Correo
Capacidades limitadas
En relación con la proposición de Carlos Maldonado de "decretar estado de excepción en todo el país, para controlar la delincuencia y proteger a la ciudadanía", cabría comentar que ello -aparte de numerosas razones que desaconsejan tal medida- de poco y nada serviría, en circunstancias que los carabineros y los militares sólo pueden usar sus armas de fuego en casos de legítima defensa cuando esté en riesgo la vida de personas.Legalmente, ellos no pueden utilizar sus armas letales para resguardar instalaciones estratégicas, de servicios públicos esenciales o de la infraestructura crítica; o para evitar la destrucción o el incendio de maquinarias o de medios de transporte, de bosques o sementeras, de iglesias patrimoniales u otros monumentos históricos; o los saqueos de supermercados, asaltos a locales comerciales; la usurpación de predios o tomas de residencias particulares, ni contra quienes estén cometiendo o se apresten a cometer actos terroristas u otros graves crímenes.
Adolfo Paúl Latorre
Falta de convicción
Ante los nuevos contrasentidos del Gobierno y la falta de convicción para dar su apoyo a Carabineros, tengo la impresión que estamos perdiendo el país en manos de jugadores mucho más astutos y que conocen mejor que todos nosotros cuándo y dónde atacar.No se necesita ser experto para darse cuenta que la frontera abierta desde la Sra. Bachelet, pasando por el Sr. Piñera y terminando por nuestro actual Presidente ha terminado por minar toda esperanza de mejor calidad de vida y seguridad. Lamentablemente, el Estado de Chile corre el riesgo de terminar afectado en todo su espectro por la delincuencia. Y así lo demuestran otros hechos delictuales ocurridos recientemente, como el asesinato de cuatro personas en Quilpué. Además, se debe agregar a este escenario la duda que transparentó crudamente la Sra. Tohá, al poner en tela de juicio la acción de un carabinero en San Antonio, quien hirió mortalmente con su arma UZI a quien atropelló a su compañero. Las conmovedoras imágenes del Presidente y su ministra en la misa del carabinero Palma sólo quedan como cuidada puesta en escena de una teleserie.
Octavio Quiroz
Colaboración
La crítica situación de inseguridad que asola a nuestro país obliga a la búsqueda de estrategias que permitan reducir el temor y victimización en las personas y enfrentar los asaltos, homicidios y una serie de nuevas y amenazantes modalidades delictuales. Esta dinámica requiere recoger ideas más allá de la responsabilidad constitucional del Gobierno en la conservación de la seguridad y el orden público.
Ante la grave situación delictual se hace usual el lanzamiento de medidas marcadas por la rapidez que no siempre conllevan un análisis ponderado del terrible avance de los delitos. Cada Gobierno aplica sus propias políticas de seguridad pública, apartándose de algunas buenas prácticas anteriores e impulsan nuevos sellos desde una mirada ideológica de su programa electoral.
Desde distintos sectores políticos han surgido ofertas para reducir la delincuencia, mediante la creación de nuevas policías y cuerpos de élite, ampliar estados de excepción constitucional y otras propuestas que, teniendo buenas intenciones, carecen de un rigor metodológico.
Centros de estudios ligados a la seguridad pública, ciudadana, privada y urbana y a la prevención, tienen una valiosa experiencia y sostienen una mayor independencia en la evaluación de estrategias. En este crucial momento para Chile, sería importante que el Ministerio del Interior y Seguridad Pública pudiera invitarlos, sin exclusiones, para escuchar su visión y propuesta para contribuir al rescate del bien común de las personas.
Hero Negrón Schlotterbach Presidente Centro Nacional de Estudios del Orden Público (Ceneop)