacionales están cerrados o sin vigilancia por el paro de trabajadores que se inició hace unos días, en que solicitan mejoras laborales a la autoridad y un presupuesto acorde a sus requerimientos actuales.
Como sector turismo apoyamos la necesidad de que se mejoren las condiciones de los guardaparques, para que puedan desarrollar su importante función de la mejor forma posible, entendiendo que desempeñan una tarea loable y abnegada, que para realizarla, requiere de condiciones básicas.
A su vez, hacemos un llamado al gobierno a acercar posiciones con los guardaparques y buscar soluciones que permitan resolver en el más breve plazo el paro y evitar que se prolongue, ya que esta movilización tiene un impacto muy negativo para la actividad turística, especialmente ahora que se inició la temporada alta del rubro, y en un momento donde estamos intentando recuperarnos de la crisis provocada por el covid, considerando que hace muy poco tiempo se eliminaron las restricciones sanitarias que nos permiten funcionar con mayor normalidad, entre ellas, la reapertura de fronteras.
Para dimensionar este impacto, hay que tener en cuenta, por ejemplo, que un 70% de los extranjeros que llegan por turismo al país, señala que su principal motivador para venir es hacer turismo de naturaleza.
Otro factor a considerar en este tema, es que parte importante del presupuesto de Conaf -organismo del que dependen los parques nacionales- proviene de los ingresos por concepto de entrada a dichos recintos. Por lo tanto, que se mantengan cerrados, también golpea las arcas de esta entidad.
Si el paro se extiende, provocará un enorme perjuicio a toda la actividad, y a las regiones en las que están ubicados los parques, ya que muchos de ellos forman parte de circuitos integrados de la que dependen muchas empresas y trabajadores de la industria. Por lo mismo, confiamos en que se establezca el diálogo y se alcance una pronta solución.
Helen Kouyoumdjian Vicepresidenta EjecutivaFederación de Empresas de Turismo de Chile
Homo homini lupus
"Ninguna sociedad se sostiene sin el empleo de la fuerza o la amenaza seria de su empleo. Sin Estado y la capacidad de imponer las reglas, ninguna justicia será posible" (Cfr. Carlos Peña, "La ley de la selva").
La obligación esencial de los gobernantes de un Estado es conservar el orden público y otorgar seguridad a sus habitantes. Para cumplir tal cometido, controlar o reprimir la violencia ilegítima y el crimen, y evitar la guerra de todos contra todos -ya que "el hombre es un lobo para el hombre": homo homini lupus, según la locución latina atribuida a Plauto- el Estado tiene el monopolio del uso de la violencia física legítima; única forma para enfrentar con éxito a grupos armados que, sin Dios ni ley, no atienden razones y están dispuestos a destruirlo y a incendiarlo todo.
Si nuestros gobernantes no hicieren uso de la fuerza con el rigor requerido, Chile se convertirá en un Estado fallido -incapaz para tener el control sobre regiones de su territorio y para asegurar en ellas el Estado de Derecho y el monopolio de la violencia física legítima-, quedará indefenso y condenado a caer en manos de personas o grupos que están promoviendo la anarquía, el caos, la disolución social y la insurrección revolucionaria a fin de hacerse con el poder total e instaurar una tiranía totalitaria que ahogaría la vida, la libertad, la propiedad y los demás derechos humanos de los ciudadanos.
Adolfo Paúl Latorre