Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Deportes

Sigamos siendo país minero

"La minería, no es solo un rajo o una mina subterránea, es un clúster completo y profundo, un sistema de prósperos encadenamientos productivos, que debemos preservar"
E-mail Compartir

Recientemente la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) publicó un informe donde se establece que la producción minera nacional crecerá a un ritmo más lento durante esta década y que se requerirá, además, que se materialicen todos los proyectos en cartera.

El documento reconoce que los resultados de la proyección de producción esperada de cobre para 2022-2033 muestran un crecimiento respecto de la producción de 2021 de 17%, pero es bastante menor a las proyecciones realizadas en años anteriores: se espera que Chile alcance una producción de cobre de 6,58 millones de toneladas en 2033, a una tasa de crecimiento promedio anual de 1,3%, con un peak productivo en 2030 (es decir, dos años después de lo estimado en el informe anterior) de 7,14 millones de toneladas.

A lo anterior se debe sumar el aumento en los costos de insumos debido a la inflación y problemas en la cadena de suministro entre los años 2021 y 2022. Finalmente, el informe señala que, incluso considerando las iniciativas que buscan mantener operativas las faenas actuales (reposición) o las que buscan aumentar la capacidad de operaciones activas (expansión), no se logrará revertir la caída productiva.

La alerta es importante, particularmente para nuestra Región de Antofagasta, la principal región minera de Chile.

El sentido común nos dice que, ante tan fuerte advertencia, deberíamos poner todos nuestros esfuerzos como país para revertir este panorama y seguir aportando desde la minería al desarrollo transversal de nuestra sociedad.

El proyecto de Royalty Minero, que será reactivado en marzo en la Comisión de Hacienda del Senado, impacta directamente en la competitividad y está lejos de promover o incentivar la inversión. Más allá de las cifras que ha entregado el Gobierno, hay unanimidad en estudios independientes y en los especialistas que señalan que la tasa efectiva quedará entre un 48% y un 50%, o aún más, según el tipo de faena. El sentido común nos dice también que esto dejará a nuestra industria fuera de rango ante nuestros principales competidores.

Lo hemos dicho tantas veces: nuestra principal actividad, la minería, no es solo un rajo o una mina subterránea, es un clúster completo y profundo, un sistema de prósperos encadenamientos productivos, que debemos preservar.

Invitamos a escuchar y considerar nuestros planteamientos… Tenemos tarea para marzo.

Marko Razmilic

presidente de la Asociación de

Industriales de Antofagasta

Visión de futuro

"Destaco la iniciativa finlandesa, me parece notable este paso hacia el futuro".
E-mail Compartir

Finlandia y su política educacional, ha estado en mi pensamiento en estas últimas semanas. Durante el año 2022, nuevamente este país, destacó en calidad educativa. En el complejo proceso de formación de nuestros estudiantes, frente a las olas de revoluciones sociales, culturales, políticas, ambientales, etc. que aqueja al mundo entero.

Finlandia busca en su programa y política educacional, minimizar la brecha que se origina producto de la masividad tecnológica, que produce cambios formativos conductuales desde temprana edad en niños y personas en general. La inmediatez de internet y redes sociales, cada día complejizan más, el diferenciar la realidad de lo irreal, de lo que es y no es. Incluso para aquellos que no tienen la intencionalidad de mentir, es difícil discernir una noticia objetiva de una que lo parece, y que termina contaminando de mentira, error y confusión a grandes multitudes.

No recuerdo bien, escuché a alguien el ejemplo, relacionado a quien propaga mentiras; lo asimila al hecho de sacudir al viento una almohada de plumas, el viento las lleva quien sabe dónde, quien las propaga puede pedir perdón por el agravio, el problema es quien recoge las plumas. Finlandia ha incorporado la asignatura de comprensión de redes sociales, una especie de alfabetización mediática, que enseñe al niño a la niña, a razonar, a analizar, las diferentes redes de comunicación, tales como TikTok, Instagram, etc.

El objetivo es formar con visión de futuro, aplicando metodologías que enseñe desde la niñez, a diferenciar las "fake news" que visten nuestros días de bonitos y coloridos trajes de mentira, combinados con algo de verdad; a veces divertido, a veces, solemnes falsas noticias. Jesús, en sus días de niño, era alimentado con alimento acorde a su crecimiento.

El profeta Isaías, nos relata bellos pasajes que revelan la crianza que recibió Jesús en sus infantes días: "Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno" (Is:7) Jesús desde sus primeros pasos fue enseñado a discernir, al ejercicio, a la práctica cotidiana, a diferenciar lo bueno y lo malo, la verdad y la mentira y escoger la verdad. Jesús ya adulto, en sus últimos días aquí en la tierra, lo dijo, lo dice y lo dirá: "Yo soy la verdad y la vida", fue criado desde su más tierna infancia en la verdad y la vida.

Destaco la iniciativa finlandesa, me parece notable este paso hacia el futuro, e ir caminando junto a los cambios de los tiempos presentes, sin perder de vista el futuro y sus consecuencias, aún más allá de nuestras generaciones. El libro de los proverbios es claro en subrayar un deber humano: "Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él", a la vez nos enseña que una nación sin visión, es igual a desenfreno y caos.

Sergio Lagos Luciano,

Pastor evangélico

¿Choque cultural y generacional?

Por esas cosas de la vida, el humor en Viña del Mar abrió un debate entre los chilenos. Incluso se mencionó el choque entre el "progresismo" y lo tradicional... y hasta lo político. Es lo mismo que pasa con la bandera chilena y los emblemas patrios. Se creía que estaban asociados a ciertos sectores políticos e instituciones consideradas como arcaicas, pero terminaron siendo de los recursos más valorados en el último tiempo.
E-mail Compartir

El humorista Rodrigo Villegas se convirtió en uno de los grandes números del Festival de Viña 2023. Su show trascendió el escenario de la Quinta Vergara, dado los comentarios principalmente positivos que generó y las comparaciones con otros comediantes. Junto a esto, se abrió un debate humorístico que incluyó al propio Villegas. ¿Es posible que un programa como Morandé con Compañía vuelva a la TV Nacional?

Más allá de esto que puede ser tan específico, se abrió una inusitada discusión sociológica en torno al Chile de hoy. ¿Es un país tradicionalista?

Por una parte, está el humor que no usa el garabato, la picardía, el doble sentido y evita acciones consideradas del tipo soez, y que es catalogada como "distinta" o "de otro nivel".

Por otra parte, la rutina de Villegas ocupa justamente esos recursos y a la luz de los hechos, le funcionó de mejor forma dado que se llevó dos gaviotas bajo un aplauso generalizado y fue comentario en las familias chilenas.

Se había dado por terminado este tipo de humor con el fin de Morandé con Compañía y con la cancelación en la televisión de artistas como Álvaro Salas, pero lo ocurrido con Villegas es el reflejo de que muchas veces se adoptan ciertos modelos para borrar otros, sin que haya claridad en aquello.

El humor es la mejor forma de comprobar aquello. ¿Algo que no es serio se le debe dar seriedad, como se pretende hacer con un humor al que se le cataloga como más "inteligente"? ¿se es moralmente superior por reírse con un chiste de un stand up y no con uno de Villegas?

Es lo mismo que pasa con la bandera chilena y los emblemas patrios. Se creía que estos estaban asociados a ciertos sectores políticos e instituciones consideradas como arcaicas, pero terminaron siendo de los recursos más utilizados en el Plebiscito en el que ganó el Rechazo.

Hoy un conglomerado político que usa un copihue en sus imágenes de cara al nuevo Plebiscito de mayo. Si se extrapola a otros ámbitos, se podría decir que el país es más tradicional de lo que parece y que instancias o herramientas como las redes sociales, nuevamente, pueden llevar a creer ciertas realidades que no son tal.