Redoblar esfuerzos
Los resultados del Simce nos muestran una realidad alarmante en términos de aprendizajes y brechas, de la cual todos estábamos al tanto y que se agudizó en forma muy significativa con la pandemia. Si bien existen iniciativas para revertir esta situación, hoy más que nunca nos queda claro que nada es suficiente en este tema y que debemos redoblar nuestros esfuerzos como sociedad para garantizar una educación de calidad en cada rincón de nuestro país. Entre los temas más urgentes que debemos abordar está el que nuestros alumnos y alumnas vuelvan a asistir masiva y permanentemente a los colegios, porque es en la sala de clases donde se juegan los aprendizajes.
Tan importante como lo anterior es contar con equipos directivos con liderazgo académico, tomar decisiones en base a datos obtenidos de diferentes mediciones, observar y retroalimentar a los profesores, capacitarlos para que tengan más y mejores herramientas en la sala de clases. Estas son algunas de las acciones que implementamos en nuestros colegios y que junto al compromiso de nuestros equipos nos han permitido mantener un buen nivel de desempeño académico, del cual estamos muy orgullosos.
Hoy más que nunca es importante abrir espacios de colaboración y facilitar el acceso a prácticas, experiencias e innovaciones exitosas que están surgiendo en distintos establecimientos y lugares del país, para que la mayor cantidad de estudiantes a lo largo de Chile sean beneficiados. Estamos convencidos que todos los niños y niñas pueden aprender y alcanzar altos estándares en su formación académica y formativa.
¡No tenemos tiempo que perder, ellos son el futuro de nuestro país!
Pelayo Herrera Director ejecutivo Fundación Astoreca
Nuevo pacto educativo
Lamentablemente, ya son frecuentes las malas noticias en el ámbito educativo. Ahora es el turno del Simce. Es cierto que los números indican una baja importante, menos de lo que pudo haber sido, pero la tendencia es la misma que se ha venido dando hace varias administraciones. Es más, los datos muestran que siguen las brechas entre grupos socioeconómicos, lo mismo entre hombres y mujeres, siendo "matemática" el sector de mayor complejidad.
¿Quién podría aspirar a que luego de dos años de pandemia, donde los profesores y profesoras del sistema escolar de un día para otro debieron cambiar sus formas de interacción y dispositivos formativos, sin los apoyos necesarios, se obtendrían mejores resultados?
No deja de llamar la atención la escasa referencia a lo que pasó con aquellos establecimientos denominados "insuficiente", los que al contar con apoyo específico a los equipos directivos y docentes lograron revertir la baja sostenida en sus resultados, lo que pone en tela de juicio a aquellas voces que sólo apuntan a cerrar aquellos establecimientos.
Lo que queda claro es que la pandemia hizo evidente que el "desastre educativo" es un tema que requiere un abordaje integral y con apoyo sostenido a largo plazo desde distintos sectores de la sociedad. Tal como señala la Unesco, se necesita de un nuevo pacto educativo.
Un paso esperanzador en esta línea es el informe de recomendaciones del Consejo para la Reactivación Educativa.
Rodrigo Fuentealba Decano de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma
Bienestar y docencia
La semana pasada fuimos testigos de la confesión, por la red social TikTok, de una joven estudiante de pedagogía sobre el maltrato psicológico que estaba recibiendo de parte de un grupo de estudiantes de séptimo básico en el establecimiento que realizaba su práctica profesional. Ese mismo día se conocían los desastrosos resultados del Simce 2022. Alguien podría pensar que no existe relación entre un hecho y otro, pero la investigación científica muestra todo lo contrario.
Hay una relación directa entre bienestar y calidad educativa, pues como se viene evidenciando desde hace un par de décadas, el espacio social que representa el aula de clases posee condiciones de vulnerabilidad no sólo social, sino también afectiva, donde el o la docente vierte y construye su identidad profesional. En síntesis, el clima social del aula vincula resultados, autoestima y realización personal, tanto de los estudiantes como de los y las docentes.
Durante todos estos años la política pública educacional ha estado centrada en evaluaciones y rendiciones de cuenta que han mejorado muy poco los resultados educativos y donde uno de los aspectos positivos a destacar ha sido la mejora de la Formación Inicial Docente, pero mediante criterios obligatorios que deben cumplir las carreras de pedagogía para acreditar su calidad. Con esto, estamos viendo una necesidad inmediata de preparar a nuestros docentes en convivencia escolar y educación socioemocional.
Eliseo Lara Órdenes Director Pedagogía en Educación Media Universidad Andrés Bello, sede Concepción