Barómetro Regional
"El panorama de desafectación ha provocado el debilitamiento de las piezas claves para el funcionamiento de una democracia robusta". Cristián Rodríguez,, director Instituto de Políticas Públicas UCN
Los recientes resultados dados a conocer por octavo año consecutivo por el Barómetro Regional de Antofagasta del IPP-UCN, dan a conocer una fotografía del estado de la opinión pública sobre un conjunto de temas de interés que se consultan desde que se realiza el estudio, así como de la actualidad nacional y regional. Una encuesta cara a cara realizada entre los meses de marzo y abril a mayores de 18 años, que arroja resultados destinados a informar a la comunidad y servir de insumo para investigadores, autoridades públicas y privadas.
En primer lugar, en esta nueva versión se profundizó con preocupación la tendencia al debilitamiento de la adhesión a la democracia, la cual cae al 42 %, y aumenta la insatisfacción con el funcionamiento de las instituciones de la democracia, una percepción compartida por el 70% de los entrevistados. Las causas de esta tendencia no son unívocas ni tampoco corresponde a hechos nuevos. El deterioro de la economía, el miedo que provoca el alza del costo de la vida, el descontrol de la inmigración ilegal, a lo cual se adiciona el aumento del temor a ser víctima de la delincuencia que se empina sobre el 78 % , son el combustible que alimenta el descontento y la desafectación hacia la democracia como forma de gobierno.
En segundo lugar, el panorama de desafectación ha provocado el debilitamiento de las piezas claves para el funcionamiento de una democracia robusta como son los partidos y la política, apenas un 3 % de la población consultada manifestó sentirse representado por una organización política. Una inmensa mayoría, esto es el 93 %, que no se siente representado está a la búsqueda de nuevos referentes que sintonicen con las actuales preocupaciones, un incentivo que podrá alimentar tendencias que profundicen la desafectación o la polarización populista. Salvo que el nuevo proceso constituyente logre encauzar o contener aquellas tendencias, el espacio político de la región está disponible para ser llenado.
En tercer lugar, a pesar de resultados que aun corresponden a un contexto económico y político turbulento, cambiante y líquido hay buenas noticias. Un conjunto de instituciones regionales logró sortear el momento, no sin altibajos. Aunque la desconfianza ciudadana se empina al 86%, la más alta de nuestra secuencia desde el 2016, hay que subrayar la confianza en un conjunto de instituciones universitarias, públicas y del sector privado que logran sostener niveles que están sobre el 40 %. El sector minero sigue manteniendo un consenso mayoritario en la población que está sobre el 56 %, aunque a la hora de preguntar por su aporte las percepciones están divididas, un 52 % señala que aporta mucho o algo, mientras que un 46 % señala que aporta poco. Más allá de la calificación, la industria minera sigue siendo percibida por la población como una columna de estabilidad y certidumbre económica en medio de las turbulencias.
En resumen, esta nueva entrega de resultados grafica un momento de la realidad regional, en la cual el aumento del temor por la economía, la inseguridad o la inmigración ilegal incontrolada están alimentando peligrosamente la inseguridad, la desconfianza, la desafectación en las instituciones, los gobiernos y finalmente en nuestra forma de convivencia, la democracia. Fundamental será el papel de las instituciones públicas, privadas y la sociedad civil para generar soluciones que permitan superar las tentaciones populistas de estos tiempos turbulentos.