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Innovar juntos para un futuro mejor

"Producir la demanda de cobre que el mundo requiere para enfrentar el cambio climático requiere explotar nuevos yacimientos".
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Cuando la automatización digital comenzó a hacerse realidad, muchos de nosotros pensamos que los avances tecnológicos significarían la pérdida de plazas de trabajo. Hoy, con la ejecución de fructíferos procesos de conversión laboral y operacional, hemos aprendido que la minería 4.0 está muy lejos de esa realidad.

Ejemplo de eso fue la inauguración que hicimos en enero de este año de Esperanza Sur, el primer rajo de la minería privada que opera con 17 camiones y 2 perforadoras autónomas, es decir, equipos no tripulados. Un proyecto que forma parte de la Hoja de Innovación de Antofagasta Minerals, y que permitió reconvertir a cerca de 80 operadores y 20 supervisores a labores autónomas, generando nuevos puestos y perfiles laborales. Además, para llenar los cupos que estas personas dejaron al no formar más parte de nuestra flota convencional, impulsamos nuevos programas de aprendices de operaciones y mantenimiento, orientados mayoritariamente a mujeres de las comunidades adyacentes a nuestra operación.

Esta iniciativa cumplió un nuevo hito en materia de innovación durante la primera semana de abril, ya que, desde esta fecha todos los equipos autónomos que integran este rajo comenzaron a ser operados desde la capital regional, es decir, desde nuestro centro de Gestión Integrada de Operaciones (GIO). Otro de los proyectos de nuestra cartera que demuestra que sí es posible generar en Antofagasta un polo de innovación en el país, en el cual profesionales de distintas áreas pueden interactuar presencialmente en una sala de control, operando la extracción, transporte y embarque de minerales en forma centralizada, remota y en tiempo real, pudiendo también vivir en la misma ciudad en la que trabajan, junto a sus familias.

Sabemos que la minería enfrenta desafíos difíciles de resolver de forma aislada, razón que llevó a nuestro Grupo Minero a incorporarse al programa de relacionamiento industrial (ILP) del Instituto Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) -uno de los polos de I+D más importantes del mundo- una relación que permitió organizar el seminario "El poder de los ecosistemas de innovación", actividad realizada hace unas semanas realizada en Antofagasta y que nos trajo potentes reflexiones.

Producir la demanda de cobre que el mundo requiere para enfrentar el cambio climático requiere explotar nuevos yacimientos, con minerales más complejos y menores leyes, en forma más eficiente, segura y sustentable. Este es un reto que debemos abordar juntos, en espacios abiertos, colaborativos, con una labor público y privada, con universidades, proveedores y emprendedores. Todos bajo una misma bandera: la región de Antofagasta debe ser un centro de innovación y minería de nivel mundial.

El camino está trazado: la transformación tecnológica demandará soluciones colectivas y el potenciamiento de nuestros ecosistemas de innovación, con una transformación laboral que ya está en marcha, y que traerá grandes desafíos y beneficios para la comunidad desarrollando juntos minería para un futuro mejor.

Carlos Espinoza

Gerente general de Minera Centinela

Royalty minero: origen y apogeo

"Podemos atrevernos a decir que este hito es de igual envergadura para nuestro país a lo que fue la Nacionalización del Cobre años atrás". Esteban Velásquez Núñez, Senador por la Región de Antofagasta
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La cuenta regresiva para realizar indicaciones finales a este proyecto de ley ya comenzó. Es la etapa final de este proyecto de ley que presentamos en septiembre del año 2018; y es bueno de hacer un poco de memoria del cómo, dónde y por qué nace este Derecho a pagar por la gran minería del cobre en Chile.

Esta iniciativa nace en la inmensidad del norte minero, desde los territorios más ausentes en el debate político chileno y más abandonados por el Estado. Para nadie es sorpresa que el oasis minero de Calama, injustificadamente, es una de las ciudades más relegadas por las políticas públicas centralistas del país, siendo a la vez una de las que más recursos aporta. Esto hace que ciudadanos y ciudadanas de la región de Antofagasta hagan escuchar su derecho a compensación a las regiones desprovistas de sus recursos naturales y las externalidades negativas que esto genera.

Entonces el proyecto de royalty que hoy discutimos en el Congreso es eso, una demanda ciudadana pero que beneficia a todas las comunas del país. Insistimos, debemos ser conscientes que este proyecto de royalty minero no es menos que un derecho que el Estado debe cobrar a la explotación de las riquezas naturales que se encuentran en diversas regiones mineras del país, pero, aun así, no beneficia solo a algunos, sino a todo Chile, destinando así recursos a los Gobiernos Locales y Regionales y, por su puesto, con foco en las zonas mineras que estén cerca de los yacimientos de explotación.

Podemos atrevernos a decir que este hito es de igual envergadura para nuestro país a lo que fue la Nacionalización del Cobre años atrás. Así de importante y significativo es que se apruebe este proyecto y que se hagan valer los derechos per se que debió cobrar desde siempre el Estado chileno, tal como se hace en otros países que poseen extracción de sus recursos no renovables.

Un factor no menor que se debe mencionar es la disposición que hemos tenido todos y todas quienes legislamos, a escuchar y discutir con el merecido respeto nuestras legitimas diferencias como, por ejemplo, el tipo de tributación que debiese ser tener el royalty, logrando consensos y quienes en un comienzo parecían no querer transar, hoy en día entregan su respaldo; eso se pudo conseguir demostrando, con buenos argumentos, lo favorable que es para el país. Por otro lado, se debe mencionar el patrocinio que este Gobierno le ha dado al proyecto reconociendo elementos desde nuestra propuesta de septiembre del 2018, reafirmando, por ejemplo, el componente ad valorem respecto al cobro de las ventas de un recurso natural y el destino que se les dará.

Seguimos creyendo en un regionalismo que le de a nuestra región lo que siempre debió tener; más recursos para un mejor desarrollo y seguiremos luchando contra el centralismo que tanto daño le hace a quienes habitamos en Chile.

Esperamos que las discusiones finales que se den en el Congreso sean fructíferas y que quienes legislamos no olvidemos que debemos hacerlo siempre en pos de los ciudadanos de nuestros territorios y no de algunos pocos.

Seguimos con la inseguridad

La encuesta Barómetro Regional vuelve a reflejar que la principal preocupación ciudadana, sigue siendo la principal preocupación de los antofagastinos. Muchos expertos y críticos en seguridad creen que se está llegando tarde con las soluciones y que el enfoque está errado, porque debiera ser más agresivo.
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La delincuencia y la inseguridad imperante siguen siendo los principales problemas que afecta a los habitantes de la región. Así lo refleja la última entrega con los resultados de la encuesta Barómetro Regional, realizada por Feedback Research por encargo del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (UCN).

El trabajo muestral incluyó encuestas en terreno en las comunas más pobladas de la región, con entrevistas presenciales repartidas por los diversos sectores de las comunas elegidas.

El diagnóstico una vez más deja en evidencia que pese a los esfuerzos realizados la delincuencia y el narcotráfico están afectando fuertemente en el diario vivir. El 58% de los entrevistados en la región coincidieron en que ese es el principal problema que los aflige y el que debería ser resuelto por las autoridades.

Sigue la intranquilidad, el temor a ser víctima de delincuencia y el resto de sus respuestas presentan esa influencia, porque se asume, como lo ha n manifestado expertos, que todo parte de la tranquilidad y la paz social en los barrios para aspirar a nuevas demandas que tengan relación con la política, el desarrollo o la calidad de vida.

El mensaje nuevamente es claro, se necesita recuperar el clima de seguridad que imperó por años en el país, pero que últimamente se ha visto seriamente alterado con la irrupción de un nuevo modo de criminalidad.

Somos testigos de ello y las estadísticas así lo ratifican. De hecho, es tal la situación que desde el Ministerio Público, donde se ejerce el rol persecutor de los delitos, reconocen que la actual dotación no da abasto ante el aumento y el tipo de criminalidad existente.

Esta última señal ciudadana, llega justo en los momentos que la clase política y el gobierno están afinando los planes de seguridad que serán aplicados próximamente. Por ejemplo, el denominado Calles Sin Violencia, que fue anunciado para 30 comunas, y que se espera que prontamente se pueda instalar en una región, en la que al menos dos comunas, como Antofagasta y Calama presentan un claro aumento en la comisión de delitos violentos.

Muchos expertos y críticos en seguridad creen que se está llegando tarde con las soluciones y que el enfoque está errado, porque debiera ser más agresivo.

Pueden que estén acertados, pero hay que esperar los resultados de estas medidas y ver si es necesario reforzarlas.