Iniciativa popular de ley
Para ser honestos, el chileno medio tiene poco interés en el proceso constitucional (y en la política en general). Sin embargo, los expertos constitucionales insisten en que es una buena idea implementar la iniciativa popular de ley (que los ciudadanos junten firmas para presentar o derogar leyes).
El trabajo y la familia dejan poco tiempo libre. Por ello, en una democracia representativa, votamos (y pagamos) por autoridades que redacten leyes acordes a los requerimientos técnicos que el país necesita. O sea, los expertos quieren que, además de pagarle el sueldo al Presidente, al Congreso y muchos burócratas, ¿debamos hacer su trabajo?
María Fernanda González B. Fundación para el Progreso
Inasistencia grave
A propósito de las cifras presentadas por el Ministerio de Educación sobre asistencia escolar, se muestran indicios de avances positivos en esta materia. Sin embargo, la meta propuesta al año 2026 para la inasistencia grave es insuficiente.
La inasistencia grave se refiere a la asistencia promedio menor al 85%, la cual tiene impactos nocivos sobre el aprendizaje de los alumnos. El Plan de Reactivación Educativa pone como objetivo que de aquí a tres años más se reduzca este tipo de inasistencia al 19,4% de la matrícula escolar. Es decir, que cerca de 1 de cada 5 estudiantes presente una inasistencia grave.
Esta meta está lejos de ser suficiente para el horizonte establecido, ya que implica que cerca de 700 mil alumnos falten en promedio a más del 15% de las clases impartidas. Es necesario que el Ministerio de Educación proponga objetivos más desafiantes en esta materia. Asimismo, se debe poner urgencia a los programas orientados a este objetivo y poner manos a la obra a los 1.300 profesionales orientados a la asistencia y revinculación de los alumnos.
Dominga Fantoni Investigadora Acción Educar
Apretón de manos
Vivimos en un mundo donde el conflicto y la asimetría se dan junto a la constante pretensión de sosiego e igualdad. Probablemente, a muchos nos pasó que siendo niños, entre hermanos y con la figura del papá o la mamá, conflictos que parecían guerras mundiales, terminaron con un simple apretón de manos. Es quizás uno de los misterios que se dan en las relaciones de fraternidad (igualdad) y subordinación al interior de las familias. Pero ¿qué pasa cuando crecemos, salimos del ambiente familiar y nos transformamos en adultos? Es casi seguro que un simple apretón de manos no garantice el fin del conflicto y tampoco satisfaga a las partes.
Reconociendo que las personas tenemos una dignidad intrínseca, inscrita en nuestra naturaleza humana, pienso que el asunto es más grave cuando existe un conflicto entre personas con asimetría de poder. ¿Puede un subordinado negarse a estrechar la mano que le ofrece su superior? Contemplando el agravio, ¿será importante cuál es la falta o quién la cometió? Sin más, ¿se puede prescindir de las consecuencias y dar por terminado un conflicto apelando a un simple apretón de manos?
A veces no somos conscientes de lo que puede significar para los otros un puesto de autoridad (ser el jefe) o "habitar un cargo". Un simple descuido del superior o una broma pueden generar en el subordinado temores, inseguridades, etc. El respeto por el cargo compromete y obliga a pensar muchas veces sobre lo que hacemos y decimos.
P. Felipe Lizama Silva
Tarea pendiente
Con motivo del reciente Día Mundial contra la Esclavitud infantil, preocupa que, en pleno siglo XXI, niños, niñas y adolescentes sigan siendo víctimas de trabajos forzados, matrimonio infantil, reclutamiento para conflictos armados y trata con fines de explotación sexual.
Sin ir más lejos, una de las cifras más actualizadas de las que se dispone, elaborada por la OIT y UNICEF (2021), dan cuenta que en América Latina y el Caribe, 8,2 millones de niños, niñas y adolescentes trabajan, siendo el 50% de ellos sometidos a distintas formas de esclavitud, afectando profundamente su bienestar, su derecho a la salud y a la educación; una situación que, además, aumentó durante 2020 con respecto al último informe del 2016.
Lamentablemente, en Chile no existen cifras actualizadas que permitan dimensionar esta problemática. Esperamos que las cifras que muestran los informes internacionales motiven al Estado a detectar y prevenir los tipos de esclavitud infantil, así como la trata con fines de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, convocando a los diversos actores institucionales y a la sociedad civil para lograr visibilizar y combatir esta grave situación.
Lorena Bojanic Encargada Área de Desarrollo en Investigación, Participación y Redes Aplicada a Proyectos Corporación Opción