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Electromovilidad en las regiones

Antofagasta será la primera comuna, fuera de la Región Metropolitana, que contará con buses eléctricos para el transporte público. El viernes llegaron 40 de estos vehículos. A mediados de noviembre está programado concluir con la terminal de carga y con ello realizar los ajustes finales para la puesta en marcha del denominado electrocorredor.
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La electromovilidad es uno de los pasos obligados que debe dar el país para avanzar en la carbono neutralidad. Y, en este sentido, el Estado tiene que ser promotor de ello con la adquisición de vehículos de estas características que puedan sumarse a la locomoción colectiva y ello lo han desarrollado con éxito en la capital del país, pero el viernes se vivió un nuevo hito en este desafío con la llegada de 40 buses eléctricos que se destinarán a un recorrido en Antofagasta.

Así la comuna cabecera en la región se transformará en la primera, fuera del Gran Santiago, que contará con una flota que tendrá con un electrocorredor que atravesará la ciudad en toda su extensión. Un salto de gran valor que servirá para disminuir la cantidad de gases contaminantes a la atmósfera.

La inversión supera los 13 mil millones de pesos y se espera que a fin de mes esté completamente operativa. A mediados de noviembre está programado concluir con la terminal de carga y con ello realizar los ajustes finales para la puesta en marcha.

Avanzar en electromovilidad es primordial, porque es una actividad amigable con el medio ambiente -de hecho esta nueva línea de buses se llamará Amibus- por su menor impacto en la emisión de gases de efecto invernadero. Este es el ejemplo esperado para que los particulares puedan sumarse a este tipo de iniciativas ambientalmente positivas.

La generación de electricidad mediante fuentes limpias invita a la electrificación en la movilidad y en los hogares. Este es uno de los retos que deben asumir las sociedades que buscan cuidar el planeta.

En países más avanzados y con larga experiencia en el uso de energías limpias, entendieron que la electrificación tiene que estar más presente en la vida de las personas. Y ese es el camino que se debe propiciar desde las instituciones estatales de hoy en adelante.

Mejores Pensiones para Chile

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Es una de las peticiones más sentidas de la población, y es que el tema de las pensiones nos afecta a la mayoría de las y los habitantes de nuestro país, es por eso que como Gobierno hemos propuesto una reforma previsional que apunta a aumentar las pensiones actuales y futuras.

Es así que hace pocos días, el Presidente Gabriel Boric se refirió a este temática manifestando que "estamos trabajando por mejorar la calidad de vida de los chilenos y chilenas, y ahora ésta, las mejores pensiones es nuestro objetivo y no nos vamos a cansar de dar la pelea".

Pues bien, la propuesta que como Gobierno presentamos se denomina "Mejores Pensiones para Chile" considera el fortalecimiento de la Pensión Garantizada Universal (PGU), se buscará aumentar la cobertura y monto a $250 mil pesos, además de incorporar a pensionados de leyes de reparación. Se propone también la creación del Seguro Social con una nueva cotización con cargo al empleador correspondiente al 6%. Ahora, hay quienes proponen que este porcentaje vaya solamente a las cuentas adicionales, pero eso significaría que no mejorarían los montos de las personas que se encuentran actualmente pensionados.

Otra propuesta de la reforma previsional de nuestro Gobierno es la protección del ahorro individual, esto quiere decir del 10% del trabajador. Este punto considera la reducción de costos y fortalecimiento de la capacidad de elegir entre administradores públicos y privados.

Y es que mejorar las pensiones es un tema que las y los chilenos demandan y con suma urgencia. Es por ello que, es ahora el momento que todos los sectores nos sentemos a la mesa y lleguemos acuerdos para dar respuesta a esta sentida solicitud, que va más allá de pensiones, pues al mejorar este ámbito, la calidad de vida de las y los pensionados será diferente.

Es el momento de poner por delante el bienestar de Chile, dejar las trincheras y producir acuerdos en pro de nuestras y nuestros jubilados, a quienes tanto le debemos por haber entregado sus mejores años a engrandecer el país. Hoy es el momento de entregar soluciones a las personas.

En el reciente cambio de Gabinete, el Presidente manifestó que se había contactado con las y los presidentes de los partidos de oposición para sentarse a dialogar sobre la hoja de ruta para dar solución a los problemas que aquejan a las personas.

Y ya no hay excusas para no hacerlo, HOY es el momento. Nuestros pensionados no pueden esperar, así tampoco nuestras mujeres, niños, niñas, adolescentes. Las y los vecinos que demandan más seguridad y para ello necesitamos de todos los sectores, concretar acuerdos y seguir avanzando por Chile.

Miguel Ballesteros,

Delegado presidencial provincial de El Loa

Milei: advertencias y reflexiones para Chile

Cristián Rodríguez Salas , Director del Instituto de Políticas Públicas UCN
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Con sorpresa y escepticismo, el mundo vio el ascenso de Javier Milei en las recientes Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en Argentina, que inesperadamente propinó la derrota más descomunal del peronismo desde los años 50. Su auge, refleja un profundo descontento con la política tradicional y un alejamiento de las propuestas moderadas en favor de posiciones más radicales, lo cual, encierra lecciones cruciales para la política chilena.

No es secreto que en muchos rincones de América Latina, la población se siente insatisfecha con las estructuras y figuras políticas tradicionales alejadas de los problemas cotidianos de las personas de los cuales desconfía. Milei, con su retórica incendiaria, se ha convertido en el canal de esas frustraciones, alzando su voz contra lo que considera fallas sistemáticas del sistema. En Chile, este tipo de descontento se expresa en la inseguridad, la inmigración ilegal, el costo de la vida, la desigualdad.

Lo más llamativo del fenómeno Milei es su capacidad para abandonar los debates ideológicos típicos de derechas o izquierdas, la gente no vota por tesis políticas, sino por emociones, sentimientos e imágenes; por lo tanto, la oferta es "ajustar la política" que se interpone con la promesa de bienestar. La lección para Chile es clara: en una era de profundo descontento, las propuestas templadas y los discursos equilibrados pueden ser percibidos como insuficientes o evasivos, una renuncia al cambio.

Milei ha sabido conectar con un público joven, que ve en él una figura auténtica que desafía el status quo. Para Chile, esto demuestra la importancia de entender y conectar con las inquietudes y demandas de una nueva generación que busca ser protagonista y no mera espectadora del futuro político.

No obstante, el surgimiento de figuras como Milei no está exento de una cara oscura. Su estilo y propuestas polarizan, dividen aguas y pueden llevar a cabo una sociedad fragmentada. Argentina vive hoy una polarización intensa, donde el diálogo parece ser el gran sacrificado. Es una advertencia para Chile sobre el peligro de permitir que la polarización domine el panorama político.

El "efecto Milei" no debe ser ignorado en Chile. Primero, es una clara señal de que la política, tal y como se ha conocido, está en crisis y requiere renovación. Ignorar o minimizar el descontento ciudadano puede dar espacio a figuras que como Milei, con propuestas radicales, conquisten a ciudadanos desencantados.

Pero, al mismo tiempo, es vital que Chile entienda los riesgos de la polarización. Una sociedad dividida y polarizada es menos resiliente, más propensa a conflictos y menos capaz de construir consensos. Las propuestas radicales, aunque atractivas en su naturaleza disruptiva, no son la solución a problemas estructurales y complejos de la sociedad.

En conclusión, el triunfo de Javier Milei en las PASO argentinas es un llamado de atención para la política chilena. Es una invitación a renovarse, a conectar genuinamente con las demandas ciudadanas y a entender que, en tiempos de cambio, las soluciones moderadas y el diálogo deben ser promovidos. Sin embargo, también es una advertencia sobre los riesgos de polarizar y radicalizar el discurso, algo que puede tener consecuencias duraderas y perjudiciales para la cohesión social.