Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Cartelera y Tv
  • Deportes
  • Contraportada

Analfabetismo financiero

"El analfabetismo financiero es silencioso, también cruel. Pasa la cuenta. Los resultados están a la vista.El porcentaje afectado parece menor". Manuel Dannemann Correa, Master en Psicología Positiva
E-mail Compartir

¿Qué es EL DICOM? El directorio de información Comercial, también conocido como DICOM, es un registro que contiene los datos de las actividades económicas, tanto de las personas como de las empresas. Este registro se actualiza constantemente y provee de toda la información financiera y comercial de Chile. Por lo general, para que las deudas de una persona queden registradas en DICOM deben superar más de dos meses sin haberlas pagado. La mayoría de las entidades financieras envían avisos luego de 60 días desde que se vence el plazo de pago de una deuda.

Hoy existen en Chile casi 1.200 jóvenes de 18 años en DICOM, según reportó a inicios de este año la agencia Equifax. Las deudas tienen un costo en promedio de $145 mil, adquiridas principalmente con industrias de servicios financieros y empresas telefónicas. Los datos hablan también de una cultura. Las redes sociales han aportado lo suyo. Construyendo un atractivo status artificial, que se alimenta del consumismo. Una marea arrolladora. El analfabetismo es mayor.

La historia tiene antecedentes previos. La prueba PISA sobre educación financiera aplicada en 2017 a jóvenes de 15 años, en cerca de una quincena de países, mostró que los escolares chilenos conocían poco sobre la materia. Un 38% de ellos calificaron como analfabetos financieros. Logrando un promedio de 432 puntos, solo por encima de Brasil y Perú. En China, por el contrario, los estudiantes lograron el mejor rendimiento con 566 puntos. Los nacionales no conocían la definición de impuesto, tampoco podían diferenciar una boleta de una factura. Desde el 2018 se incorporaron algunos tópicos de educación financiera en el currículum de enseñanza media. Sin embargo, totalmente insuficientes, con enfoques teóricos, aislados. En enseñanza básica es posible entender cómo es el ahorro, qué se debe hacer con él, en qué se puede invertir, cómo esa inversión puede dejar rentabilidad y cómo con esa rentabilidad es posible comprar cosas. La educación integral debe abordar todas las dimensiones de la vida humana. Una de ellas es la económica.

En la escuela se aprenden las herramientas básicas para la vida. La lectura y su comprensión, la escritura, las cuatro operaciones y sus sucesivas aplicaciones, las ciencias y las artes. La socialización, el trabajo en equipo, la expresión oral. Sobre educación financiera es indispensable un plan que sea suficientemente robusto e intencionado. Porque además, las metodologías y los enfoques que aún perviven en las aulas son en general teóricas, lejanas a la realidad. El analfabetismo financiero es silencioso, también cruel. Pasa la cuenta. Los resultados están a la vista. El porcentaje afectado parece menor. Su proyección, sin mediar intervención sistemática, amenaza con incrementar el endeudamiento, hipotecar a generaciones sucesivas. En educación lo que verdaderamente resulta son los programas serios, consistentes y constantes. No hay otro secreto.

Los municipios y su rol en seguridad

Algunos alcaldes han asumido protagonismo en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, recibiendo más críticas que aprobación por sus actos. Son los barrios en donde se debe atacar el problema para intentar una erradicación definitiva. Allí hay niños y niñas que están creciendo en un ambiente donde el delinquir es el ejemplo para ser exitosos.
E-mail Compartir

Sin duda que la agenda política y ciudadana seguirá siendo copada por temas de seguridad y paz social. Y es en ese contexto que los gobiernos comunales, a través de los alcaldes, han logrado gran notoriedad por su participación decidida en el combate de la delincuencia y narcotráfico. Junto a las políticas de recuperación de espacios públicos, como hemos visto en las ciudades cabeceras de nuestra región.

Es que son estas autoridades, las que a diario reciben las críticas y demandas ciudadanas, las que han intentado responder, incluso aplicando políticas que para muchos pueden ser populistas, entre ellas la demolición de las denominadas "narcocasas".

En paralelo, la Asociación de Municipalidades de la Región de Antofagasta (AMRA), también definió su postura respecto al tema de seguridad ciudadana y sus representantes (alcaldes) acordaron que la batalla contra el crimen organizado tiene que iniciarse en los barrios.

Es una visión que demuestra el conocimiento territorial de lo que ocurre en sus respectivas comunas. En todas ellas, el flagelo de la delincuencia, de bandas de narcotraficantes y otras asociaciones delictuales parten por tomarse distintos sectores comunitarios.

Ingresan en los barrios más vulnerables, creando dependencia y luego reclutando a niños y adultos para sus oscuros fines. No trepidan en armar a niños y convertirlos en traficantes o asesinos.

Claramente es allí que se debe iniciar la intervención. Destinar recursos y aplicar el máximo rigor de la justicia para desbaratarlos por completo y evitar que se reorganicen.

Son los barrios en donde se debe atacar el problema para intentar una erradicación definitiva. Allí hay niños y niñas que están creciendo en un ambiente donde el delinquir es el ejemplo para lograr bienes materiales, asumiéndolo como normal.

Eso es lo que se debe eliminar. Que los menores de edad puedan vivir su niñez como corresponde, que entiendan el valor de la educación y de actuar correctamente en la sociedad para lograr las metas que se propongan.

Una tarea que requiere decisión y oportunidades. Los pobladores necesitan sentir un Estado presente, que los proteja, les dé las herramientas y apoye para desarrollarse en ambientes familiares libres de los flagelos de la sociedad.

Están las condiciones para hacerlo. Unamos voluntades para lograrlo.

¿Por qué es importante la ciencia para la sociedad?

"Un aspecto importante de la producción de conocimiento es el constante intercambio entre diferentes actores e instituciones". Rubén Rojo Maturana, Director gerente de CICITEM
E-mail Compartir

Vivimos en la era del conocimiento. El conocimiento, además de los recursos naturales, el talento humano y la actividad científica, es un caudal cada vez más importante. Contribuye al funcionamiento de las democracias, a la innovación y ayuda a los países a ser competitivos a escala mundial. Pero la ciencia, que contribuye significativamente a la producción de conocimiento, se enfrenta a nuevos desafíos. Se redefine el papel de la ciencia en una sociedad cada vez más fragmentada y digital, así como su significado para la política y la sociedad civil. La ciencia nunca puede ofrecer una verdad universal, pero sí puede, ofrecer interpretaciones metodológicamente verificables y puede cuestionar certezas y desencadenar reflexiones. La ciencia, entonces, tiene un papel social y al mismo tiempo, una gran responsabilidad cuando una situación requiere ser aclarada.

La interacción entre ciencia y sociedad asegura que el conocimiento sea intercambiado, probado y reflejado entre los diversos grupos de interés, denominándose a menudo: transferencia de conocimiento. Por ejemplo, cuando la investigación tecnológica se aplica en la práctica o cuando ciertos procesos se basan en ideas previas.

Contrariamente a la idea generalizada de que existe una transferencia unidireccional de la ciencia a la sociedad, en CICITEM hablamos habitualmente de "comunicación de la ciencia". El conocimiento es cambiante y surge del diálogo cuando se comparte. Un aspecto importante de la producción de conocimiento es el constante intercambio entre diferentes actores e instituciones. Por lo tanto, no se debe hablar de una transferencia unilateral, sino de un diálogo productivo entre actores científicos y sociales. La ciencia tiene la responsabilidad de mantener la puerta abierta a la comunicación y de examinar y reflexionar constantemente sobre el conocimiento que se transfiere.

Apostamos por una comunicación científica responsable, transparente y orientada a problemas. Es por eso es que nos esforzamos por un diálogo en igualdad de condiciones y por la empatía con las diferentes partes interesadas y estamos orientados a aceptar las incertidumbres en la ciencia y difundirlas.

El conocimiento es un recurso cada vez más importante en nuestra sociedad y la ciencia contribuye significativamente a la producción de conocimiento y, por lo tanto, contribuye al funcionamiento de las sociedades, impulsa la innovación y dota de prestigio al país, a los centros de estudio y a los científicos.

La ciencia, puede cuestionar las condiciones de validez y desencadenar la reflexión; tiene un importante papel social que desempeñar.

Más allá de eso, quizás el aspecto más importante de la ciencia es que, en un tiempo de noticias falsas, y aumento de creencias extremas en la política, la religión y los movimientos sociales, la ciencia nos enseña a pensar de manera independiente y objetiva, a desafiar continuamente nuestras suposiciones en una búsqueda interminable de la verdad.