Vejez y dignidad
"El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad". Este verso, del escritor Gabriel García Márquez, me persigue desde que encontraron muerto a un hombre de 80 años, con una data de muerte superior a un año, en la Región de Coquimbo. Y no se trata de una muerte aislada, de un "hecho lamentable", como dirían los políticamente correctos.
Lo mismo sucedió este 2022 en la Región del Biobío, La Araucanía, Valparaíso, Arica, Magallanes, Maule, Antofagasta y otros sectores de nuestro país, donde la vejez es sinónimo de abandono, soledad y muerte. En cada caso la policía interrogó a extraños: vecinos, transeúntes, cientos de curiosos que teorizaron sobre las causas de las muertes. "Es inhumano, no tiene nombre". "Hace meses que no lo veíamos". "Nunca salía de la casa". La cierto es que nadie vio o escuchó nada.
Este año hemos logrado avanzar en problemáticas trascendentales, tales como la perspectiva de género en programas de acogida y la protección de la niñez, con la promulgación de la ley que tipifica la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes, pero poco se ha hecho para detener las diversas formas de maltrato contra los adultos mayores: económicas, psicológicas, físicas y patrimoniales.
Esta vergonzosa realidad exige de nuestra causa transitar hacia programas más personalizados y preventivos, priorizando modalidades de atención domiciliaria y ambulatoria, que estén instalados en el territorio, donde la desatención, el aislamiento físico y la soledad, que es una de las formas más duras de maltrato a los adultos mayores, amenaza la vida de 200 mil adultos mayores que viven bajo la línea de la pobreza en Chile.
Por eso, en los próximos dos años, el Hogar de Cristo irá transformando sus residencias en una red de servicios de cuidados domiciliarios, extensa y personalizada. Una nueva estrategia social para este Chile diverso y con mayor pobreza que enfrentamos este 2023 que se inicia. Un Chile que nos obliga a ser más ágiles y flexibles, centrándonos en las personas mayores, convencidos de que el secreto de una buena vejez es la dignidad y no un pacto honrado con la soledad.
Carolina González Jefa de operación social del Hogar de Cristo en Valparaíso
Ganó la paz
En diciembre de 1978, hace 44 años, las FF.AA. y Carabineros de Chile se encontraban listas a lo largo de nuestra extensa frontera terrestre y marítima para rechazar el ataque e invasión que Argentina tenía previsto en el "Plan Soberanía", luego quedeclararan como "insanablemente nulo" el Laudo Arbitral Británico de 1977.La Armada de Chile se encontraba con sus medios desplegados en el teatro de operaciones austral para rechazar la inminente invasión argentina a nuestras posesiones insulares al sur del canal Beagle. La madrugada del día 22 de diciembre de 1978, la Escuadra Nacional zarpó al combate y nuestros infantes de marina, buzos tácticos, flotilla de torpederas, unidades de combate dependientes de la Tercera Zona Naval, medios de exploración aeromarítima, el "SS Simpson" y todas la fuerzas disponibles en tierra, mar y aire se encontraban listas para cumplir su juramento y el lema de la Armada de Chile: "Vencer o morir".
Solo el acertado y resuelto manejo de la crisis por parte de las autoridades chilenas de entonces y cuando nuestra Escuadra estaba en una posición ventajosa a escasos minutos de disparar sus misiles y artillería a la Flota de Mar argentina, disuadió a los gobernantes trasandinos de atacarnos y aceptar la mediación de Su Santidad el Papa Juan Pablo II.
Un legado innegable del gobierno militar chileno, sus FF.AA., Carabineros y Servicio Diplomático es haber ganado la paz en ese convulsionado año 1978, cuando Argentina había ganado su primer mundial de fútbol.
Reinaldo Reinike Espinoza
El legado de Pasteur
Recientemente se conmemoraron los 200 años del natalicio del científico responsable de que puedas disfrutar de una cerveza helada, un delicioso vino o una leche de calidad sin preocuparte de enfermarte al consumir estos bebestibles. Esto, porque descubrió que la causa de que se pusieran agrios con el paso del tiempo se debía a la presencia de microorganismos. ¿Podemos evitar que esto ocurra? ¡Claro! Mediante un aumento en la temperatura se eliminan las bacterias, pero no solo de los alimentos, sino que también de los implementos que usamos en heridas, operaciones y otros elementos para curar sin infectar. El padre de la microbiología moderna hizo más patentes esos pequeños organismos, invisibles al ojo humano, pero capaces de enfermar a tantas personas. ¡Qué absurdo debe haber sonado en esa época! Incluso en la actualidad pospandemia algunos niegan su existencia porque no los pueden ver. ¿Y tú? ¿Harás salud por Louis Pasteur?
Nataly Venegas Zúñiga