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RN oficializa a sus candidatos regionales para la elaboración de la Carta Magna

POLÍTICA. Postulantes del partido serán Daniela Castro y Pablo Pomareda.
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Con los días corriendo para que los partidos políticos inscriban sus candidatos al Consejo Constitucional para las elecciones de mayo, ayer Renovación Nacional (RN) presentó a sus postulantes que correrán para lograr un escaño en representación de la Región de Antofagasta.

Se trata de Daniela Castro y Pablo Pomareda, a quienes desde el partido calificaron como "profesionales jóvenes, que representarán de la mejor forma a Antofagasta". Estos candidatos son los primeros nombres en conocerse para los comicios que se efectuarán el próximo 7 de mayo, donde la ciudadanía deba escoger a los 50 integrantes del nuevo órgano redactor de la propuesta de Constitución. Para la zona, al igual que en el Senado, serán 3 los puestos en juego que se definirán en estos sufragios.

Daniela Castro, militante de RN, es abogada, magister en Derecho Público y máster en Derecho Público y Medio Ambiental Universidad Castilla La Mancha de España, además de contar con una serie de diplomados en temas constitucionales.

En lo público se ha desempeñado como abogada de la División de Estrategias y Políticas Públicas del Ministerio de Minería; asesora del gabinete de la Subsecretaría de Minería; y abogada de la Intendencia Regional de Antofagasta. En el mundo privado, en tanto, trabajó por más de 11 años en el área del comercio transnacional de servicios y retail.

Pablo Pomareda es ingeniero comercial y licenciado en Arte, emprendedor y creador del conocido "Café del Desierto", emprendimiento en el que comenzó vendiendo sus productos en la calle, en la Plaza Colón. Además, ha incursionado en medios de comunicaciones locales, es un exdirigente gremial y hoy pertenece a la Asociación de Foodtrucks de Antofagasta.

ENTREVISTA. Darío Quiroga, analista político:

"Cuando uno hace el diagnóstico del año del Gobierno, cuando tú ves los hitos relevantes, son casi puros fracasos"

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José Fco. Montecino Lemus.

Si está la idea de un cambio de gabinete, debe ser ahora ya. Así de enfático lo reitera el analista político calameño Darío Quiroga en esta entrevista, en la que desmenuza el presente y futuro del Gobierno del Presidente Gabriel Boric y lo que se espera del nuevo proceso constitucional, que está a la vuelta de la esquina y del que el miembro del podcast "La Cosa Nostra" se declara como "aséptico".

Para Quiroga, actualmente la administración del Mandatario solo ha visto pérdidas. Mientras que sus grandes logros vienen de hitos que anteriormente no estaban dentro de su discurso -la conversación se realizó la mañana del mismo día en que el comité de ministros rechazó el proyecto Dominga, situación que elevó la aprobación de Boric a un 27%-.

Después de la visita de la exministra Siches a La Araucanía, pareciera que el Gobierno de Boric no ha podido reponerse. ¿Se puede comparar con lo sucedido en el segundo periodo de Michelle Bachelet y el caso Caval?

- Hay una cosa que sí se compara pero que es más estructural. Al igual que el segundo Gobierno de Bachelet con el caso Caval, y con (el gobierno de Sebastián) Piñera después del estallido social, hoy no hay poder en La Moneda. Entonces, la pregunta uno podría preverla, ¿en qué minuto el Presidente actual pierde poder? En el caso de Boric, probablemente el símil sea el plebiscito - más que el tema de la ministra-, cuando se queda como sin bases de sustentación.

En realidad, creo que hay una gran debilidad del Gobierno, por errores propios, también por condiciones de bordes. La sociedad chilena no es la de hace 20 años, el poder ya no manda, la gente ya no le tiene mucho respeto a ningún tipo de poder.

Entrando a materias políticas, cuando uno hace el diagnóstico del año del Gobierno, cuando tú ves los hitos relevantes, son casi puros fracasos, y los pocos éxitos que tiene, no tienen que ver con cosas que para ellos sean importantes. ¿Cuáles son estos éxitos grandes? ¿Qué cosas le resultaron? Voy a partir con que lograron que no se aprobara el quinto retiro. O sea, hicieron algo que en realidad no estaba en su ADN. De hecho, la mayoría del Gobierno, partiendo por algunas ministras que eran parlamentarias, como Camila Vallejo, estaban por los retiros. Llegaron al Gobierno, y ya no están por los retiros. (Segundo) que se aprobara el TPP11, contra sus propias bases.

Se están traicionando...

- Bueno, eso es muy complejo. Y lo que de repente tú haces para tu gente, como ir con los indultos, lo hacen tan mal que se transforma en un problema. Algo que podría haber sido una cosa que te va a generar un costo con la derecha, pero que era calculado, pero lo hacen tan mal que tienen que retroceder. El Gobierno está en una debilidad gigantesca. Uno de los pocos activos que tiene es el carisma del Presidente Gabriel Boric, que es importante, y que todavía sostiene la estantería. Pero cuando tú cuando miras en condiciones estructurales políticas, es pura debilidad.

¿Cree que un cambio de gabinete sea suficiente para revertir esto o evitar más "desprolijidades"?

-Mira, se ha escuchado en las últimas semanas la necesidad de otro cambio de gabinete, y la pregunta es si se hace ahora durante las vacaciones o volviendo en marzo. Yo no lo sé, no tengo las suficientes fuentes para saber si se está pensando en serio. Lo que le diría al Gobierno es que, si lo está pensando en serio, hágalo ya. No hay ninguna razón para esperar nada.

Ahora, más bien lo que se ha planteado es el nivel de desconocimiento de los ministros. De hecho, se hacen cuadros comparativos cuando distintos gabinetes tenían ocho o diez meses de existencia y su nivel de conocimiento, y este (el del Presidente Boric) es de los más bajos. Eso es un problema, porque efectivamente hace que no haya un cortafuego ni haya otra gente capaz de poner agenda. Finalmente, los ministros sectoriales tienen tan bajo nivel de conocimiento y no tienen proyectos que luzcan, de repente haya un proyecto bueno, pero ni nos enteramos. Nada luce mucho. Y la discusión se sigue concentrando en el ámbito puramente político, y ahí es pura pérdida, porque después de la derrota del plebiscito más bien lo que estás administrando es pérdida, estás todo el rato retrocediendo. Sí, en ese sentido, cuando uno hace ese diagnóstico, pudiera ser importante un cambio de gabinete, siempre y cuando haya argumentos razonables para pensar que el nuevo elenco que vas a poner va a tener capacidad de llevar una agenda más adelante, más activa, que va a tener el respaldo, y que por lo tanto se va a poder hacer más conocido, no solo ellos como liderazgos, sino que también los temas.

¿Podría ser otra solución que el Mandatario se incline por Socialismo Democrático?

-Sí... pero fíjate que ahí hay una cosa media mecánica. A los seis meses, cuando se provoca el cambio de gabinete, en especial la salida de Izkia Siches, el desplazamiento de Giorgio Jackson -que en la práctica es casi una salida, porque sale del primer plano-, y la inclusión de la dupla Carolina Tohá y Ana Lya Uriarte, claro, entra aire fresco. Tohá ha hecho un desempeño comunicativo extraordinario, le pone más peso político, todo lo que tú quieras, y Ana Lya Uriarte no tiene las dificultades de Jackson en el Parlamento, pero en términos de resultados también son discretos. Y es porque no depende de un ministro en particular. Tampoco tienen la varita mágica el Socialismo Democrático.

Proceso constitucional

Y con el nuevo proceso, con expertos, con un comité técnico, ¿cómo ve que va a terminar este nuevo proceso constitucional?

- Yo soy muy aséptico, pero reconozco que mi opinión es bien minoritaria. Es un muy mal proceso (…). Hubo un momento de crisis política social en Chile, hace tres años atrás, y que no fue la gente, fue la clase política que, viendo la crisis gigante, dijeron "mira, parece que hay un tema estructural. Tan estructural que tenemos que cambiar lo más grande del país, que es la Constitución". Ese fue el acuerdo de noviembre del 2019. Ese momento pasó, no se hicieron los cambios, no se aprobaron los cambios. Estamos en otro momento muy distinto, donde las preocupaciones son otras. Por supuesto que las razones que dieron origen al estallido, el abuso, la elite, la desconexión social, creo que subyacen, pero la gente está más preocupada ahora de la delincuencia y el costo de la vida, quizás los dos temas fundamentales. En este momento, finalmente, lo que hizo la elite política, para un proceso tan grande como una Constitución, un proceso exprés (...). Creo que el proceso va a avanzar sin que la gente ni se entere. Nos vamos a enterar los que nos interesa la política, seremos un 10% con suerte, va a salir en el diario. Pero nadie sabrá.

Perdió la magia.

-Perdió la magia. Totalmente. Lo que puede pasar son dos cosas: si logran mantener el proceso bien encapsulado, sin que nadie se entere, y sin que nadie, ningún actor político, le haga críticas, puede que la gente llegue al plebiscito y gane. Eso es lo más probable. Pero también puede pasar, y ojo ahí, que haya actores por fuera que ataquen a la elite política en su conjunto, y diga "Rechazo". Y como está todo tan líquido, que la gente que va a tener que ir a votar porque es obligatorio, tampoco se encanten con esto y digan "no, esto es un arreglín de los políticos".

"Los pocos éxitos que tiene (el Gobierno), no tienen que ver con cosas que para ellos sean importantes. ¿Cuáles son estos éxitos grandes? ¿Qué cosas le resultaron? Voy a partir con que lograron que no se aprobara el quinto retiro. O sea, hicieron algo que en realidad no estaba en su ADN".