Prioridades
Informaciones de prensa señalan que los primeros resultados del programa "Leer es Poderoso", aplicado por la fundación Familias Power en estudiantes desde 1° a 6º básico de colegios públicos, nos muestran una inquietante realidad: a) Siete de cada 10 alumnos de 5° básico no comprenden lo que leen; b) El 63% de los estudiantes de 2° básico no lee palabras completas.
A la luz de estos alarmantes resultados, me pregunto: ¿será posible que el ministro de Educación entienda que en la educación escolar básica hay prioridades más importantes que estructurar una política de sexualidad oficial, única y obligatoria (ESI) para los estudiantes? Pareciera que no.
Francisco Bartolucci Johnston
Ejercicio democrático
Uno, por ejemplo, podrá discutir o intercambiar opiniones acerca de las causas directas o indirectas, principales o secundarias del quiebre democrático que llevaron al golpe, asignarle un peso específico a la campaña orquestada por Estados Unidos y la derecha chilena de impedir un gobierno socialista o al contexto de Guerra Fría que vivíamos en el mundo con la seguidilla de dictaduras militares en Latinoamérica. Algunos le asignan mucha o relativa importancia; otros, en cambio, todo sin justificar el golpe, pueden entender que la crisis se venía modelando desde los años 50 básicamente por condiciones políticas internas del país, o apuntan a las responsabilidades propias de quienes se opusieron a la Unidad Popular con el intento de desestabilizar el país, e incluso las propias responsabilidades de los sectores de gobierno que tenían distintas percepciones de la velocidad, profundidad y forma de hacer los cambios. En fin, podríamos encontrar muchas explicaciones, las que pueden ser diferentes de acuerdo al cristal con que se mire.
Aceptar esas diferencias o matices respecto de qué causa fue la más importante es la que se puede conversar y discutir. De hecho, me parece que es un ejercicio histórico deseable, y ese ejercicio democrático está muy lejos de intentar justificar el golpe por una, varias o todas las causas antes descritas y más, pero de ahí a suponer que la invitación a ese ejercicio o que constatar que existen diferencias respecto a las causales sea avalar las graves violaciones a los derechos humanos, es ir demasiado lejos.
Rodrigo Reyes Sangermani
Aprovechamiento
El caso de corrupción que remece a Revolución Democrática continúa generando reacciones en el mundo político y en la ciudadanía.
Sin embargo, parte del oficialismo, como el exconvencional Jaime Bassa y la diputada Ana María Gazmuri, han dirigido sus dardos hacia el principio de subsidiariedad como culpable de los mencionados escándalos. Apuntan específicamente al mecanismo que permite al Estado contribuir a la sociedad civil de no lograr altos estándares de probidad.
Lo anterior es una evidente contradicción. Los militantes investigados se aprovecharon, justamente, de la buena fama de las fundaciones por el rol que cumplen en nuestra sociedad para malversar recursos que pertenecen a todos los chilenos, junto con el abuso de sus conexiones políticas. Lo anterior no es un problema de la subsidiariedad o un mecanismo, sino que de sus propias ambiciones y aprovechamientos.
Es preferible que los esfuerzos del oficialismo se enfoquen en reparar el daño causado a las familias que realmente requerían de ayuda y colaborar con la justicia, en lugar de cargar a otros la falta de probidad de sus correligionarios.
David Alejandro Angulo Investigador Equipo Constitucional, Instituto Res Publica
Punto de vista
Los gobiernos, sin distinción de izquierda o derecha, parecen hechizados por el glamoroso encanto de los expertos. ¿Para qué recurrir a la experiencia y al sentido común, cuando gráficos y datos pretenden abarcarlo todo? ¡Qué absurda ilusión! La realidad, ese misterioso enigma, se mofa de los intentos por aprisionarla en números mágicos y estadísticas.
Expertos que se erigen como asesores en la redacción de una nueva Constitución, protectores contra la desinformación al más puro estilo orwelliano y, ahora, guardianes de la probidad. Esto parece ser un nuevo deporte nacional. Pero no olvidemos que fueron estos mismos expertos, muy distinguidos, por cierto, los que sirvieron de catalizador para la insurrección del 18-O y un trampolín para los que hoy ostentan el poder. Prudencia, que las decisiones de hoy no sean la chispa de un nuevo desastre mañana.
Jorge Caradeux Estay