Prisión perpetua para mujer que mató a sus hijos porque creía que eran zombies
EE.UU. Lori Vallow Daybell, de 50 años, había sido declarada culpable en mayo.
Una mujer de 50 años identificada como Lori Vallow Daybell fue condenada el lunes a prisión perpetua en Estados Unidos, por los asesinatos de sus dos hijos menores y una mujer a la que veía como una competencia romántica, en un caso que incluía afirmaciones extrañas de que su hijo e hija eran zombis y que ella era una diosa encargada de marcar el comienzo de un apocalipsis.
Vallow Daybell fue declarada culpable en mayo de asesinar a sus dos hijos menores, Joshua 'JJ' Vallow, de 7 años, y Tylee Ryan, de 16, y de conspirar para matar a Tammy Daybell, ex esposa de su quinto marido, identificado como Chad Daybell, quien está a la espera de juicio por los mismos cargos de homicidio.
El proceso contra la mujer se llevó a cabo en el juzgado del condado de Fremont en St. Anthony, estado de Idaho. Ahí, el magistrado Steven W. Boyce aseguró que la búsqueda de los niños desaparecidos, el descubrimiento de sus cuerpos y las fotos de evidencia mostradas en el tribunal dejaron conmocionados a las fuerzas del orden público y al jurado, y que nunca podrá para sacar de su cabeza las imágenes de los niños asesinados.
Un padre que mata a sus propios hijos "es realmente lo más impactante que puedo imaginar", señaló el juez.
Según Boyce, Vallow Daybell justificó los asesinatos al "caer en una extraña madriguera de conejo religioso, y claramente todavía estás ahí". En esa línea, afirmó que no entiende que la acusada no tenga "ningún remordimiento por el esfuerzo y el dolor que causó".
El juez explicó que la mujer cumplirá tres cadenas perpetuas, una tras otras. Vallow Daybell, por su parte, enfrenta otros dos casos en Arizona: uno por conspirar con su hermano para matar a su cuarto marido, Charles Vallow -asesinado a tiros en 2019-, y otro por conspirar para matar al ex marido de su sobrina, quien sobrevivió.
allow Daybell fue internada varias veces para recibir tratamiento psiquiátrico; pero el fiscal del caso, Rob Wood, afirmó que no hay evidencia de que sus crímenes se hayan visto afectados por su "supuesta enfermedad mental", que incluye un diagnóstico de un trastorno delirante con contenido extraño e hiperreligiosidad, así como un trastorno de personalidad con características narcisistas, según el informe médico entregado al tribunal.
"La evidencia de que ella sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal es abrumadora", afirmó Wood, señalando el testimonio de varias personas que dijeron que les mintió sobre las muertes.