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Arrojan sopa sobre el cristal protector de "La Mona Lisa"

FRANCIA. Fue una protesta por la alimentación sana, en momentos donde los agricultores piden mejores condiciones.
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Dos activistas climáticas arrojaron potes de sopa ayer sobre el famoso cuadro "La Mona Lisa", también conocido como "La Gioconda", hecho en el siglo XVI por Leonardo da Vinci, que permanece expuesto en el Museo del Louvre, París. La obra, debido a su valor artístico e histórico, además de lo frecuente que se han vuelto este tipo de ataques, está protegida por una lámina de cristal instalada en 2005.

Las dos mujeres, que fueron grabadas durante su acción que duró casi dos minutos, reivindicándose como miembros del grupo Riposte Alimentaire (Respuesta Alimentaria), arrojaron la sopa de color naranja y rápidamente pasaron por debajo de las barreras de madera que rodean el cuadro.

"¿Qué es lo más importante? ¿El arte o el derecho a una alimentación sana y duradera? Nuestro sistema agrícola está enfermo", gritó una de las activistas en francés, mientras alzaba el puño.

Rápidamente, empleados del Louvre, el museo más visitado del planeta, colocaron unos paneles negros para evitar que el público siguiera filmando la escena, aunque los gritos continuaron mientras la sala que acoge a la obra maestra de Da Vinci (Salle des Etats) fue evacuada para iniciar las tareas de limpieza.

"La Mona Lisa" es considerado el lienzo más famoso del mundo, y fue objeto de otro ataque en mayo de 2022, cuando le arrojaron un pastel, con un llamado a pensar en la Tierra y la crisis medio ambiental.

La acción de ayer domingo coincide con las protestas de los agricultores franceses, quienes desde hace días han bloqueado cientos de kilómetros de carreteras.

Emma Stone afianza su oficio en el filme "Pobres criaturas", de Yorgos Lanthimos

ESTRENO. La película cuenta con escenarios oníricos, vagamente reales, plagados de artefactos, animales y plantas.
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Con once nominaciones a los Premios Oscar, entre ellas Mejor película, Mejor dirección y Mejor actriz, se estrena en Chile "Pobres criaturas", la última película protagonizada por Emma Stone ("La la land").

La película del director griego Yorgos Lanthimos previamente recibió el León de Oro a la Mejor película en el Festival de Cine de Venecia, y Stone, quien también es una de las productoras del filme, se alzó con un reconocimiento en los Critics Choice Awards y el Globo de Oro a la Mejor actuación por su encarnación de la improbable Bella Baxter.

Londres victoriano

Adaptación de la novela del escocés Alasdair Gray, la historia acontece en un Londres victoriano que no es una fiel copia histórica como le gusta a Lanthimos, que ya entregó su particular visión de época con "La favorita".

Esta vez, una mujer embarazada se suicida arrojándose al Támesis y su cadáver es rescatado por el científico y cirujano Godwin Baxter, interpretado por Willem Dafoe. Hombre de ciencia, él mismo un mapa cruzado de cicatrices provocadas por su padre que experimentaba con él cuando era un niño, recoge a la mujer y la revive poniéndole el cerebro del nonato que portaba.

Bella aprende y experimenta el mundo con candidez, sumergiéndose en lo bestial y hermoso de la vida. Aparte de este seudo padre que le enseña con rigor de científico, está el joven aprendiz Max McCandles, interpretado por Ramy Youssef, que representa el amor incondicional y liberador, en contraposición del seductor abogado Duncan Wedderburn, que lleva Mark Ruffalo, con quien huye de su confinamiento y vive intensas aventuras y aprendizajes descarnados.

El director

Lanthimos nació en 1973 en Atenas, donde estudió cine en la afamada Escuela Stavrakos. Sus primeros trabajos audiovisuales fueron para publicidad, y también hizo videoclips para cantantes pop, veta que ha seguido cultivando con el clip "Identikit", de Radiohead, y campañas para Gucci.

Punta de lanza de la llamada "Greek Weird Wave", movimiento que emerge en Grecia a fines de los 90, su debut en el cine fue en 2005 con "Kinetta", el encuentro de tres desconocidos que recrean homicidios. Le siguió en 2009 "Canino", donde exploró el poder y la subyugación, lo cual lo llevó a ganar el premio Una cierta mirada en Cannes.

Este galardón lo catapultó a Hollywood y, en 2015, entregó "La langosta", una parábola distópica protagonizada por Rachel Weisz y Colin Farrell, quien volvió a repetir protagonismo en 2017 con "El sacrificio de un ciervo sagrado", película con guiños al sacrificio de Ifigenia, la hija de Agamenón, junto a Nicole Kidman y Barry Keoghan.

En 2018 hizo "La favorita", que pone a tres actrices a dar vida a la reina Ana de Inglaterra, a su amiga amante, la duquesa de Marlborough; y a Abigail Masham, la favorita de la reina, rol que desempeñó Emma Stone, mientras que Weisz fue la duquesa y Olivia Colman la reina que lo hizo ganar el Oscar.

La crítica

Los críticos han destacado el universo creado por Lanthimos en "Pobres criaturas", que junto a su equipo armó sets oníricos, vagamente reales, plagados de artefactos, animales y plantas que acompañan a Bella en su febril descubrir del mundo.

Desde el "obsesiva, deslumbrante y febril" que le adosó el crítico del diario español El Mundo, Luis Martínez; al "desprejuiciada, sin vergüenza y políticamente incorrecta" que le adjudicó Pablo Scholz, del argentino Clarín, la película ha encontrado pocos enemigos.

El crítico Roger Friedman, de ShowBiz, la motejó de "absolutamente pornográfica, pero en un buen modo: tiene un montón de desnudos, frontales y de ambos sexos, tiene un montón de sexo gráfico y toneladas de humor, y tiene la mejor producción quizás del año. Es una película para adultos, pero no es una película adulta".

David Rooney de Hollywood Reporter elogió así a la película: "La película es un festín, está repleta de delicias groseras, tiene ingenio ágil, es una fantasía radical y tienen elementos de diseño impresionantes".

Punto aparte es el diseño de vestuario del personaje de Bella, que estuvo a cargo de Holly Waddington, quien la forró en telas vibrantes, con mangas estrambóticas, pantaloncitos imposibles y botines muy setenteros. También apuntala y sostiene este juego pueril y encantador la música de Jerskin Fendrix y la infaltable escena del baile entre Bella y Duncan.