Irán aplica un fuerte despliegue de seguridad
CASO. A un año de la muerte de joven que fue detenida por no llevar el velo.
Irán conmemoró ayer el primer aniversario de la muerte de la joven Mahsa Amini con un enorme despliegue de seguridad y una represión que ni siquiera permitió a la familia visitar su tumba.
La muerte de Amini, de 22 años de edad, tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien puesto el velo islámico, el 16 de septiembre de 2022 provocó unas protestas que durante meses pidieron el fin de la República Islámica y solo desaparecieron tras una represión que causó 500 muertos y al menos 22 mil detenidos.
Un año después Irán amaneció blindado, con un enorme presencia policial en las calles de ciudades como Teherán, donde en algunas zonas había grupos de agentes antidisturbios cada pocos metros, y efectivos policiales en moto recorrían la urbe.
Así, a lo largo de la jornada apenas se produjeron incidentes en algunos puntos del país.
Familia de amini
En Saqez, la ciudad natal de Amini, situada en el Kurdistán iraní, las autoridades impidieron que su familia celebrara una ceremonia en el cementerio Aichi, donde está enterrada y donde ondearon los primeros velos y se gritaron los primeros "mujer, vida y libertad" en su entierro.
"Amjad Amini está bajo arresto domiciliario", informó la ONG con sede en Oslo Iran Human Rights (IHR), en referencia al padre de la joven.
"Las fuerzas de seguridad le impiden que visite la tumba de su hija Jina Mahsa Amini en el aniversario de su asesinato", añadió la organización.
Por la mañana, el padre de Amini fue detenido por horas para advertirle de que no conmemorara el primer aniversario de la muerte de su hija.
Por su parte, la agencia oficial iraní, IRNA, informó que el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, se reunió con familiares de miembros de las fuerzas de seguridad muertos en las protestas, entre ellos 2 efectivos de la milicia islámica de los basiji.