¿Seremos reemplazados?
Sobre las interesantes opiniones que se han sumado a la pregunta planteada por el exministro de Salud, Dr. Jaime Mañalich acerca de si en el futuro "seremos reemplazados por alguna forma de inteligencia artificial", el tema en sí ha sido muy debatido y aún tiene mucho de ficción, pero es una posibilidad que se debería considerar como lo plantea la corriente de pensamiento "transhumanista", quienes postulan como el destino inevitable para el hombre a través de la ciencia, es convertirnos en máquinas o integrados inteligentes incluso con conciencia como la entendemos; que tendría como posible consecuencia el ser eliminados como especie biológica, pues ofreceríamos principalmente limitantes.
Retomando lo señalado en carta de días pasados de don Claudio Ibáñez S., al respecto quien señala "lo único cierto hasta ahora es que el desarrollo del conocimiento, de la ciencia y de la tecnología si algo ha traído a la humanidad es desarrollo progreso y calidad de vida".
De ello no cabe duda, pero también es cierto que deberíamos preguntarnos a qué costo y reconocer que junto a los grandes logros también tras la ciencia ha habido desarrollos negativos o manejos errados como consta (ej. la carrera armamentista, manejo descontrolado de fármacos, pesticidas, contaminantes, energías, etc.) y muchos más comprobándose día a día; siendo lo peor, evidente y de trascendencia global que el tiempo ha develado; el colapso que está mostrando el globo terráqueo sin visos prácticos y urgentes de corrección.
Por tanto, parece evidente que la audacia, arrogancia y poca humildad propia de nuestra especie de característica más reactivas que previsoras no siempre ha generado con su ciencia los mejores resultados, aunque quizás era lo necesario en cada momento de nuestra historia (lo que sería discutible) y aunque duro de señalar y reconocer: la realidad actual del planeta con su contaminación, degradación, calentamiento y etc., es claramente responsabilidad humana producto de su acción eminentemente antropocéntrica.
José Manuel Caerols Silva.
Contrabando ideológico
Don Joaquín García-Huidobro nos ofrece un muy buen artículo sobre las precauciones que debemos tener en cuenta para estar bien informados (18 de febrero). Solo discrepo que considere anecdótico que con ocasión de la entrega por parte del Presidente Boric de unas viviendas de emergencia en la Región del Biobío, haya aparecido en el lugar un letrero que decía "Las forestales incendian".
No es mi intención defender a las forestales, pero no creo que dicho anuncio a la vista de tan insidioso letrero haya sido casual. Más bien estimo que se intentó infiltrar un mensaje subliminal en contra de la empresa privada, respecto de la cual este Gobierno, por principio, asume que todas promueven un lucro abusivo y desvergonzado. El drama del incendio fue una oportunidad que no se podía desaprovechar para pasar contrabando ideológico.
Miguel Á. Vergara Villalobo
Eclesiastés
El mundo día a día se complica en la búsqueda de soluciones mágicas que nos podrían hacer salir del marasmo socioeconómico invasivo que afrontamos. No somos capaces a nivel mundial de aceptar una realidad -conmovedora- de pobreza, sufrimiento, injusticia, que nos hace odiar y también amar. ¿Por qué? Porque es difícil salir de nuestra zona de confort y arriesgar lo poco que poseemos. Quizá en la Cuaresma, que esta próxima, nos haría bien reflexionar sobre los pensamientos en el Eclesiastés.
Gustavo M. Astorquiza
Gala
Con preocupación y estupor vi por televisión cómo los canales no oficiales de la transmisión del Festival, sin medir consecuencias, incitaron, a mi juicio, al público a la violencia y a no respetar las restricciones de entrada a la Gala, no importando el resultado. Recuerden que la mayoría de las personas que estaban en los alrededores eran familias con gente adulta, niños, vulnerables y expuestos a una eventual estampida.
Gerardo Bustamante Orellana
Noche cero
"Noche cero". Bien puesto el nombre, porque, a mi juicio, tuvo cero aporte, sobre todo tomando en cuenta que los incendios en el sur del país aún continúan. De gala no tuvo nada, solo entretenimiento de una realidad falaz.
René A. Zapata Valiente