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Ni en Río ni en Sao Paulo, la mayor favela de Brasil está en Brasilia

POBREZA. El asentamiento superó sorpresivamente a famosas poblaciones cariocas, según un informe preliminar del Censo 2022.
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Agencias

Los brasileños fueron sorprendidos cuando el Gobierno anunció que la mayor favela del país está localizada en la capital, Brasilia, a tan solo 35 kilómetros del eje del poder y no en Río de Janeiro o Sao Paulo como siempre fue.

Las favelas, un retrato de la desigualdad y la miseria de muchas ciudades brasileñas, han sido asociadas casi siempre a Río de Janeiro por los violentos operativos policiales que acaparan las portadas de los medios de comunicación y dejan un alto número de muertos civiles.

En un informe preliminar del Censo 2022, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) apuntó que Sol Nascente, un distrito humilde con 32.081 domicilios, es en la actualidad la mayor favela del país, superando a la famosa Rocinha (30.955), en Río de Janeiro.

La lista de las cinco mayores favelas de Brasil la completan Rio das Pedras, con 27.573 habitantes, en Río; Beiru Tancredo Neves, en Salvador (20.210), y Heliópolis, en Sao Paulo (20.016).

El presidente del IBGE, Cimar Azevedo, explicó que el Censo 2022 consideró como favela a toda ocupación que se originó a partir de asentamientos de forma "precaria".

"somos ciudad"

La noticia sorprendió hasta a los propios líderes locales, como el administrador regional Cláudio Ferreira Domingues, una especie de intendente comunal nombrado en el cargo por el Gobierno del Distrito Federal.

"Nos sorprendió porque decir que Sol Nascente es la mayor favela y que superó a Rocinha es no conocer la ciudad. Tenemos saneamiento básico y todos los servicios públicos", dijo a agencia Efe Domingues.

En Brasilia la pobreza ha sido históricamente un problema reducido y menos visible que en otras ciudades del país, como Río y Sao Paulo, donde la población sintecho ha crecido dramáticamente, especialmente después de la pandemia de covid-19.

No obstante, Domingues admitió que existen algunas zonas "críticas" en el barrio que sí son de invasión, incluso ocupando puntos de "preservación ambiental", y carecen de algunos servicios.

El gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, también discordó de la categorización de Sol Nascente como "favela" y alegó en un acto el pasado 21 de marzo que ese barrio popular es una "ciudad constituida, con obras en ejecución y un proceso de regularización que avanza a cada momento".

Sol Nascente comenzó a ser construida de forma "irregular", como apunta Domingues, en las haciendas de Ceilândia a finales de los años noventa y en 2019 adquirió el estatus de región administrativa, como son denominadas las localidades del Distrito Federal de Brasilia.

El líder comunitario Edson Lopes explicó que, a pesar de un comienzo como barrio de invasión, con servicios de energía y agua a partir de conexiones ilegales, la mayoría de terrenos de Sol Nascente fue legalizada con el paso de los años.

"Sol Nascente es ahora una gran ciudad", con 150.000 habitantes y "problemas de seguridad" como cualquier urbe en desarrollo "también los tiene", subrayó Edson Lopes.

Las lluvias, el enemigo

A pesar de la cobertura de servicios públicos y saneamiento básico y del bajo índice de criminalidad comparado con otras favelas del país, la comunidad reclama de las autoridades más atención frente a problemas ocasionados cada año por las lluvias.

"Nuestro mayor problema es la lluvia. Cuando llueve los escombros quedan esparcidos y las personas, los motociclistas y los automóviles se estropean. El alcantarillado no soporta más y el asfalto se daña", comentó Aline Correa Silva, dueña de casa.

Sol Nascente tiene entre sus habitantes funcionarios públicos y personas con un nivel educativo y condiciones de vida mejores que otros de sus vecinos, que dependen de los subsidios otorgados por el Gobierno para subsistir.

"Recibía 1.200 reales (230 dólares mensuales), pero tuve que buscar prestado para pagar la cuenta de luz y ahora solo recibo 730 (140 dólares)", lamentó Maria das Neves Soares, de 69 años y habitante de Sol Nascente desde 2000, cuando fue inaugurada la favela, ahora la mayor de Brasil, aunque sus líderes renieguen de ello.

32.081 viviendas componen la favela Sol Nascente, en Brasilia, superando a Rocinha, la más famosa de Río de Janeiro, con 30.955.

150.000 habitantes se calculan actualmente en Sol Nascente, además de "problemas de seguridad", avisa su líder comunitario.

Nueva York pasa del icónico "I Love NY" a su nuevo logo pospandemia: "We Love NYC"

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La ciudad de Nueva York lanzó la semana pasada su nuevo logo "We Love NYC" (Amamos Nueva York), un cambio que marca de algún modo la época pospandemia y tiene como fin reforzar la unión de los neoyorquinos, pero el nuevo símbolo no ha sido bien recibido por todos.

Hasta ahora el distintivo de la Gran Manzana era "I Love NY" ("Yo amo Nueva York"), obra que el diseñador Milton Glaser (1929 -2020), delineó en el reverso de un sobre mientras viajaba en un taxi para una campaña de 1977 que buscaba promover el turismo en el estado de Nueva York.

El objetivo de aquel logo era destacar tanto la naturaleza como la cultura en el estado y alentar el turismo y los negocios vacacionales, ya que en esa época el estado pasaba por una crisis económica -ni siquiera se podían mantener encendidas las luces de la ciudad que nunca duerme-, había un alto nivel de desempleo y un nivel récord de violencia.

En la tienda de recuerdos en la que trabaja Derech Maddineni se venden postales, imanes y tazas con ese mítico logo, pero al dependiente le gusta más la nueva versión.

"Me gusta la parte de 'nosotros' porque engloba a todo el mundo", cuenta a Efe Maddineni, quien llegó a la Gran Manzana hace siete meses desde India. "Me hace sentir como si ya fuese parte de esta ciudad", añade.

A diferencia de en los años 70, la industria del turismo de Nueva York está valorada ahora en 85.000 millones de dólares y pese a que durante la pandemia las luces no se apagaron, sí que se vaciaron las calles, los restaurantes y los hoteles, lo que hizo resentirse mucho a esta industria.

"Esta campaña no son solo palabras. No es un simple eslogan. No es un logotipo. Es un espíritu, un espíritu que necesita cobrar vida a través de cada uno de nosotros", recalcó en la presentación del nuevo logo la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Eric Adams, amigo de las frases pomposas, señaló que "We Love New York" transmite un mensaje claro: "Que nos amamos los unos a otros y amamos a nuestro país".

Un cambio criticado

A Napoleón Hernández el nuevo logo no le convence: dice que, ante la creciente polarización de la sociedad estadounidense, esta no es la manera de solucionar el problema.

"Creo que (el nuevo eslogan) va por el lado de intentar crear esa unión, pero es muy superficial, no está realmente arreglando las cosas de fondo", señala el mexicano, que vive en Brooklyn desde 2008.

Para Anthony Ptak, que nació hace más de 50 años en Brooklyn y ahora vive en Manhattan, el nuevo logo no le transmite nada.

"Tal vez signifique algo para alguien de fuera de Nueva York.Tal vez por eso el alcalde o quien propuso esto decidió que debíamos hacerlo más plural y universal", añade.

En las redes sociales, sobre todo Twitter, el nuevo logo también ha sido ampliamente criticado, con una idea generalizada de que no se entiende por qué cambiar lo que funciona y no está roto.

La idea del diseñador de la nueva campaña, Graham Clifford, era "dar un toque más moderno" al archiconocido símbolo, plasmado en camisetas, llaveros, pegatinas y todo tipo de "merchandasing".

No solo se cambió el mensaje del logo, sino también el corazón -ahora tiene una sombra que le da más volumen, y el tipo de letra, la nueva versión cuenta con una fuente adaptada en la tipografía de los letreros del metro.