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ENTREVISTA. Nadac Reales, biotecnóloga:

"Aún existe una brecha de género en las ciencias"

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La biotecnóloga calameña, Nadac Reales, creadora de Spiromet, proyecto enfocado en dar solución a los desechos metales del Salar de Atacama y poder convertirlos en productos sustentables, ha tenido un año lleno de acontecimientos importantes para su carrera y desarrollo profesional. Por ello, conversó con El Mercurio para conocer más de su trabajo y su postura ante la elección como una de las mujeres más poderosas del país según la revista Forbes.

¿Qué significa para usted haber sido reconocida como una de las 25 científicas destacadas de Latinoamérica y ahora ser una de las 30 mujeres más influyentes del país?

-Esos reconocimientos han sido muy importantes y estoy feliz de poder recibirlos más que nada por el aporte de poder entregar desarrollo tecnológico que he estado trabajando. Orgullosa también de ser de la Región de Antofagasta y que esto haya salido desde acá, porque igual es importante reconocer que desde región se puede hacer desarrollo tecnológico y creo que en este caso, ha tenido harta relevancia internacional, por lo tanto, igual ha sido reconfortante y muy feliz de poder contribuir ciencia a nivel nacional e internacional.

¿Cómo es hacer ciencia desde el norte del país? ¿Considera que es más difícil que en otras regiones?

-Hacer ciencia igual es difícil porque, a veces, los recursos se centralizan en la capital independiente de que ahora hay fondos enfocados para la región, la gran diferencia es que estos fondos financian a proyectos cuando ya están en prototipos, pero sobre investigaciones, desde lo que es principal, el investigar un concepto para llegar a un resultado, yo creo que son muy escasos los recursos. Entonces esa es la principal complicación yo siento que tiene la región y a nivel nacional porque al final uno tiene que aplicar recursos y es una incertidumbre porque la ciencia básica, en cuanto a la investigación que se tiene que resolver una hipótesis y recién ver si es factible o no, además de comprobar esa factibilidad, es difícil y se necesita una inversión inicial que me caso, fue de forma personal porque yo decidí hacerlo así. Otra forma en la que se financian las investigaciones es a través de la Academia, de las universidades, pero yo lo quise hacerlo de forma independiente y eso, si bien, se complica un poco más, a la larga te entrega una independencia cuando los resultados son favorables y te da la opción a decidir qué hacer después.

Dentro de los hitos importantes de este año fue haber sido parte de la COP27, ¿cómo fue esa experiencia y qué rescata de aquello?

-De todas las experiencias que pude vivir este año, el que han sido muy bueno porque me ha permitido tener una visión más amplia tanto nacional como internacional, el haber participado en la COP27 me permitió rectificar que efectivamente hay un grave problema con respecto a soluciones tecnológicas y problemas relacionados a la crisis climática. Por lo tanto, haber podido participar de esta instancia y proponer una solución tecnológica que permita contribuir con la causa climática fue un orgullo para mí, más aún el poder representar a Chile este año. Se me permitió poder exponer y dar a conocer la tecnología del acero -biotecnología que por medio de microorganismos purifica el acero contaminado para generar un producto sustentable- para que puedan aplicarla en otros países, en los cuales el problema medioambiental y las Industrias que están relacionadas al acero se pudieran ver beneficiadas. Eso me da más energía de seguir adelante y de que esta tecnología no solo quede en la región, sino que llegue al mundo diciendo que nace acá.

En cuanto a la figura femenina dentro del rubro de la investigación, ¿cómo se puede contribuir a reducir la brecha de género para que las mujeres tengan más acceso a disciplinas dentro del mundo científico?

-Creo que todavía existe una brecha, con respecto al género, en el área de las ciencias debido a que uno tiene que dedicar aún más tiempo a la investigación, en mi caso yo postergue una parte importante de mi vida que es la familia, se me fue ese sueño. Sin embargo, es un foco que hay que apoyar más, quizás en permitir el poder hacer ciencia en cada una de las unidades, a tener más fondos concursables que permitan financiar investigaciones básicas para luego poder desarrollar una investigación aplicada. Yo creo que hay un montón de medidas que son necesarias actualmente para que las mujeres se incentiven en poder concretar su objetivo, sus ideas y poder también motivar a jóvenes desde edades tempranas como en la enseñanza básica y media, dar a conocer casos de éxito para que se incentiven a aplicar y desarrollar tecnología. El desarrollo del país es fundamental y se va a basar en el desarrollo de innovación y tecnología. Entonces, ¿por qué no potenciar a las mujeres a qué desarrollen esto, pero entregando un abanico de posibilidades?.

ENTREVISTA. Cristina Dorador, bióloga:

"Tenemos una gran deuda social con la investigación"

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En marco del reconocimiento a las 30 mujeres más poderosas del país, Cristina Dorador, bióloga, doctora en ciencias naturales y ex convencional constituyente destacó ante su papel como mujer nortina influyente en la historia del país. Ante esto, El Mercurio conversó sobre temas relacionados a su visión del nuevo proceso constituyente, cambio climático y el rol de la mujer en la ciencia.

¿Qué significa para usted haber sido reconocida como una de las 30 mujeres más influyentes del país?

-Me tomó de sorpresa este reconocimiento, me pone muy contenta también porque creo que involucra trabajo de mucho tiempo y un trabajo colectivo, tanto en la investigación, la docencia, la formación de personas y también en la vinculación que hemos hecho con las comunidades, las problemáticas que tenemos en la zona y en la Región de Antofagasta, sobre todo con los ecosistemas del desierto y los salares. Estoy muy contenta con el reconocimiento.

Uno de los hitos destacados por la revista Forbes fue su posición como convencional. Cuéntanos, ¿cómo fue su paso por la convención constitucional?

-La convención constitucional fue un evento muy importante, no solamente a nivel país e histórico, sino que en la mayoría de cada una de las personas que participamos. Creo que en lo particular nosotros trabajamos fuertemente por el incorporar tópicos en cuanto a los conocimientos, ciencia y tecnología como parte importante del desarrollo del país sobre todo pensando en la tendencia económica que tenemos frente a la explotación de materias primas que hay en Chile. Esto también genera que existan pocas posibilidades de desarrollo y de apertura a nuevas ideas, sobre todo, en la región porque la mayor parte de las investigaciones en Chile se hacen en Santiago y los estudiantes y jóvenes tienen pocas oportunidades. Todo eso fue parte discusión constituyente, hablando desde la ciencia, la equidad, y por supuesto, desde el medioambiente porque trabajamos mucho teniendo un sello ecológico, más aún, considerando que estamos en una crisis climática con un contexto muy complejo, y para ello, hay que tener una visión clara al respecto para abordar estás problemáticas.

En ese sentido, ¿qué problemas medioambientales enfrenta Antofagasta actualmente?

-Primeramente el cambio climático es un tema mundial en que el planeta comprende que tiene límites, por lo tanto, ciertas prácticas económicas que, en el caso de Antofagasta, están ligadas directamente a la minería, la que es muy importante para el país y el empleo, pero también hay que considerar todos los aspectos que esta tiene y para ello es muy importante la investigación (…) A veces vemos efectos que se discuten dentro de la minería, en la cual no hay tantos datos para rebatir aquello y poder mejorar prácticas. En el caso de Antofagasta lo que llama la atención es las altas tasas que hay de cáncer, también en cuanto a la mortalidad infantil, y en cuanto temas más emergentes, la alta incidencia de personas en el espectro autista, los que son temas que uno los ve y los vive y que ojalá se entreguen recursos y apoyo porque es un panorama complejo.

En los temas de salud hay cosas que nos impactan día a día y creo que es importante relacionarlo con la variable ambiental porque estas temáticas se cruzan con otras situaciones y es en el medio ambiente en donde tenemos mayores problemas, el agua con las fuentes agotadas, en Calama el aire contaminado, en Tocopilla con las de industrias y termoeléctricas, así como la alta concentración de relaves en todo el borde minero, que es un tema que me preocupa mucho y hay que tratar porque son hechos, que a la larga, tienen consecuencias tanto para los proyectos como para los personas.

Como exconstituyente, ¿qué piensa del proceso que se está llevando actualmente para generar una nueva constitución?

-Espero que el proceso llegué a puerto, pero también es cierto que dichos procesos son difíciles, por lo mismo requieren de mayor participación y ahora se está enfocando la discusión hacia personas expertas, pero no olvidar que es una constitución política para Chile, en donde todos somos parte del país (…) Muchas de las temáticas son vistas desde el poder central, de Santiago, porque Chile es un país muy centralista, pero es necesario que se incluya a las mujeres, regiones, a los pueblos originarios, creo que hay muchas decisiones de las que podemos aprender y hacerlas participativas (…) Eso es fundamental para nuestra democracia.

¿Cómo ha influido su trabajo como científica en la imagen para las nuevas generaciones?

-He tenido la suerte de formar estudiantes, son ya casi 15 años haciendo clases donde uno también tiene una responsabilidad social. Yo provengo de un linaje científico de profesores que en su momento fueron muy importantes para motivar mi carrera, entonces para las personas que quieran seguir esto, hay que tratar de abrirle todas las puertas posibles y estoy muy feliz de que hayan docentes y doctores en tecnología microbiana que estudiaron acá y después se fueron a otras universidades hacer sus doctorados (…) Tenemos una gran deuda social con la investigación creo yo, hay poco financiamiento, sobre todo, para la regiones y debería cambiar.