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Antofagasta no debe perder el ITL

Toda la Región de Antofagasta, la región aportadora de la producción y los recursos para el ITL, ha sido protagonista".
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Han transcurrido más de seis años desde que un grupo de regionalistas de nuestra región planteara a Corfo que el Instituto de Tecnologías Limpias (ITL), que se estaba pensando crear en Chile con recursos provenientes de la explotación de litio, debía instalarse y desarrollarse en la Región de Antofagasta, región aportadora de estos recursos. En el año 2018, junto al intendente y los rectores de la UA y la UCN firmamos un memorandum de compromiso para crear un consorcio regional, nacional e internacional, consorcio ASDIT, para participar en la licitación del ITL, y que este, no solo se instalará en el territorio, sino que además fuera ejecutado principalmente por sus propias instituciones.

El 4 de enero del año 2021, Corfo adjudicó este estratégico proyecto, decisión que fue recurrida a la justicia y, el 4 de julio del año 2022, la Corte Suprema emite su fallo en el que revoca la adjudicación y pide que Corfo "ponga todos los antecedentes a disposición del Consejo CORFO a fin que este adopte una decisión de adjudicación a la brevedad, en que resulta evidente la conveniencia que se emita una decisión fundada que se haga cargo en la forma más transparente posible de las propuestas admisibles y de las opiniones de los expertos internacionales".

Hoy, estamos prácticamente a siete meses de este fallo de la Corte Suprema y aún sigue pendiente esta adjudicación.

Para Chile y, por supuesto muy especialmente para la Región de Antofagasta, es impresentable que transcurridos todos estos años aún no se inicien las obras y el trabajo académico/empresarial/educativo/tecnológico/laboral que este estratégico proyecto implica para nuestro desarrollo.

El Instituto de Tecnologías Limpias significa avanzar a pasos sólidos para transformar a nuestra Región de Antofagasta en un polo tecnológico de clase mundial, en una base productiva intensiva en conocimiento y en un centro de formación de personas en la frontera del saber. El ITL nos permitiría transformarnos en referente mundial en producción y exportación de hidrógeno verde, de tecnologías y conocimiento en torno al litio, sales, energía solar y minería verde, todo en el contexto de nuestro proceso de clusterización y diversificación productiva.

La posibilidad de que se siga postergando esta decisión o de declarar desierta la adjudicación y dividir el ITL en distintos programas tecnológicos significaría borrar el sueño de que Chile y la Región de Antofagasta se transformen en un centro tecnológico referente de clase mundial.

Toda la Región de Antofagasta, la región aportadora de la producción y los recursos para el ITL, ha sido protagonista en la génesis y desarrollo de este importante proyecto. Antofagasta no debe perder el ITL.

Marko Razmilic

Presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta

Lluvia

"Dios las enviaba a su pueblo en el momento justo, en el tiempo propicio".
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Me encontraba meditando en el "Cántico de Moisés", y sin percatarme, quedé suspendido en algún lugar de quién sabe quién. Algo gatilló ese momento de inflexión: "Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba;"(Dt 32). Pensé en cuan distinto sería este convulsionado mundo, si la lluvia del conocimiento revelado de Dios, se posara sobre cada uno de los ocho mil millones de seres humanos que poblamos este planeta.

Este verso del cántico, habla de rocío y gotas, de goteos y lloviznas. ¿Cómo será una lluvia de enseñanza y razonamiento, si tan solo unas gotas nos inundan? Al gran Benjamín Franklin se le atribuye una frase "Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo". Involucramiento, compromiso, integración con la enseñanza, unión, un caminar integrado en ella.

"Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino" declara el salmista; ¿Cualquier palabra es lámpara que alumbra? ¿Basta con oír y memorizar la enseñanza? La parábola del sembrador, vale la pena repasar. El Apóstol san Pablo señala en su carta a la iglesia en Corinto: "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." La persona natural y aquella que no lo es. La primera escucha y olvida, aprende y recuerda, pero: ¿La discierne, la percibe, la integra?, ¿Se puede entender la enseñanza espiritual, si el Espíritu de Dios está ausente?

Moisés en uno de los versos de su cántico, afirma: "Porque son nación privada de consejos, y no hay en ellos entendimiento." El salmo 129 es categórico en afirmar: "Si Dios no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Dios no guardare la ciudad, en vano vela la guardia." Así como Albert Einstein definió la oscuridad, como ausencia de luz; Sin la presencia de Dios, las naciones viven desintegradas, en la nebulosa nuestra de cada día.

En este camino de aprendizaje, de discernimiento, de conocimiento de las cosas que son del Espíritu de Dios, no es posible sin la comunicación permanente, sin el hablar cotidiano con el Espíritu de Dios. En la antigüedad, el pueblo recibía una de las bendiciones que ya quisiéramos, sobre todo en estos tiempos de desertificación de la tierra.

Esta era la lluvia temprana y la tardía, ambas eran atemporales. Dios las enviaba a su pueblo en el momento justo, en el tiempo propicio para sembrar y cosechar; el pueblo era feliz y todos participaban en ella, Incluyendo a Dios.

Moisés habla de llovizna, que no alimenta ni nutre la tierra, sino al espíritu y alma de la humanidad integrada al Espíritu de Dios, como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba.

Sergio Lagos Luciano,

Pastor evangélico

Poca efervescencia en previa electoral

El próximo 6 de febrero vence el plazo para la declaración de candidaturas al Consejo Constitucional y las definiciones siguen ausentes en las colectividades políticas. Son solo especulaciones pero que tienen sentido si se analiza que los partidos no enviarán a sus mejores candidatos a esta contienda electoral, esos nombres están guardados para otros procesos.
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Sin lugar a dudas que el interés por participar en el nuevo Consejo Constitucional es muy distinto al que se presentaba respecto a la Convención Constituyente, al menos en el ambiente previo. La cantidad de cupos, la premura para definir nombres y la escasez de candidatos se replican como las principales razones para que a poco más de una semana para el cierre de las postulaciones aún no haya definiciones claras.

Y ello no sólo en cuanto a nombres. En el oficialismo se ha dilatado la decisión de saber si se competirá en una o dos listas. Algo que a estas alturas parece incomprensible cuando restan tan pocos días para el cierre, pero pareciera ser la característica de este proceso.

Dentro del espectro político, sólo Renovación Nacional (RN) es la que definió a sus postulantes. Daniela Castro y Pablo Pomareda, profesionales jóvenes que no despertaron toda la simpatía en los antiguos militantes, quienes criticaron la inexperiencia electoral de los elegidos por las mesas directivas.

Sí, porque la apuesta que puede deducirse de los nombres que han saltado a la palestra en los últimos días se caracterizan por ser exautoridades o políticos de trayectoria, como Nalto Espinoza y Katherine López en la Udi, o en oposición Rubén Gajardo (DC) o Hernán Vargas (PS).

Son solo especulaciones pero que tienen sentido si se analiza que los partidos no enviarán a sus mejores cartas a esta contienda electoral, esos nombres están guardados para otros procesos por decisiones de partido y personales.

Ya no existe mucho interés en ser parte de este nuevo órgano constituyente a menos que realmente tengan esta solo vocación y no otras aspiraciones. Ser parte de este consejo los deja fuera de elecciones más apetecidas en el mundo político.

También pesa la función que cumplirán, la que estará sometida a lo que haga la Comisión Experta, que ya fue elegida.

Por ello la efervescencia y los afanes de participación están varios decibeles más bajos que en el anterior proceso y no hay indicios de premura entre las colectividades políticas. Más bien, se está a la espera de sellar algunos acuerdos y de convencer a sus "viejos estandartes" de coronar su trayectoria con la participación en este nuevo CC.

Los tiempos apremian y no debiera sorprender si los nombres son "viejos conocidos" más que noveles figuras emergentes.