Más de 10 mil cotizantes se desafiliaron de las isapres en la región en un año
SISTEMA. Según datos de la Superintendencia de Salud correspondientes a marzo de 2022 y 2023.
La crisis que enfrentan las Instituciones de Salud Previsional (Isapres), que según este gremio mantiene en riesgo la operación de estas entidades, hoy mantiene una continua fuga de cotizantes de este sistema de atención privada, que también se refleja en la Región de Antofagasta.
Un complejo panorama que ocurre en momentos en que estas aseguradoras deben enfrentar el fallo de la Corte Suprema de noviembre pasado, que ordena aplicar una tabla única de factores y restituir los cobros en exceso aplicados desde abril de 2020 a noviembre de 2022, cuando se considera que no cumplieron con esta medida. La denominada "ley corta" del Gobierno, con el fin de que se concrete este dictamen, determina que las devoluciones de las Isapres rondan los $1.400 millones. A esta resolución, que según estos prestadores pone en riesgo la permanencia del sistema, se suma una continua salida de cotizantes de estas aseguradoras.
De acuerdo a datos de la Superintendencia de Salud, a nivel nacional desde marzo de 2022 a marzo de 2023 un total de 238.883 cotizantes abandonaron el sistema de Isapres. En la Región de Antofagasta en este mismo período 10.272 usuarios dejaron el sistema.
Pamela Schellman, presidenta del Colegio Médico de Antofagasta, comenta que la salida de usuarios de las Isapres puede abarcar diversas motivaciones. "Desde hace tiempo, se produce movimiento por ejemplo cuando las personas pierden su trabajo y no logran sostener el pago de planes previamente pactados o cuando se enfrentan a enfermedades de mayor complejidad, cuyo copago les resulta más difícil de enfrentar. Ahora es posible que esté influyendo la inestabilidad de las aseguradoras privadas, cuyo discurso ha sido que la atención de sus afiliados se verá afectada ante un eventual quiebre o también por otra parte, que las personas están decidiendo no seguir entregando su cotización obligatoria a instituciones que le han cobrado de más durante los últimos años y que amenazan con dejarlos sin cobertura", afirma.
"Es importante diferenciar las aseguradoras (Isapres/Fonasa), de los prestadores de salud (instituciones y profesionales que otorgan la atención, que pueden ser privados y públicos) y entender que los prestadores privados tienen un rol importante en el sistema de salud para dar abasto con las necesidades de atención de la población y que así, como han atendido por modalidad libre elección durante años a pacientes de Fonasa, podrán seguir haciéndolo ahora. La organización del sistema, de ser necesario, tendrá que ajustarse a un modelo diferente que tienda a una mejor gestión de los recursos, reconociendo el cambio de necesidades de atención de salud a lo largo del ciclo vital y el costo real de las prestaciones de salud, tanto en los prestadores públicos como privados de la red, para sostener un funcionamiento estable en el tiempo", añade Schellman.
Según usuarios, entre las principales causas de insatisfacción con el sistema de prestación por parte de las Isapres figura el empleo de un cálculo de precios basado en las condiciones y riesgos de salud de los afiliados. A esto se agrega un considerado aumento excesivo de las primas, copagos y tabla de factores, que han impulsado una serie de recursos de protección de usuarios.
En medio del actual escenario, junto a la salida de cotizantes de Isapres, se registra un alto ingreso de usuarios al sistema al Fondo Nacional de Salud (Fonasa). "El año 2022, 380 mil personas se unieron a Fonasa. De ellas 250 mil provenían del mundo del aseguramiento privado. Por lo tanto, de continuar esta tendencia, la modalidad de cobertura complementaria que se ha propuesto (en "ley corta" de Isapres) permitirá que aquellas personas sigan contando con coberturas financieras similares a las que tenían, y que esta situación no tenga un impacto en el gasto fiscal", detalló esta semana Camilo Cid, director nacional de Fonasa, durante la cuenta anual de la entidad.
"Los últimos datos nos muestran además que entre enero y marzo de este año se han inscrito en Fonasa, 213 mil personas", añadió Cid.
Riesgos para red de salud pública
Claudia Pizarro, directora nacional de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile (Fenasenf) por la Región de Antofagasta, advierte sobre la eventual mayor presión a la red de atención pública de salud por la masiva migración a esta modalidad de atención. "La compleja situación financiera que sufrieron las ISAPRES debido al congelamiento legal de los precios de sus planes durante la pandemia, sumado a ello, la judicialización por la adecuación de estos les generó una gran pérdida, lo cual hizo que la respuesta que deben entregar no es la adecuada, llevando a un abandono o migración a otros sistemas previsionales. ¿Cómo afecta esto al sistema público de salud local y nacional? Como gremio enfermero ya hemos observado desde larga data el déficit del sistema privado en patologías complejas, por lo que se ha requerido que usuarios, beneficiarios de una Isapre, sean trasladados al sistema público. Esto genera un colapso para brindar atención a la población más vulnerable beneficiaria de nuestro sistema de salud", opina.
"La cartera de salud pública se encuentra con una brecha importante de recurso humano, dotación de camas e insumos para dar cobertura a la comunidad beneficiaria. Si a esto sumamos lo indicado en el instructivo presidencial N°001 del año en curso, que da instrucciones sobre el buen uso de recursos fiscales, se hace más complejo el dar respuesta a la comunidad, ya que toda contratación, tanto de personal como de servicios para dar respuesta sanitaria debe ser de evaluación por Dipres (Dirección de Presupuestos) y dependerá netamente del presupuesto fiscal y no a la necesidad de la población. En base a lo mencionado, como enfermeras y enfermeros del mayor centro de referencia público de la macrozona norte, consideramos que el abandono y potencial ingreso al sistema público de aproximadamente 5 mil personas, se podría considerar como complejo y grave ya que se generaría un potencial colapso por un déficit de profesionales y técnicos para brindar cuidados. Institucionalmente no se podrá dar respuesta a los requerimientos de la población, generando así un mayor sentido de insatisfacción y falta de respuesta ante las diversas problemáticas de salud presentes en la región", añade Pizarro.
"La organización del sistema, de ser necesario, tendrá que ajustarse a un modelo diferente que tienda a una mejor gestión de los recursos".
Pamela Schellman, Presidenta Colmed Antofagasta
"Hemos observado desde larga data el déficit del sistema privado en patologías complejas, por lo que se ha requerido que usuarios, beneficiarios de una Isapre, sean trasladados al sistema público".
Claudia Pizarro, Drectora nacional Fenasenf