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Investigación detecta Un probiótico natural que podría ayudar a reducir eficazmente los síntomas del autismo

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Una cepa específica de la bacteria Lactobacillus reuteri, un probiótico normalmente presente en la microbiota intestinal, ha mostrado eficacia para reducir los síntomas psicosociales de los síndromes del espectro autista, según un estudio internacional.

El ensayo clínico, en el que participaron el Policlínico Tor Vergata y la Fundación Santa Lucia IRCCS de Roma, mostró que la ingesta de una combinación concreta de Lactobacillus reuteri, que contiene las cepas ATCC-PTA-6475 y DSM-17938, mejoró el funcionamiento prosocial de los 43 niños de entre 4 y 8 años que participaron.

Habilidades sociales

"El estudio que hemos llevado a cabo confirma que la ingestión de terapias integradoras con probióticos es un campo de investigación muy prometedor: los pacientes que incluimos, aunque no presentaron una mejora de los síntomas generales, obtuvieron claros beneficios en el funcionamiento social, en particular en las habilidades sociales adaptativas", dijo Luigi Mazzone, neuropsiquiatra infantil del Policlínico Tor Vergata.

Por ello, "a la luz de los resultados de nuestro estudio, y en consonancia con lo que se encuentra en la literatura, creemos que sería útil realizar estudios más amplios para investigar los efectos específicos de las cepas individuales sobre la sintomatología autista", añadió, según medios locales.

La investigación, que duró más de tres años y cuyos resultados se publicaron en la revista 'Cell Host & Microbe' sienta las bases para "identificar los factores biológicos asociados con las disfunciones conductuales, útiles para una mejor comprensión del autismo", según Elisabetta Volpe, directora del Laboratorio de Neuroinmunología Molecular de la Fundación Santa Lucía.

Atención investigativa

El trastorno del espectro autista, que en Italia tiene una incidencia de 1 de cada 77 niños de entre 7 y 9 años, es una de las afecciones en las que más se ha centrado la investigación para comprender la relación entre el eje intestino-cerebro y los síntomas propios del autismo.

"Uno de los puntos fuertes de nuestro estudio", añadió Volpe, "es su carácter multidisciplinar, que nos ha permitido analizar múltiples mediadores de la comunicación intestino-cerebro, como el comportamiento, la microbiota y el sistema inmunitario, y creo que nuevos estudios en esta dirección nos permitirán identificar factores biológicos asociados a la disfunción del comportamiento, lo que será útil para comprender mejor el autismo".

Además de entidades italianas, en el estudio participaron instituciones de Estados Unidos, Australia y Suecia.

Las fallas que causaron el reciente terremoto de Japón llevaban más de 3.000 años dormidas

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El fuerte terremoto que golpeó Japón el 1 de enero fue causado por el movimiento de un conjunto de fallas que llevaban dormidas entre 3.000 y 4.000 años, según un estudio geológico desarrollado a raíz del seísmo.

El sismólogo Shinji Toda, de la Universidad de Tohoku, explicó en un simposio celebrado esta semana que el deslizamiento de un cinturón de fallas de 100 kilómetros ubicado bajo la península de Noto y el mar de Japón dio lugar al devastador sismo, que según el último balance oficial de ayer dejó al menos 213 fallecidos y 52 desaparecidos.

A medida que avanzan los días se conocen más detalles del sismo, que según la Autoridad de Información Geoespacial japonesa elevó cuatro metros el noroeste de la mencionada península de Noto, epicentro del terremoto magnitud 7,6.

Esa energía es capaz de causar tales elevaciones del suelo debió acumularse a lo largo de entre 3.000 y 4.000 años, argumentan en un informe Toda y el científico del Servicio Geológico de EE.UU. Ross Stein.

La subida de la superficie provocó además que la costa avanzara unos 200 metros hacia el mar. La localidad de Wajima, una de las más castigadas, es el punto que registra el mayor avance, alcanzando los 240 metros.

La Asociación de Geógrafos Japoneses confirmó que, con la expansión de la costa, la península de Noto se amplió un total de 4,4 kilómetros cuadrados.

Los investigadores de la Universidad de Tohoku también llevaron a cabo un estudio de campo de las viviendas de los municipios de Nanao y Anamizu, situados en la damnificada península.

Los resultados les permitieron ratificar que las construcciones hechas antes de que se reforzaran los requisitos de resistencia a los terremotos en 1981 y 2000 habían demostrado ser vulnerables.

Japón es un país altamente preparado para este tipo de desastres, pero muchas de las estructuras y viviendas de las localidades de la zona del epicentro del terremoto son antiguas e incapaces de resistir a temblores de esta magnitud.

Revolución en medicina forense: dos personas pueden tener las mismas huellas dactilares

CIENCIA. Un nuevo análisis hecho con inteligencia artificial echa por tierra la creencia sobre la marca más personal que se conoce aparte de la retina.
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Agencias

Ingenieros de las universidades estadounidenses de Columbia y Búfalo crearon un nuevo análisis de la huella dactilar mediante inteligencia artificial (IA) que echa por tierra la creencia arraigada en medicina forense de que nunca hay dos huellas dactilares iguales, ni siquiera en dedos distintos de la misma persona.

El hallazgo, recogido por la revista Science Advance, demuestra, con una fiabilidad del 99,99%, que las huellas dactilares de dos dedos cualquiera de la misma persona son mucho más parecidos de lo que se pensaba.

Resuelven crímenes

Las huellas dactilares son fundamentales en los laboratorios de criminalística para resolver casos, y en miles de millones de teléfonos móviles de todo el mundo para la autenticación digital, aunque, hasta el momento, todas las tecnologías en este campo están diseñadas bajo la premisa de que no hay dos huellas dactilares iguales.

Hasta ahora, las huellas dactilares no son útiles en situaciones en las que las huellas disponibles son de dedos distintos a los registrados, como en la escena de un crimen.

Sin embargo, un estudio promovido por Gabe Guo, un estudiante de ingeniería de Columbia junto con otros investigadores de esta misma universidad y de la de Búfalo, demostró que es posible sortear esta limitación analizando características no estudiadas hasta ahora de las de las huellas dactilares.

Guo y sus colegas encontraron una base de datos pública del Gobierno estadounidense con unas 60.000 huellas dactilares y las introdujeron por pares en un sistema basado en inteligencia artificial conocido como red de contraste profundo.

A veces los pares pertenecían a la misma persona (pero con dedos distintos) y otras a personas diferentes.

Los ingenieros, sin conocimientos forenses previos, extrajeron vectores de representación de huellas dactilares de 525.000 imágenes utilizando redes neuronales profundas e hicieron un descubrimiento sorprendente: las huellas dactilares de diferentes dedos de la misma persona son extremadamente similares.

La clave, en las crestas

Descubrieron que la orientación de las crestas (la zona de más relieve de la huella) cerca del centro de las huellas explicaba gran parte de esta similitud, y que este patrón se mantiene para todos los pares de dedos de la misma persona.

El modelo fue probado con éxito con ellas de diferentes géneros y grupos raciales.

"Esperamos que esta información adicional pueda ayudar a priorizar pistas cuando existen muchas posibilidades, a exonerar a sospechosos inocentes o incluso a crear nuevas pistas para casos sin resolver", señala Guo en un comunicado de la Universidad de Columbia.

El investigador también cree que su descubrimiento podría mejorar la comodidad y accesibilidad de las técnicas de autentificación digital.